Dolores de cabeza
Ya había reservado más de 20 habitaciones en uno de los mejores hoteles de Reforma; sin embargo, a la hora buena el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, resolvió cancelar su visita a México.
Ortega, antiguo jefe sandinista que devino en dictador, no usará su asiento en el avión que rentó para viajar a México. Una comitiva de ese país, encabezada por el canciller Moncada, ya está entre nosotros, pero sin el mandatario.
Residentes nicaragüenses, personas que han tenido que huir del país por la represión, ya tenían listas movilizaciones de repudio a la presencia de Ortega, cuyo gobierno ha elegido la represión como política a seguir con sus adversarios.
El nuevo gobierno mexicano recibió con agrado la noticia de que no viene Ortega. Ya en lugar de tener dos dolores de cabeza, sólo tendrá uno: Nicolás Maduro, que bien vale la caja completa de aspirinas.
¿Ceremonia o mitin?
Una pregunta recorre el equipo de logística de López Obrador.
¿Esta tarde, ya como Presidente en funciones, dará un mensaje a la nación desde el balcón de Palacio Nacional o desde el templete ubicado en plancha del Zócalo?
La respuesta implica ajustes importantes en materia de seguridad. No es lo mismo cuidarlo desde la altura de Palacio que a ras de tierra.
Precisamente por eso, porque está más cerca de la gente, casi como evento de campaña, la opción del templete toma fuerza.
Pasar de los actos de proselitismo o las ceremonias protocolarias tomará su tiempo.
Por lo pronto, los actos tipo mitin son los favoritos de la casa, están en la naturaleza del Presidente para celebrar eventos relevantes como su llegada a Palacio Nacional.
Veracruz, fin de la dinastía
También en Veracruz soplan vientos de cambio.
Cuitláhuac García ya es el nuevo gobernador del estado. Reiteró sus ofertas de su exitosa campaña: combate a la corrupción y freno a la violencia.
Veracruz, que fue priista hasta el sexenio ignominioso de Duarte, pasó después al PAN y ahora a Morena.
Lo que muestra que los veracruzanos no se tientan el corazón para premiar o castigar a sus gobernantes. Las alternancias no les asustan, de hecho las provocan.
Cuitláhuac se alzó con la victoria en las elecciones de julio triunfando sobre dos candidato de apellido Yunes
Hubo la intención de forjar una dinastía, pero no. La ciudadanía veracruzana tenía otros planes y prefirió impulsar un cambio real.
Claudia, todo listo
La Cuarta Transformación también viene para la Ciudad de México.
Más allá de los debates sobre el emblema, el equipo de Claudia Sheinbaum está listo para tomar las riendas de la metrópoli.
Claudia tendrá una comunicación fluida con el gobierno federal y con el Congreso, lo que augura buenas noticias para la ciudad.
Al mismo tiempo tendrá que forjar relaciones funcionales con los gobernadores de los estados circunvecinos, comenzando por el Estado de México, de Alfredo del Mazo.
Seguridad y movilidad aparecen como los retos principales para su gobierno. No son los únicos.