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EL ASALTO A LA RAZÓN

En el espejo de Hernández Unzón

 
 

Haberle aplicado al ingeniero Alberto Hernández Unzón la eufemística fórmula de presentar su "renuncia" para echarlo a la calle, dejando de coordinar el Servicio Meteorológico Nacional, delata el grado de ignorancia y desprecio al servicio público de carrera que muchos de los favorecidos por Andrés Manuel López Obrador padecen.

Ávidos de poder, destilan la voracidad con que llegan a puestitos y puestazos que les permiten prescindir de los eficientes y multiplicar los panes prodigando, a su vez, nombramientos para los cuates.

El ingeniero Hernández Unzón llevaba (jefe de Proyecto, subgerente, gerente y coordinador) casi 30 años dentro del SMN, pero las titulares recién llegadas a la Secretaría de Medio Ambiente y a la Comisión Nacional del Agua, Josefa González Blanco Ortiz y Blanca Jiménez, respectivamente, ni siquiera se interesaron en conocerlo ni preguntarle a qué se dedicaba.

Prudente, el despedido cuenta que sus jefes anteriores confiaban en que seguiría en el cargo, "pero una cosa es lo que dicen los que se van y otra los que entran, que son los que mandan...".

La cuarta transformación se priva de un cuadro eficiente, profesional y experimentado en administraciones tanto de chile, dulce y manteca del aborrecido "neoliberalismo" como las de Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.

Fuera de pronosticar el clima, ¿qué falta cometió para que se tire a la basura su encomiable desempeño?

Hernández Unzón, tan conocido y reconocido por su amable y diáfana presentación en los medios, encarna el problema de decenas de miles de hombres y mujeres públicamente anónimos en alto riesgo de quedar desempleados porque así lo decidió el nuevo presidente de la República.

Ante la corredera de trabajadores de confianza y la reducción de salarios, cunde el pánico: los servidores públicos en capilla suman casi 300 mil, 25 mil de los cuales lo son de carrera porque lograron ascender mediante exámenes de oposición en que aprobaron diversas pruebas psicotécnicas, desarrollo de temas, supuestos prácticos, idiomas, etcétera, nada de lo cual tuvieron que presentar quienes hoy tienen la facultad de empobrecerlos o despedirlos.

Y a propósito de que nadie en el servicio público gane más que el Presidente, son algo menos de 700, de un aproximado de mil 500, los jueces de distrito y magistrados que han promovido amparos para evitar la reducción de su salario. Es el primer tour de force entre los poderes Judicial y Ejecutivo. En el fondo está la independencia constitucional de cada uno (también el Legislativo) para distribuir su presupuesto sin injerencias ni sometimientos.

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Acompaño en su pena y les deseo pronta resignación a los hermanos Beatriz, Gabriela y Rodrigo Gutiérrez Müller por el fallecimiento de la señora Nora Beatriz Müller Bentjerodt.

cmarin@milenio.com

Ámbito: 
Nacional