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PEPE GRILLO

Los adioses

El próximo sábado, justo dentro de una semana, el nuevo Presidente de la República asumirá su cargo.

Será el primer día de un gobierno que se define como la Cuarta Transformación de la vida nacional.

La última semana de noviembre será, en consecuencia, la de los adioses.

Los despachos de los funcionarios públicos del actual gobierno se vacían. El objeto más preciado son las cajas de cartón para acarrear los objetos personales.

La casona presidencial de Los Pinos está prácticamente vacía. Dentro de una semana comenzará a operar como museo.

Trascendió que esta misma tarde el presidente Peña ofrecerá una comida de despedida a los integrantes de su equipo de trabajo.

Sirvan lo que sirvan, serán platillos agridulces.

 

Alfaro, cabeza de la oposición

La victoria apabullante de López Obrador y Morena en la elección del primero de julio conformó una presidencia fuerte y, al parecer, sin contrapesos.

Fue una percepción errónea, sí los hay, sólo que se buscaron en el lugar equivocado.

Uno de esos contrapesos será Enrique Alfaro, gobernador electo de Jalisco, que se perfila para encabezar la oposición a la aplanadora de Morena.

Alfaro no es el único que se siente arrollado, pero sí es de los pocos que lo dice en voz alta, y de manera articulada.

Además, tiene una plataforma poderosa: será gobernador de uno de los principales estados de la República, un estado emblemático, con una aportación sustantiva al PIB nacional.

 

Desdén inaceptable

Los gobernadores del PAN detectan en el nuevo gobierno un afán de sometimiento.

La forma en que se han procesado los temas de la Guardia Nacional y los llamados superdelegados los tiene irritados por la sencilla razón de que no los tomaron en cuenta.

Son temas que afectan a las entidades que gobiernan y desde su punto de vista el nuevo gobierno no les dio su lugar.

Incurrieron, dicen, en un desdén inaceptable.

En torno a los superdelegados es evidente para ellos que se trata de una cuña política y de una maquinaria para construir candidaturas.

Aunque se dice que fueron diseñados para generar ahorros, lo cierto es que la figura de los superdelegados comienza a salir muy cara.

 

SNTE se amolda

Los cambios se están produciendo ante la mira atónita de los ciudadanos.

Las organizaciones tienen que adaptarse a las nuevas circunstancias. Quienes no cambien quedarán empantanados.

El SNTE no es la excepción. Los maestros de esta corriente no tienen intención de ser oposición, no es su vocación, nunca la ha sido y no lo será hora.

Su relación laboral es con el gobierno en turno, sea del PRI, del PAN o de Morena.

El cambio en la dirigencia del sindicato obedece a la necesidad de sintonizar mejor con el nuevo gobierno.

Por esa razón lo primero que hizo el nuevo dirigente fue anunciar su respaldo a la Cuarta Generación, aunque nadie sepa bien a bien de qué estamos hablando.

 

pepegrillocronica@gmail.com

Ámbito: 
Nacional