El nombre de Rubén Jaramillo fue inscrito en el muro de honor del salón de plenos del Congreso morelense, a propuesta de la diputada Hortencia Figueroa Peralta, coordinadora del grupo parlamentario del PRD.
Desde la tribuna, la legisladora reconoció y agradeció a sus compañeros de la LIII Legislatura local, “la sensibilidad y la voluntad que han tenido para hacer justicia a la memoria” del luchador social.
Destacó la trascendencia del acto histórico y “la oportunidad de inscribir con letras doradas el nombre de Rubén Jaramillo, en el lugar donde se encuentran líderes de la lucha zapatista, lo que es un acto que trasciende a otras generaciones”.
Figueroa Peralta dio lectura a un escrito de Plutarco Emilio García, en el que se sugiere a los movimientos sociales actuales, echar una mirada a la experiencia jaramillista, como un ejemplo, que junto a la protesta, pero también a la propuesta, debe estar para materializar las ideas y proyectos.
"... nunca más un líder, un luchador que busca transformar las condiciones de vida para los demás, sea cegado, asesinado como fue Rubén Jaramillo y su familia”, expresó Figueroa Peralta.
Recordó que “Rubén Jaramillo representó el eslabón más importante a nivel nacional entre el zapatismo histórico y el movimiento campesino contemporáneo, fue un ejemplar soldado del Ejército Libertador del Sur, que después de la muerte del General Zapata puso en práctica muchas de las enseñanzas adquiridas de la Revolución”.
Además, apoyado en el Plan de Ayala y en muchos de sus excompañeros de combate, Jaramillo gestionó y consiguió por medios pacíficos la creación del primer ejido en Tlaquiltenango; en 1926 creó la Sociedad de Productores de Arroz en el Centro y Sur de Morelos; y fue uno de los principales promotores de la creación del Ingenio Azucarero de Zacatepec, operado por una sociedad cooperativa de campesinos y obreros”.
Rubén Jaramillo fue asesinado junto con su esposa e hijos, en Xochicalco el 23 de mayo de 1962.