Cómo podrían correr a 200 diplomáticos priistas
El equipo del canciller entrante, Marcelo Ebrard, está por completar un análisis sobre personajes políticos o vinculados a partidos que ocupan cargos en el Servicio Exterior Mexicano. Una lista preliminar marca a más o menos doscientos nombres cuyas renuncias estarían siendo solicitadas en breve, según fuentes confiables. La lista está siendo depurada por las autoridades electas.
Una primera lista fue publicada hace unos días en el periódico EL UNIVERSAL e incluía a varios embajadores (Guerra Abud, Elías Azar, Arroyo Vieyra, Melquiades Morales, Emilio Rabasa, Jiménez Macías, Juan Sabines, Marisela Morales, etcétera). Esta segunda lista es más larga pues incluye cargos varios en niveles jerárquicos relevantes en consulados, agregadurías y direcciones diplomáticas que durante años han significado pagos de favores políticos o de plano exilios dorados para priistas en desgracia.
A la oficina de Ebrard han estado llegando varias cartas de renuncia. Una de las que más llamó la atención al equipo de transición fue la del ex senador priista y ex candidato al gobierno de Baja California, Fernando Castro Trenti.
En su misiva de renuncia, con efectos al 30 de noviembre de este año, el ahora embajador de México en Suiza (antes lo fue en Argentina) expone que durante sus años en ambos encargos “sin interrumpir mi jornada laboral, por las noches me escolaricé, obteniendo los grados académicos de Maestro en Relaciones Internacionales, Maestro en Política Económica Internacional y Doctor en Ciencia Política”.
En el equipo de transición dieron a este párrafo una lectura muy distinta a la que hubiera deseado Castro Trenti: lo tomaron como una de las muestras más acabadas de cómo políticos priistas usaron el servicio público para sus fines personales. Y han puesto bajo revisión su gestión, para saber si en efecto no dejó sus tareas cotidianas para estudiar, y también tienen la lupa en sus gastos personales.
SACIAMORBOS. 1.— El problema no es sólo mandar una pésima señal a los mercados estos días sino que nuestro principal rival en la región está mandando al mismo tiempo muy buenas señales. En el duelo económico de México contra Brasil (los dos grandes de América Latina), no es sólo que López Obrador metió un autogol sino que encima a los pocos minutos el impresentable de Bolsonaro metió gol. 2-0. El discurso del presidente electo mexicano preocupa a los mercados mientras que el discurso económico del presidente electo de Brasil es francamente amistoso con los inversionistas. Podremos quejarnos y con razón del racismo, machismo, homofobia del mandatario brasileño, pero eso no es lo que analizan los que invierten dinero.
2.— Mucho se habla del huachicoleo y de cómo perforan ductos de Pemex, pero a veces ni esa molestia necesitan pasar los criminales: las pipas, ya cargadas de combustible no facturado, salen de las propias instalaciones de Pemex. Me cuentan que la denuncia la puso un gobernador del Bajío en el escritorio del presidente electo.