¿Qué gana?
La invitación a Nicolás Maduro agitó las aguas.
Personajes, grupos e incluso partidos políticos se han pronunciado por retirarla.
Claro que el equipo del presidente electo, comenzando por Marcelo Ebrard, preveía esta reacción. A pesar de eso giró la invitación que desde luego fue aceptada.
Para Maduro es una oportunidad dorada. No la podía dejar pasar. Puede romper el cerco al que lo tienen sometido.
Quiere presentarse como un amigo del nuevo régimen mexicano. Un interlocutor de López Obrador cuya causa respaldó desde el principio.
Del lado de Maduro queda claro entonces que le sirve mucho ser invitado.
La zona de penumbra está en qué gana con todo esto el nuevo gobierno mexicano.
A portazos, no
Ni los migrantes oriundos de Honduras, ni los de ningún otro país pueden acostumbrarse a irrumpir en nuestro país por medio de portazos.
Suponer que lo pueden hacer una y otra vez sin consecuencias es insostenible.
Se dijo por diferentes medios que México tiene disposición de recibir a los migrantes y además brindarles toda clase de apoyos, incluso un empleo temporal, atención médica, y educación para los niños.
Lo que se pide a cambio, y es justo, es que se establezca un principio de orden.
Provocar confrontaciones con la policía federal es muestra inequívoca de que se trata de una puesta en escena con intención política, y no de un problema humanitario.
Lecciones valiosas
La consulta sobre el nuevo aeropuerto le gustó al presidente electo. Eso es lo que cuenta.
De ahora en adelante las consultas serán una costumbre. Se usarán a cada rato cuando haya temas controvertidos sobre la mesa.
El jaloneo deja muchas lecciones. La primera es que la gente en efecto tiene ganas de participar en los temas nacionales, pero busca hacerlo en un marco de certidumbre.
El gobierno todavía no arranca. Lo hará hasta el primero de diciembre. Las irregularidades de esta consulta son áreas de oportunidad para las próximas.
Si el gobierno en el futuro realiza otra consulta no puede ser diseñada y operada por un partido político como Morena, pues el gobierno representa a todos.
La CNTE va por todo
El presidente electo, su propuesto secretario de Educación y todas las personas vinculadas al tema educativo del nuevo gobierno han dicho que la evaluación a los maestros llegó a su fin.
Los maestros ya no serán evaluados .
A pesar de este compromiso, la dirigencia de la CNTE sigue en pie de guerra porque en realidad su interés no es deshacerse de las evaluaciones, sino recuperar el control de los recursos destinados a la educación.
Quieren ser patrones y empleados, como lo fueron durante varios años en Oaxaca. Es un asunto de pesos y centavos.
El nuevo gobierno ya adelantó que mantendrá el control de la nómina, pronto veremos si se mantiene firma o lo doblan.