I. Nueva era. Después de tres intentos, hoy Andrés Manuel López Obrador, junto con varios millones de mexicanos, celebrará su arribo a la Presidencia de la República. Constancia y seguridad son lo que han llevado al tabasqueño a cumplir su sueño de transformar el país. Ha recorrido el territorio nacional, acaso como ningún candidato jamás en la historia. Comenzó a delinear el terreno para arribar este primero de diciembre con la alfombra puesta. Practicamente, se apoderó de la agenda nacional desde el mismo 2 de julio, cuando su ventaja electoral era inalcanzable. Ha sido un camino lleno de obstáculos, pero los proyectos e ideales de izquierda tendrán su oportunidad en los próximos seis años. Hay un gran ánimo en toda la sociedad, no lo desperdiciemos.
II. Corrección política. El líder nacional del PAN, Marko Cortés, aseguró que los diputados federales y senadores del blanquiazul asumirán con seriedad, deber ético y responsabilidad política su papel como primera fuerza de oposición. “Somos demócratas y creemos en la tolerancia y la pluralidad. Por eso los legisladores de Acción Nacional recibirán y escucharán con respeto al Presidente de México, dejando claro que por ningún motivo significa que claudiquemos en nuestras convicciones”. Además, afirmó que coincide con que México requiere una transformación, pero no como la que plantea Morena, sino un cambio que genere certidumbre. ¿Y habla de generar confianza? Ni en el PAN saben dónde se metió su exlíder y candidato, Ricardo Anaya. Es más, ni quien se acuerde.
III. El incómodo. La presencia de Nicolás Maduro en la toma de posesión de Andrés Manuel López Obrador podría generar problemas al presidente electo. Y aunque al gobierno entrante parece no incomodarle la cuestionada figura de Maduro, pese a que durante toda la campaña se desligó del régimen venezolano. Un grupo de reconocidos intelectuales en nuestro país emitió un manifiesto en rechazo a la visita de Maduro, donde se destaca que la reelección del presidente venezolano ha sido declarada ilegítima por la OEA, porque el proceso electoral no contó con las mínimas garantías de imparcialidad, limpieza y transparencia. El nuevo gobierno se defiende: seremos amigos de todos. Estará Maduro en México, así que no se vayan a portar mal. Guarden los jitomates.
IV. A toda prisa. Casi se le acaba el tiempo a Rafael Pacchiano, titular de la Semarnat. En el último día del sexenio fueron publicados en el Diario Oficial de la Federación tres nuevos Programas de Manejo del Área Natural Protegida: Reserva de la Biosfera Caribe Mexicano; Parque Nacional Revillagigedo y Área de Protección de Recursos Naturales de Valle de Bravo. Se fortalecerá su conservación, se protegerá su diversidad biológica y se incentivará el desarrollo socioeconómico de las zonas, a través de actividades sustentables que preservan el equilibrio ecológico y la riqueza natural para futuras generaciones. Ojo con Rafael Pacchiano, demostró ser un gran líder, y su equipo, simplemente, respondió.
V. Se acabó. Hasta el último minuto de su administración, el ahora expresidente Enrique Peña Nieto mostró su compromiso con la nación. Ayer por la noche, regresó a la Ciudad de México desde Buenos Aires, Argentina, donde acudió a la cumbre de líderes del G20 y donde, además, firmó el acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). El avión presidencial “José María Morelos y Pavón” TP-01 aterrizó en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, luego de la última gira internacional como Presidente y a unas horas de entregar la administración a Andrés Manuel López Obrador. Un sexenio de claroscuros se va; quedan sus compromisos cumplidos y su nombre inscrito en la historia. Entrega un México en paz. Gracias.