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SERPIENTES Y ESCALERAS

Graco, la hora de la verdad

22/oct/2018
 

El daño que causó Graco Ramírez a Morelos es enorme en lo social, en lo económico y en lo político. Sus abusos no pueden quedar sin castigo. Justicia, es lo que la gente le pide a Cuauhtémoc Blanco.

 

Autoritario, represor, mentiroso, traicionero, demagogo, corrupto... así ha sido Graco Ramírez a lo largo de su vida y así lo fue como jefe del ejecutivo. El tabasqueño regresó en 2012 a Morelos mostrando una nueva personalidad, presumía haber dejado de ser el político de confrontación, de manifestaciones y de pleitos permanentes; decía ser un hombre de estado, con visión de largo plazo y un profundo compromiso social. La gente le creyó y ganó la elección, convirtiéndose en el primer gobernador del PRD en el estado. Graco dijo que transformaría las cosas en la entidad, que habría desarrollo, crecimiento, libertad, paz y seguridad. Seis años más tarde el cambio está a la vista: Graco Ramírez y su familia destrozaron Morelos.

El caso de Graco Ramírez no es distinto al de otros ex gobernadores como Javier Duarte, Guillermo Padrés, Roberto Borge, César Duarte o Tomás Yarrington. El perredista forma parte de esa camada de políticos, gobernó a la par de ellos, abusó de las finanzas públicas y gozó de la protección del gobierno federal. Graco no es diferente a esos otros ex gobernadores, en algunos casos superó sus abusos y mostró un rostro más cruel con sus gobernados. La única diferencia entre el perredista y los otros es que el primero aún sigue libre.

El daño causado por Graco Ramírez a Morelos es enorme y medible desde distintos ángulos; en lo social el sexenio del PRD representó un momento de caos y retroceso para el estado, el régimen fue autoritario y represor, la violencia fue la característica del sexenio, la oposición fue perseguida por la  policía y las voces disidentes se combatieron de principio a fin; en este régimen la policía y las instituciones fueron utilizadas para reprimir a los críticos, no para detener a los criminales.

En materia económica el daño causado por Graco Ramírez y su familia es monumental: en octubre del 2012 el tabasqueño recibió al estado con una deuda acumulada de 1,200 millones de pesos y cuentas bancarias con recursos suficientes para concluir el año. Al dejar el gobierno el pasivo estatal supera los 15 mil millones de pesos, con las finanzas colapsadas y participaciones comprometidas por los próximos 30 años.

Tan solo la deuda bancaria que hereda el gobierno del PRD a la nueva administración supera los 10 mil millones de pesos, además de pagos pendientes a proveedores que rebasan los 5 mil millones. Según lo da a conocer el nuevo secretario de hacienda estatal en estas primeras dos semanas de gestión han encontrado “inconsistencias por más de 400 millones de pesos en lo que se conoce como organismos auxiliares; la deuda directa con instituciones bancarias toca los 10 mil millones, existen temas menores que acumulan unos 200 millones más; no se les pagó a proveedores desde hace meses, entre ellos aparecen contratos de publicidad con medios de comunicación y todo lo anterior puede llegar por arriba de los tres mil millones.”

La crisis que hereda Graco Ramírez a Morelos no tiene precedente en la historia de la entidad; la deuda que contrató el gobierno perredista es porcentualmente la más alta del país y el nivel de endeudamiento del estado está por encima del resto de los estados, incluyendo Veracruz y Chiapas. Esta situación tiene consecuencias: la nueva administración no tiene dinero para atender crisis como la de la UAEM, ni tampoco recursos programados para el pago del aguinaldo a los maestros jubilados y homologados.

Antes de dejar el cargo el ex titular de hacienda Jorge Michel Luna dio a conocer que la administración saliente dejaba 5 mil millones de pesos, suficientes para que el nuevo gobierno concluyera sin problemas el 2018; pero fue mentira, los recursos con los que cuenta la administración entrante para terminar el 2018 son apenas mil millones, cortos para atender la operatividad del gobierno. Ese dato (de los cinco mil millones de pesos) es totalmente falso, no hay esa cantidad en las arcas de gobierno, a nosotros no nos dio ningún número, son declaraciones que hizo a los medios” dijo Villarreal Gasca.

El tamaño del quebranto económico causado por el gobierno y la familia de Graco Ramírez a Morelos es casi tan grande como el nivel de enojo de la gente con la administración perredista; fue el enfado popular lo que lanzó al PRD hasta la tercera posición electoral a pesar de los casi 700 millones de pesos que invirtió su candidato en campaña; ese enojo obliga al nuevo gobierno a actuar de inmediato en contra de los saqueadores.

Esta semana podría ser determinante en ese tema: el viernes pasado el gobierno que encabeza Cuauhtémoc Blanco informó a través de un comunicado de prensa que “no solaparán los actos de corrupción cometidos por el gobierno de Graco Ramírez en agravio de los morelenses; la Ley se debe aplicar “caiga quien caiga”, es momento de hacer valer la justicia”.

En cada una de las Secretarías de despacho del Gobierno de Morelos continúa la revisión exhaustiva del estado financiero que guardan; al momento se han detectado irregularidades como importantes desvíos de dinero, falta de pago a proveedores, obras públicas inconclusas... Cuando se concluya la minuciosa revisión y se tengan todos los elementos probatorios el Gobierno de Morelos estará en condiciones de iniciar denuncias en contra de quien o quienes resulten responsables, para exigir la reparación del daño causado a los morelenses”, dice el comunicado oficial.

El titular de la Oficina de la Gubernatura, José Manuel Sanz dio a conocer hace unos días que se presentarán denuncias contra diversos funcionarios por anomalías que se han detectado; “Vamos a proceder administrativa y penalmente, no hubo proceso de entrega recepción y se actuará conforme a la ley; presentaremos las denuncias correspondientes ante la Fiscalía General del Estado y la Procuraduría General de la República”

Muchas veces Cuauhtémoc Blanco prometió que haría justicia en Morelos, que metería a la cárcel a Graco Ramírez y actuaría en contra de quienes dañaron al estado. Como gobernador ha mantenido su promesa y en los próximos días podríamos ver la actuación legal en contra de varios ex funcionarios, lo que representaría el inicio de un proceso que llegaría hasta Graco Ramírez, Rodrigo Gayosso, Elena Cepeda y José Domingo Ramírez.

El camino está trazado y es el mismo que se ha seguido en otras entidades; el primer paso es actuar contra los funcionarios que llevaban la operación de las cosas, como Andrik Ruíz de Chávez, Sergio Beltrán Toto, Jorge Michel Luna y Patricia Izquierdo; de ahí la investigación se amplía de forma horizontal y vertical, revisando no sólo la actuación gubernamental, sino la red de operación de quienes manejaban los contratos y las obras y por supuesto, quienes lavaban el dinero.

Gayosso y Graco presumen que la ley no les alcanzará porque ellos nunca firmaron un documento, habría que recordar lo ocurrido en Veracruz, Tamaulipas, Sonora, Tamaulipas o Chihuahua, donde la ley ha alcanzado a personajes que no formaban parte del gobierno, pero tuvieron que ver con el desfalco cometido por los ex gobernadores.

Hacer justicia es el reto más importante de Cuauhtémoc Blanco como gobernador; para que triunfe en lo demás, primero debe cumplir con esta demanda social. Las denuncias que se presenten, por cierto, deben ser sólidas y documentadas; un proceso mal llevado lo único que generaría es impunidad a los corruptos.

  • posdata

La crisis en la UAEM se agrava todos los días; va más de un mes desde que estalló la huelga y aún no se ve por dónde se pueda resolver el problema universitario. Hace unos días el gobierno de Cuauhtémoc Blanco depositó el dinero correspondiente al mes de octubre y con ello la universidad pudo abonar una de las tres catorcenas que adeudan a los trabajadores.

A lo largo de las últimas semanas funcionarios estatales y el rector de la UAEM han buscado apoyo federal para resolver la crisis; representantes de las Secretarías de Hacienda y Educación Pública Federal acordaron con Gustavo Urquiza que se requería como mínimo 408 millones de pesos para que la UAEM cerrara el 2018 y la federación se comprometió en entregar a la universidad de Morelos 204 millones de pesos a condición de que el estado aportara una parte igual.

El problema es que en Morelos no hay dinero, Graco Ramírez quebró las finanzas estatales y dejó sin posibilidad de actuar al nuevo gobierno. Sin la aportación local el gobierno federal no ha liberado su parte y el tiempo transcurre sin que las cosas cambien.

En este problema el congreso morelense no ha sido solidario, por el contrario, se han distanciado del problema y se limitan a pedir a los universitarios que “esperen” hasta que la federación los rescate. Ningún diputado local ha ido más allá de la declaración y algunos incluso, como Blanca Nieves Sánchez de Nueva Alianza, han minimizado el problema y despreciado el mal momento que vive la UAEM.

Mientras tanto en el gobierno estatal se prepara la llegada al gabinete de Alejandro Vera Jiménez, lo cual representaría un grave error de tacto de la administración de Cuauhtémoc Blanco, pues el ex rector es parte fundamental del problema financiero que hoy vive la UAEM, está siendo investigado por la federación en el caso del fraude conocido como La Estafa Maestra y es mal visto por una parte importante de la comunidad universitaria.

Más de un mes lleva la huelga la UAEM sin que se vea por dónde se resolverá el problema. Los trabajadores han sido pacientes y no han endurecido su posición y a los alumnos no se les ve por ningún lado a pesar de que están a punto de perder el semestre.

La crisis universitaria es el primer gran conflicto de la nueva administración en Morelos.

  • nota

José Silva Bandala fue nombrado titular del Instituto de Infraestructura Educativa de Morelos. Su llegada abre la puerta del gobierno estatal a un sector de Morena que no había tenido oportunidad de participar en la administración naciente.

Silva es un político de la vieja guardia, fue líder estudiantil, militante y candidato del PRI y del PAN; ahora está en Morena. Su llegada es resultado de un acuerdo nacional, no forma parte del equipo del nuevo gobernador y su desempeño y manejo serán claves para que se mantenga en el cargo.

El área que toca atender a Pepe Silva es de vital importancia para la gente. Escuelas de calidad y seguras para los niños y jóvenes del estado es el reto que tiene enfrente. Que sea para bien su designación.

  • post it

También en la secretaría del Transporte hay fraudes, dice Víctor Mercado. La administración de Graco Ramírez pagó 190 millones de pesos por un sistema informático que no funciona. El promotor de ese sistema, por cierto, fue Rodrigo Gayosso.

  • redes sociales

La primera vez en la historia de México que un gobernador saliente no acudió a la toma de protesta de su sucesor fue en 1999 en Quintana Roo. Mario Villanueva  desapareció dos días antes y huyó del estado, pero dos años después fue aprehendido por la policía y le decomisaron 10 millones de dólares en cuentas bancarias.

La primera vez en la historia de Morelos que un gobernador no acudió a la toma de protesta de su sucesor fue en el 2018. Graco Ramírez se fue del estado un día antes del cambio de poderes y el primero de octubre abordó un avión a Madrid acompañado de su gorda. Días más tarde su hijastro huyó a San Diego, su ex secretario de hacienda Jorge Michel se fue a Nueva York y el ex titular de la reconstrucción en el estado viajó a Japón.

¿Terminará Graco en la cárcel como Mario Villanueva?

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