El tabasqueño se fue, pero no toda su gente. Muchos de quienes le acompañaron en el gobierno y sobre todo, varios de quienes le ayudaron a desviar recursos y a utilizar electoralmente las instituciones públicas siguen en sus puestos o han sido promovidos a una mejor posición. ¿Por qué? ¿Desconocimiento o complicidad?
El ex gobernador Graco Ramírez no sólo dejó como herencia al estado una deuda que supera los 15 mil millones de pesos y compromete las finanzas de las próximas tres administraciones estatales, también sembró funcionarios leales a él que ya han sido ratificados por la nueva administración que encabeza Cuauhtémoc Blanco Bravo. Por desconocimiento o falta de equipo, los secretarios del ex seleccionado nacional mantienen a personajes que ayudarán al tabasqueño a cubrir sus faltas y a dinamitar desde dentro al régimen. La crisis en el nuevo gobierno es cuestión de tiempo.
En el acomodo de piezas del nuevo gobierno la voz cantante la lleva la secretaria de administración Mirna Zavala; la funcionaria es quien toma las decisiones en todas las áreas, a ella se le tienen que consultar las contrataciones y da el visto bueno en la estructura de las secretarías. Mirna Zavala es por decisión propia o por encargo, quien palomea a los nuevos funcionarios, quien define los equipos y decide quien se va y quien se queda en el gobierno.
Armar un equipo es una tarea sumamente compleja, sobre todo en una situación como la actual: el gobierno que encabeza Cuauhtémoc Blanco no sólo tiene que definir un gabinete que le ayude a sacar adelante la administración y le permita cumplir con los retos propios de cada oficina, también debe cuidarse de los ataques políticos, las complicaciones operativas y el boicot de quienes pertenecieron al régimen anterior y continúan en puestos claves.
Por ser crítico de Graco Ramírez Cuauhtémoc Blanco se ganó la simpatía de muchas personas; su rebeldía a las ocurrencias del gobierno de nueva visión, su rechazo a las imposiciones del tabasqueño y la permanente denuncia que hizo de los abusos de la administración del PRD volvieron al futbolista un ícono de la sociedad morelense; para otros esta postura generó molestia, incomodidad y recelo, porque afectaba sus intereses y ponía en riesgo el status quo que tanto los beneficiaba.
Ahora que está al frente de la administración estatal Cuauhtémoc Blanco comienza a sentir la complejidad del manejo de un estado y valora la importancia de tener un buen equipo a su lado. Su gabinete está compuesto por personajes con diferentes perfiles, con historias y profesionales diversas y muy pocas cosas en común; es un gabinete que hasta ahora no ha dejado ver nada extraordinario y que deberá demostrar su lealtad con trabajo y con resultados.
En esta historia comienzan a surgir señales de alerta: hay personajes del régimen pasado cercanos al ex gobernador Graco Ramírez, a Elena Cepeda y a Rodrigo Gayosso que no sólo han sido ratificados en el cargo, a algunos los han promovido y colocado en posiciones clave de manejo de personal y recursos. Las primeras decisiones de estos funcionarios comienzan a generar revuelo dentro del gobierno, los trabajadores los señalan, refieren sus acciones y ponen en alerta al ex seleccionado nacional.
Así sucede por ejemplo, en la Secretaría de Salud, en donde un grupo de empleados denuncia a la ex directora de recursos Humanos Brenda Alicia Villafañet, a quien acusan de actuar con arbitrariedad, con prepotencia, de tráficar con influencias y nepotismo; a esta persona cercana a la familia gobernante perredista la premiaron con la dirección del Seguro Popular y dicen, ha comenzado a colocar en la estructura a otros personajes que sirvieron al graquismo, que fueron parte de los negocios turbios de la Secretaría de Salud y siguen siendo leales a Graco Ramírez.
Brenda Alicia Villafañet, Lorena Gaytán Calderón, Lluvia Abril Franco y Miriam Plata, añaden los trabajadores en una carta dirigida al gobernador Cuauhtémoc Blanco, estuvieron en la campaña de Rodrigo Gayosso, presionaron al personal de la Secretaría de Salud para que votaran a favor del PRD y acosaron y/o despidieron a todos aquellos que manifestaron su simpatía por el candidato de la coalición Juntos Haremos Historia en Morelos.
Algo similar ocurre en el Instituto de Educación Básica, ahí su titular Eliacin Salgado ha ratificado en sus cargos a figuras directamente relacionadas con el ex gobernador Graco Ramírez y su hijastro Rodrigo Gayosso. En el IEBEM suenan nombres como Yaneli Fontes, Enrique Vargas Larios, David Suárez Solís, Ermila Vara Luna y Felipe Castro Valdovinos. Estos personajes no sólo formaron parte del equipo cercano del gobierno perredista, también facilitaron a Graco Ramírez la tarea de desviar dinero de educación a la campaña de Rodrigo Gayosso.
Estos funcionarios fueron piezas claves del gobierno anterior, operaron para la campaña del PRD y fueron los encargados de desviar dinero a los bolsillos de Graco Ramírez y su familia. La estrategia de recopilación de votos y dinero en el sector educativo pasó por estas personas y luego de que perdieron la elección a ellos se les encargó tapar los hoyos financieros y legales que dejó a su paso el huracán Rodrigo y la tormenta Elena.
Casos como el de Salud y Educación se repiten en casi todas las oficinas del gobierno estatal; quizá por desconocimiento de las cosas, por falta de personal o porque simplemente quieren tomar el negocio, el caso es que en distintas secretarías se están rafiticando a figuras que el gobierno anterior utilizó para operar política y económicamente. Peor: por un lado se están ratificando a piezas del graquismo y por otro se despide personal operativo con muchos años de experiencia que denunció los abusos que se cometían en cada una de las áreas del gobierno estatal.
Cuauhtémoc Blanco y José Manuel Sanz saben que navegan en aguas turbulentas, tienen claro que Graco Ramírez les dejó sembradas muchas bombas de tiempo y que en la campaña el PRD utilizó dinero público y personal del gobierno para tratar de mantener el poder. Hoy muchos de quienes jugaron en su contra siguen en el gobierno, han sido ratificados o promovidos y desde esos espacios operarán para hacer que la nueva administración fracase.
Lo que pasa en el gobierno con el acomodo de personal es algo que gobernador y el secretario técnico de la gubernatura deben observar con cuidado. Si no ponen atención en el tema y actúan en consecuencia, la crisis les va a estallar en las manos.
Desde esas posiciones los graquistas van por dos cosas. Cubrir las tropelías del pasado y entorpecer la marcha del presente.
· posdata
Hace casi mes y medio que hubo cambio de gobierno en Morelos y la violencia no cesa, por el contrario, los niveles son cada día más alarmantes. José Antonio Ortiz Guarneros llegó a Morelos un mes antes de la toma de protesta de Cuauhtémoc Blanco y de inmediato le entregaron el control de la seguridad del estado; treinta elementos de la Marina Armada de México le acompañan en la Comisión Estatal de Seguridad.
Las cifras que surgen de las propias autoridades son terribles: desde el 01 de octubre 93 personas han sido asesinadas en hechos violentos en distintos puntos del estado, muchas de ellas recibieron el tiro de gracia y todas, al parecer, están relacionadas con actos de la delincuencia organizada. Hasta la mañana del domingo la cifra roja en Morelos era la siguiente: 693 personas asesinadas y/o ejecutadas en lo que va del 2018; 93 del 01 de octubre para acá.
El problema es mayor y no se resuelve sólo con buena voluntad, la llegada del vicealmirante Ortiz Guarneros a la Comisión Estatal de Seguridad generó confianza porque se trata de un hombre experimentado en materia de seguridad, de historial intachable y sin vínculos con la delincuencia organizada; además José Antonio Ortíz Guarneros no es como Jesús Alberto Capella Ibarra: no le gusta el protagonismo ni la frivolidad y su actuación es totalmente ajena a cuestiones políticas o intereses económicos.
¿Entonces qué ha faltado?
Casi un centenar de asesinados en 42 días es una cifra aterradora, representa más de dos ejecuciones diarias en promedio y ello, por donde se vea, no puede ser una señal alentadora. En este tiempo se han dado a conocer diversos casos de secuestro, lo mismo que acciones policiales en donde autoridades rescatan a víctimas de plagio; es decir: los secuestros y las extorsiones siguen vigentes en el estado.
Con Alberto Capella era común ver videos del comisionado hablando de los logros de la dependencia, presumiendo su oportuna actuación en contra de los grupos criminales y el rechazo sistemático a todas las críticas; era la faceta histriónica del regordete jefe policiaco, fue su versión del youtuber policiaco que se la pasaba contando historias fantásticas, pero sin la gracia del “Miñero”.
Hoy ni eso: la CES no comunica, no dice nada, ni informa nada. Las cifras que circulan en las redes sociales son contabilizadas por la gente o surgen de manera extraoficial de las dependencias. La falta de resultados y el vacío de información es una mezcla peligrosa que puede echar por tierra uno de los grandes retos del sexenio.
La pregunta es simple: si tenemos a un marino experimentado, sin vínculos con la delincuencia, dedicado de tiempo completo a la lucha contra la inseguridad y con el único compromiso de dar resultados ¿Por qué las cosas en lugar de mejorar han empeorado?
Si no se comunica, lo que queda es pensar que seguimos por el mismo camino de antes y el destino es el fracaso. La perc epción es clave en la lucha contra la delincuencia.
· nota
Los diputados de la 54 legislatura no han dejado ir semana sin lanzar acusaciones contra el gobierno de Graco Ramírez y sus antecesores; los nuevos legisladores han enumerado las tropelías cometidas en el pasado reciente, señalan con dedo de fuego a los responsables del desfalco y detallan con puntualidad las faltas millonarias.
Desde el congreso se ha hablado de la quiebra que heredaron, de los abusos cometidos por la Legislatura 53 y el desvío millonario a campañas; recientemente se dio a conocer un reparto de 10 millones de pesos entre los diputados del PRD y un legislador de Morena, Marcos Zapotitla, hizo público el desvío de varios millones de pesos a la campaña de Rodrigo Gayosso.
Son muchas las acusaciones, todas refieren actos ilegales y desvío de recursos y siempre los acusados son integrantes del gobierno pasado y la legislatura anterior. Los nuevos representantes populares destacan las faltas, enlistan los abusos y ponen nombre a los delitos.
¿Y luego?
A más de dos meses de que iniciaron su gestión los integrantes de la 54 legislatura de Morelos la historia ha sido la misma: muchas acusaciones, pero pocas acciones. Los diputados señalan, pero salvo un par de denuncias (una de ellas de chocolate) nada han hecho. Su promesa de campaña de ir contra la corrupción es letra muerta.
En los próximos días el ejecutivo les entregará el Paquete Económico 2019 y comenzará su discusión; en el análisis y ajuste del mismo veremos si fue real la otra oferta electoral de los legisladores: austeridad.
· post it
El reto del panismo tras su elección de dirigencia es levantarse de entre las cenizas, pero sobre todo no repetir los errores que los hundieron.
La política igual que la vida da oportunidades, pero también cobra caro los tropiezos. Los panistas tienen el futuro en sus manos, de ellos dependen lo que venga en los años siguientes, lo único cierto es que no pueden repetir las prácticas que los hicieron fracasar.
Veremos de qué está hecho el partido de Gómez Morín.
· redes sociales
La denuncia se hizo en las redes sociales: el supermercado Cityy Market taló un árbol que no dejaba ver su anuncio. Era un árbol enorme, frondoso, de muchos años, pero eso no importó a la empresa; para ello lo importante es que el nombre de su negocio luzca.
Así como este hay muchos casos en Cuernavaca que se llevan a cabo con la complicidad de las autoridades. Los abusos (de todo tipo) están permitidos para quienes están dispuestos a pagar su precio.
La eterna primavera de Cuernavaca está siendo aniquilada.
Comentarios para una columna alegre:
Twitter: @eolopacheco
Facebook: Eolopachecomx
Instagram: eolopachecomx