Incognitapro

VIDA POLÍTICA

 JOSÉ CASAS, EL POLÍTICO FRUSTRADO, EL ACELERADO, EL “NOROÑA” DE MORELOS…

 

Sin duda alguna, en cada Legislatura de Morelos hay un diputado que sobresale, algunos por inteligentes, otros por soberbios, otros por tramposos o ladrones y hasta incongruentes.

En la Quincuagésima Cuarta Legislatura estatal, hay uno que anda como “chiva loca” o “chiva en cristalería”, quien responde al nombre de José Casas o automoteado como Pepe Casas, oriundo del municipio de Huitzilac.

José Casas está metido en todo, para todo opina, trata de sobresalir y de tanto abarcar finalmente no hace nada, tanto que ya varios de sus compañeros tratan de calmarlo con un Diazepam.

Desde antes de ingresar al Congreso de Morelos, su postura fue de pretender sobresalir ante todo, de brincarse las bardas de la buena política y la institucionalidad.

Eso le valió que dentro del partido del Movimiento de Regeneración Nacional sea considerado como una persona poco seria, inmaduro, desleal y hasta con problemas de personalidad.

Su traición a MORENA y corrupta adhesión al Partido del Trabajo, ha provocado desconfianza social e incluso ser considerado como un “chapulín político”, que por asuntos personales cambiara de un partido a otro, al más estilo de otro “orate”, Fernando Martínez Cué.

La realidad es que el hoy bautizado como el “NOROÑA” de Morelos, es un hombre sin palabra, de desconfianza y que con sus aliados van a dejar dentro de muy poco tiempo. ¡Al tiempo!.

Como chivo en cristalería pues  anda este imberbe político, como la chismosa de la ventana que cuando observa un problema se quiere meter aunque no la llamen y de todo opina.

El diputado por el tercer distrito local está convertido en un verdadero personaje populista que promete, se compromete y al final no cumple con la palabra.

Lo sabe bien el ex senador Rabindranath Salazar Solorio, quien le abrió las puertas en el partido del Movimiento de Regeneración Nacional y al final fue traicionado.

No fue al único, hay una historia que contar con el diputado Héctor Javier García Chávez que le dio todo el respaldo para que fuera por la Mesa Directiva, pero con su traición al desconocerlo como coordinador del Grupo Parlamentario de MORENA perdió la oportunidad.

El caso es que este “loco”, con sus actitudes y pasos que da en materia política es un personaje sin palabra, desconfiable hasta por sus propios compañeros de bancada.

Son tantos sus tropiezos en su escasa carrera política que los resultados los verá pronto y ya sus compañeros de bancada tratan de esquivarlo para no sudar calenturas ajenas.

El problema del “NOROÑA” morelense, es que son tantos los daños causados por sus actitudes y posicionamientos que no hay reversa en su camino, porque cuando la palabra es perdida deja de haber credibilidad.

¿Cuál es el destino del diputado principiante de la política?, es de dos años, periodo en el que, a pesar de que la coalición “Juntos Haremos Historia” lo impulsó a la diputación, dejará de considerarlo entre sus candidatos a una alcaldía, como es la de Huitzilac.

En política puede haber cierto perdón pero nunca olvido, como lo decía uno de los grandes filósofos de la política mexicana Jesús Reyes Heroles: La lealtad se recompensa y la traición se paga.

Y eso al final de su cortisima carrera política, le pasará a Casas, quien al parecer nunca escuchó a su maestro Don Alfonso Sandoval Camuñas, en tejer fino para lograr una buena cobija con la sociedad.

Lástima porque era un chamaco que prometía para mucho como lo hubo varios antes. Todavía Casas tiene la oportunidad de cambiar, lo lamentable es que ya perdió lo más importante que todo aquel que se precie de ser hombre tiene, la PALABRA.

Y dentro del Congreso local, podría quedar como el loco, el inmaduro, como una noche de debut y despedida, por cierto cuyo adiós sería más trágico.

Como dicen los viejos políticos, quien traiciona una vez lo hará siempre, ese es el estigma que tiene “NOROÑA-CASAS” y con ese vivirá siempre porque así lo decidió con su principal protector en MORENA, Rabindranath Salazar Solorio.

 

Los gajes del oficio político y a pesar de estar ante grandes políticos, fue algo que nunca aprendió este pigmeo, lamentable porque su carrera política pintaba para más. ¡Que alguien le ayude a este pobre hombre!.

Ámbito: 
Local