Impunidad
Hoy, cuando Graco Ramírez, varios de sus funcionarios ladrones y los pseudo representantes populares de la 53 legislatura local han sido denunciado s penalmente, por malos manejos financieros y posibles actos de corrupción, los fiscales general y Anticorrupción, están en el ojo del huracán porque, evidenciarán la gratitud hacia sus amigos y ex jefes porque fueron ellos quienes los pusieron en estos cargos precisamente para blindarse cuando se llegara este momento. Y llegó.
LA HISTORIA DEL AHORA FISCAL ANTICORRUPCIÓN.- En su momento, se dio a conocer en este espacio que Juan Salazar Núñez, Fiscal Anticorrupción, la volvió hacer al no poder integrar bien el expediente por lo que permitió con su torpeza, que haya quedado en libertad al ex edil de
Temixco, el corruptísimo Miguel Ángel Colín.
Y basta recordar que en el primer año que fue designado como Fiscal Anticorrupción, Juan Salazar Núñez, no funcionó para maldita la cosa y eso sí, cobró bien y bonito los 70 mil pesos mensuales de salario y sus 210 mil de aguinaldo en diciembre de ese año, sin importarle el mar de críticas de que ha sido objeto por la falta de resultados así como las controversias generadas por los profesionistas del derecho debido a que se han dado cuenta que esa institución es un elefante blanco y un arma negra que intentó ser utilizada por el mismísimo Graco Ramírez para acabar con sus enemigos cuando fue titular del poder Ejecutivo.
ELEFANTE BLANCO.- Juan Salazar Núñez, sin mucho hablar, casi pasó inadvertido en el cargo, casi invisible, durante casi un año porque incluso, “nadó de a muertito”, no realizó ninguna actividad contra funcionario alguno desde que el 28 de agosto del año del 2015 fue designado por la
anterior legislatura como el fiscal Anticorrupción de Morelos. En ese tiempo, en el que no hizo prácticamente nada, sin acción alguna que sea digna de contar, estuvo cobrando sus 70 mil pesos por lo que durante este tiempo, ha logrado más de un millón de pesos tan sólo de salario sin siquiera haber realizado alguna acción contra funcionario alguno.
Basta recordar que hizo en el desfalco que se registró por parte de Francisco Moreno Merino por varios cientos de millones de pesos y jamás hizo caso alguno del tema. Es más, hasta la fecha que ha realizado como para poder demostrar una posición firme y enérgica para castigar a los políticos corruptos y retribuir los salarios ofensivos que perciben.
No ha pasado hasta el momento nada y ni pasará; lo mismo en los municipios donde hay diversas situaciones de malos manejos y malversación de recursos; las irregularidades que se detectaron en la compra del predio sede del poder Legislativo tampoco fue motivo de investigación pese a los millones que existieron de diferencia entre quienes vendieron y compraron; dentro del Ejecutivo existieron inconsistencias en las obras y tampoco se hizo absolutamente nada. Lo peor, es que no sucederá nada contra nadie que esté del lado del gobierno que emanó del Partido de la Revolución Democrática por lo que para muchos sólo es un “un elefante blanco”.
Con esa desfachatez que le caracteriza al nuevo fiscal anticorrupción, estuvo durante casi un año cobrando sus 70 mil pesos puntuales y se dedicó de lleno a trabajar en lo relacionado a la infraestructura de su dependencia, es decir, en todo lo relacionado a la elaboración del
reglamento y la nueva ley así como lo referente al presupuesto financiero que requiere para poner en funcionamiento esta institución.
Incluso, el propio Juan Salazar Núñez, reconoció en su momento que en más de nueve
meses no trabajó en un solo asunto, por lo que ahora que tiene las denuncias contra su ex jefe y amigo, Graco Ramírez, tendrá dos opciones: Demostrar que hará cumplir la Ley y atenderá jurídicamente los casos o será cómplice y esbirro del peor mandatario estatal de Morelos pero el responsable de que esté en ese cargo.
EL AUDITOR Y FISCAL ANTICORRUPCIÓN.- El auditor José Vicente Loredo Méndez ha sido y será amigo de Graco Ramírez. Hoy, el sabe que juega y lo está haciendo con los actuales diputados locales que no saben como frenarlo. ¿Corriéndolo? Es lo que busca, para exigir el pago de su liquidación y próximamente su jubilación. Los actos perversos del ex perredista son claros. Jugó en su momento con los diputados de la 53 legislatura y hará lo propio con los de la 54. Se mofa en su cara. Los escupe y no pasa ni pasará nada.
EN EL BANQUILLO DE LOS ACUSADOS.- Y esta acción no le preocupa a un personaje que está curtido en estos temas políticos de amenazas que pudieran hacerlo los diputados. ¿Correrlo? Con lo logrado y alcanzado en el tiempo que ha estado en el cargo es suficiente para su proyecto de vida. Aunque aún quiere más. Por ello, al cuestionarle y amenazarle con el hecho de que extravió la documentación de las pruebas de los créditos multimillonarios y demás, no le ocasionan el más mínimo temor porque sabe a lo que se enfrente. Al final, sabe que no le podrán hacer absolutamente nada.
Vicente Loredo, fue quien cambio al documentación para evitar el daño resarcitario de Graco y que se viera en la necesidad de regresar más de mil millones de pesos del crédito por 2 mil 806 millones de pesos. De ello lo sabe bien Luis Manuel González Velazco y Gerardo Becerra Chávez de Ita, quienes tienen completa la película y saben además, dónde se manipuló la información para darle impunidad al oriundo de Tabasco.
Siempre estuvo cubierto Graco y hoy en día lo sigue estando. Por eso, el daño provocado a las finanzas del estado difícilmente tendrá un castigo penal como la sociedad anhela, porque aprovechan los recovecos jurídicos para cubrirse con el manto de la impunidad y la protección que les otorga la herencia de funcionarios en puestos claves al amparo del poder político.
Hoy, los diputados locales están más preocupados porque no les bajen las dietas que por hacer que paguen quienes saquearon a Morelos, porque además, hay varios diputados que son cómplices de la pasada legislatura y que hoy tratan de hacer y decir lo contrario, cuando todo mundo los identifica plenamente y que por sus acciones se han evidenciado burdamente.
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