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SERPIENTES Y ESCALERAS

Clases y crisis
 
 

La huelga se conjuró y este día regresan a clases más de 43 mil alumnos de la universidad de Morelos. La noticia es buena, aunque todavía hay muchas cosas que faltan resolver para que la cátedra no se vuelva a interrumpir. A nuestra universidad le faltan recursos y también un rector con más liderazgo.

 

Hoy se reinician las clases en la UAEM después de más de un mes de huelga; el esfuerzo de muchos, no de todos, fue para rescatar el semestre de los más de 43 mil alumnos que reciben cátedra en la universidad de Morelos. La crisis no ha concluido en la máxima casa de estudios, el apoyo extraordinario que dio el gobierno estatal es un paliativo que ayudó a resolver temporalmente las cosas, pero no solucionó el problema de fondo.

En medio de este conflicto económico hay algunas cosas que me llaman la atención:

1- El rector Gustavo Urquiza no tiene habilidad política, ni liderazgo académico, no influye en la comunidad universitaria ni goza del respaldo de los estudiantes; su papel ha sido el de un mal gestor de recursos que en su intento por obtener dinero se entregó a los brazos de Graco Ramírez con la esperanza de que el cariño le fuera pagado en efectivo; al final quedo mal con propios y extraños porque nunca recibió lo que le prometieron y hoy que busca ayuda los gobiernos estatal y federal lo ven con recelo y sin respeto; en las escuelas y facultades algunos directores le llevan la contra y apuestan porque en breve estalle de nuevo la huelga.

2- La comunidad estudiantil está ausente del problema, los jóvenes que hace unos meses se movilizaron en defensa de su universidad hoy fueron observadores pasivos de una crisis que les pega directo, que los afecta de inmediato y pone en riesgo su futuro. Ni la dirigencia estudiantil, ni los líderes de las diferentes escuelas y facultades tuvieron el carácter para alzar la voz y reclamar su derecho al estudio. Si los estudiantes se hubieran movido como lo hicieron varias veces en los últimos años, el gobierno federal no los habría despreciado como hasta ahora.

3- Las clases se suspendieron más de un mes y en algunas facultades como la de Medicina,  directivos y maestros advierten que no sacrificarán sus vacaciones porque “ya tienen sus boletos de avión comprados” y “de todos modos” en enero volverá a estallar la huelga. Se quejan porque no les pagan, pero ellos ya tienen sufragadas sus vacaciones. Esta actitud tiene que ver con la falta de liderazgo del rector y el poco compromiso de algunos docentes; los que quedan en medio, callados, son los estudiantes.

Es evidente que la crisis puede volver a estallar en la UAEM, el anticipo de participaciones no es una solución, fue un salvavidas muy importante, pero sólo eso. El dinero con el que la semana pasada la rectoría pagó las dos catorcenas vencidas proviene de los recursos que corresponden a la universidad por los últimos meses del año; es decir: de parte del gobierno de Morelos la UAEM ya no va a recibir más dinero en lo que queda del 2018. ¿Con qué recursos hará frente a las siguientes cuatro catorcenas y los aguinaldos?

El dinero entregado por Cuauhtémoc Blanco a la universidad de Morelos ya era de la universidad de Morelos, el mérito del ejecutivo fue darlo de manera anticipada en un momento de crisis; ahora falta que el rector, el gobernador y los diputados federales y locales hagan las gestiones necesarias para que el gobierno de la república rescate financieramente a la UAEM, porque el estado no tiene capacidad económica para hacerlo.

Pero para que eso suceda hay que esperar hasta el 01 de diciembre que tome protesta Andrés Manuel López Obrador, quien ya dijo que sí habrá dinero para la UAEM, pero primero se llevará a cabo una revisión exhaustiva de sus finanzas “porque la honestidad debe estar en todos lados”. Mientras ese momento llega los universitarios de Morelos deberán aguantar sin recursos y con la gigantesca presión de conseguir los 400 millones de pesos que se necesitan para cumplir con algunos (los más prioritarios) compromisos financieros de fin de año.

El problema que tiene encima la universidad de Morelos es enorme y no se ha resuelto. El apoyo del gobierno estatal fue muy importante, pero es insuficiente. Los días que vienen son claves para saber el destino de nuestra universidad.  

El tiempo, igual que los recursos, son oro para la UAEM.

·         posdata

El gobernador Cuauhtémoc Blanco pide paciencia a los ciudadanos y reitera que actuará contra los corruptos; en el marco del día del médico el ex seleccionado nacional dijo “que hubo fraude en el sector salud en la administración de Graco Ramírez porque 50% era para medicamento y el otro 50% era para los bolsillos de los ex funcionarios y eso no se va permitir porque hay muchos centros de salud sin insumos médicos básicos, por lo que procederán de manera legal contra ex funcionarios de quienes se sospecha compraron propiedades en México y el extranjero; ahora no se sabe dónde están porque ni siquiera sus redes sociales utilizan”.

El tiempo es un factor clave en la nueva administración: hace unos meses, cuando era candidato y hablaba de encarcelar a Graco Ramírez el tiempo jugaba a su favor, la gente pedía un cambio y su candidatura fue el camino que eligió la sociedad para que se hiciera justicia; hoy los días corren en su contra, porque Cuauhtémoc Blanco ya está al frente del gobierno estatal y los ciudadanos reclaman que cumpla su única promesa de campaña.

“Yo sé que la gente está esperando a que caigan esta bola de rateros que se han robado todo, nada más le pido a la sociedad que tenga un poquito de paciencia porque estamos todavía viendo todas las auditorias, no nos vamos a quedar con los brazos cruzados, lo prometí en campaña y lo vuelvo a decir que quien la debe la pague y que en 15 o 20 días que el fiscal tomará medidas importantes con las carpetas de investigación que se van a dar”.

La lucha contra la corrupción sigue siendo el principal argumento político de Blanco Bravo, pero si no actúa pronto el discurso se desgastará y la simpatía popular se transformará en decepción y enojo. Al mandatario le urge dar una muestra de que va en serio contra los corruptos y necesita que el congreso, su congreso, haga lo mismo.

En la mente de Cuauhtémoc Blanco hay claridad sobre el tema y memoria de quienes cometieron irregularidades en el estado: “hay ex legisladores que tendrán que ser llamados a cuenta y aunque se escondan, algún día sacarán la cabeza y los vamos a encontrar... pediré al Fiscal que active las carpetas de investigación que están paradas contra Manuel Martínez Garrigós y Rodrigo Gayosso... en todas las cosas que han encontrado esta metido el ex gobernador y su familia y la investigación tiene que ampliarse porque han encontrado cosas en Estados Unidos, donde la esposa del ex gobernador está involucrada”.

Actuar contra los saqueadores del estado es el único camino que tiene Cuauhtémoc Blanco para demostrar que no es igual a los políticos de siempre; si no lo hace, el enojo de la ciudadanía contra Graco Ramírez se puede volver en su contra, porque le culparían de complicidad.

El camino para actuar contra el ex gobernador y su familia es uno y por todos identificado: primero hay que ir por sus operadores en el gobierno; cayendo estos se alcanzarán los otros. Aunque no hayan sido funcionarios.

·         nota

Error tras error el alcalde electo de Cuernavaca va escribiendo su historia en política; Antonio Villalobos está equivocando los pasos, sigue un camino que no le conduce a buen destino y complica cada día más su de por si difícil llegada a la presidencia municipal de Cuernavaca.

El primer gran error de Villalobos es asumirse como un alcalde electo por la gente; falso: su llegada es producto de  la casualidad, de diferentes circunstancias políticas, no de la simpatía popular. Al “Lobito” lo registraron como suplente de José Luis Borbolla sin pensar nunca en la posibilidad de que pudiera quedar en su lugar ni siquiera en caso de que el titular de la candidatura faltara; cuando el destino le abrió las puertas el ex funcionario municipal se asumió como el salvador del destino de la capital y enemigo jurado de Cuauhtémoc Blanco.

Los pasos que ha dado el alcalde electo han sido erróneos: desde el hecho de cobijarse en el graquismo y tomar como plataforma política el medio de comunicación de Graco Ramírez hasta emprender una batalla personal contra el gobernador electo, las decisiones que ha tomado Villalobos son equivocadas y nocivas para Cuernavaca.

Pocos apuestan hoy por este novel político; casi todos, excepto sus allegados, se dan cuenta que ha iniciado una batalla imposible de ganar porque no sólo ha decidido romper lanzas con el nuevo gobierno estatal (a quien necesita para gobernar y quien mensualmente le entregará sus participaciones), también ha puesto de su lado a lo peor del régimen anterior, a esos contra los cuales la gente votó el 01 de julio.

La actitud beligerante y la poca consistencia política y personal de Antonio Villalobos está dejándolo solo: en Morena ya marcaron distancia con su proyecto, los grupos de poder, profesionales y empresariales lo observan con recelo y hasta los regidores electos evitan estar cerca de él. La sociedad tiene desconfianza en un funcionario que se ha rodeado de figuras ligadas a Manuel Martínez Garrigós, Rodrigo Gayosso y Graco Ramírez. ¿Cómo confiar en algo así?

Antonio Villalobos está muy mal asesorado y se está hundiendo solo. Puede ser que el 01 de enero tome protesta como presidente municipal de Cuernavaca, pero por el camino que ha decidido seguir, ahí comenzarán sus problemas y también una historia que puede terminar en tragedia política, desastre personal y acciones penales en su contra.

Lo peor: vienen 3 años más de mal gobierno en la capital del estado.

·         post it

La cuarta semana del primer mes de gobierno de Cuauhtémoc Blanco debe ser el momento en el que la nueva administración estatal defina su agenda de trabajo; los primeros días han sido muy intensos, de reconocimiento de las instituciones y búsqueda de información, pero ya deben comenzar a delinear lo que será su plan de gobierno y su proyecto de estado.

Tomar decisiones de fondo en estas primeras semanas ha sido complicado porque el nuevo gabinete no tenía claro en qué estaba parado; ocultar la información fue la estrategia de Graco Ramírez y ese hecho sin duda complicó el inicio del sexenio. A partir de esta semana las cosas tienen que ser diferentes.

El arranque del gobierno de Cuauhtémoc Blanco es el más trompicado que hemos visto en los últimos años; al ex seleccionado nacional le pusieron las cosas muy difíciles en todos los aspectos: su antecesor le escondió la información y mintió sobre la situación en la que se encuentra la administración estatal, paralelamente le estalló el conflicto de la universidad y el congreso no tiene la capacidad de ponerse de acuerdo ni de avanzar en temas que influyen en la marcha del estado.

Desactivar el conflicto universitario fue el primer gran logro de este gobierno, pero aún hay muchos temas pendientes a la vista. El gabinete no tiene tiempo que perder y necesita actuar de manera paralela en dos vías: documentar las faltas del gobierno pasado (porque así lo instruyó el gobernador) y proseguir con la agenda propia de cada dependencia.

La lealtad hacia el gobernador se debe demostrar con trabajo y con resultados.

·         redes sociales

¿En medio de esta gran crisis financiera universitaria, de verdad Cuauhtémoc Blanco piensa fichar en  su equipo al ex rector Alejandro Vera, a quien muchos universitarios culpan (con o sin razón) de la quiebra universitaria?

Vera Jiménez es un buen hombre, pero los tiempos políticos y las circunstancias sociales no están a su favor... Y aún tiene pendiente de resolver la demanda que pesa sobre el en el tema de la llamada “Estafa Maestra”.

Comentarios para una columna optimista:

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