Un delito grave
El huachicoleo es una actividad criminal violenta que destruye el tejido social.
Su solución es particularmente complicada, entre otras razones porque se dejó crecer hasta casi volverse inmanejable.
En el robo de combustible está metido, por principio cuentas, personal de Pemex, bandas del crimen organizado e incluso, no hay que olvidarlo, pueblos enteros, que ven al huachicoleo como una fuente de ingresos para la comunidad.
En sitios como Salamanca, Guanajuato, contar con una refinería se ha convertido en una maldición. Atrae a sus inmediaciones a cientos de malandros dedicados al huachicoleo.
A pesar de las pérdidas humanas y financieras que ocasiona, el robo de combustóleo no es considerado en la ley como un delito grave, una inconsistencia que terminará pronto.
El nuevo gobierno lo convertirá en delito grave y sin derecho a fianza.
De las buenas intenciones
La austeridad es un objetivo compartido.
Acabar con excesos insostenibles en un país tan desigual como México es una buena medida que ha tenido problemas severos de aplicación.
Que nadie tenga un salario mayor al del presidente de la República en una idea impecable. Pero si trata de imponer incluso por encima de la ley se convierte en una irrupción.
Hay un esquema vigente de separación entre los Poderes de la Unión. Dado la presencia mayoritaria de legisladores de Morena en el Congreso esta separación se ha diluido hasta desaparecer, pero en el Poder Judicial la historia es distinta.
La decisión de la SCJN de congelar la Ley Federal de Remuneraciones sólo confirma que normas de este calado requieren un trabajo político previo que nadie se ha tomado la molestia de realizar.
Acompañamiento internacional
El tema de las desapariciones ha puesto a México en el banquillo de los acusados a nivel internacional.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos colocó en su radar el tema de las desapariciones en la ciudad de Nuevo Laredo, Tamaulipas.
Una delegación mexicana que asiste al periodo ordinario de sesiones de la CIDH reconoció ante la comunidad internacional que México tiene un problema en la materia. Se describió como crisis humanitaria.
El subsecretario de Gobernación en materia de Derechos Humanos, Alejandro Encinas, tiene en este tema uno de los desafíos más graves de su larga carrera.
Pidió que la CIDH acompañe al Estado mexicano en los esfuerzos por solucionar el tema, en particular en el caso de Nuevo Laredo, en el que hay infantes de Marina involucrados.
Voto empantanado
Más de cinco meses después de que las urnas bajaran la cortina, la elección del primero de julio en Puebla sigue en el aire. Es demasiado tiempo.
Los organismos electorales estatales y federales están en deuda con los ciudadanos que participaron en los comicios y que advierten, atónitos, que sus votos se empantanaron.
En estos cinco meses han ocurrido demasiadas cosas. Las circunstancias cambiaron. Una elección ahora no tendría nada qué ver con la de julio.
Un poder político en expansión presiona para sumar a Puebla entre los estados bajo su control. Ya veremos si se sale con la suya.