Detrás del dirigente del Sindicato Nacional de los Trabajadores de Salud en Morelos, Gil Magadán Salazar, está la mano del exgobernador Graco Ramírez y de Rodrigo Gayosso Cepeda, para extorsionar al gobierno de Cuauhtémoc Blanco Bravo.
Paro de brazos caídos advierte que realizarán sus afiliados en caso de negarle las exigencias personales y las que supuestamente son para beneficio de sus compañeros, que dejó perder a cambio de unos cuantos centavos que le aventó el gobierno estatal anterior.
En su eterno “poder” y perdido en su mundo de solamente pretender ganar, ganar y ganar para él dejándose de lado los intereses de los verdaderos trabajadores del sector Salud, Magadán Salazar obedece las órdenes de sus jefes, que saquearon a Morelos.
Los tentáculos de Graco Ramírez hoy no solo los tiene al interior del Congreso local, también dentro de la Secretaría de Salud con Gil Magadán quien durante seis años fue un corderito que dejó perder muchos beneficios a favor de sus compañeros a cambio, incluso, de bienes raíces personales.
Entre los múltiples beneficios que dejó perder el dirigente sindical están la entrega de uniformes que anteriormente eran proporcionados a todo el personal de la Secretaría de Salud, a cambio de unos días más de descanso.
La molestia de la base administrativa y operativa fue evidente, porque adquirir un uniforme para los paramédicos, médicos, enfermeras, especialistas y hasta los que están detrás de un mostrador o escritorio es demasiado alto.
Es más, el incremento salarial de los últimos seis años ha sido el más bajo y no supero el 30 por ciento, porque no quería enojarse con el entonces gobernador Graco Ramírez y su hijo Rodrigo Gayosso Cepeda.
Son más las pérdidas que las ganancias para los trabajadores desde que Gil Magadán tomó el liderazgo de un sindicato fuerte al nivel nacional, pero que también hoy está en medio de su desaparición.
Especialmente para el caso de Morelos, la realidad es latente que la sección sindical de los trabajadores del sector Salud está por desaparecer, porque hoy está convertida en los que es, una organización gremial blanca en la que sus dirigentes solamente piensan en ellos y no en sus afiliados.
Actualmente Gil Magadán Salazar piensa más en ver la forma de cómo extorsionar al actual gobierno de Cuauhtémoc Blanco Bravo, actúa con amenazas por obediencia al sus amos: Graco Ramírez y Rodrigo Gayosso Cepeda.
Gil Magadán como buen corderito de la familia Ramírez Cepeda-Gayosso también se quedó mudo por las malas condiciones en que trabajaban sus compañeros, pero a su cuenta particular le llegaron los centavos a cambio de permitir el saqueo de dinero, fármacos, utensilios, gratificaciones y estímulos para sus compañeros, porque al él solo como un buen cuadrúpedo solo recibía las migajas y con eso le bastó.
El dirigente sindical de los trabajadores del Sector Salud en Morelos recibe instrucciones, de los que saquearon al estado y lo dejaron en la pobreza para que mediante la extorsión pueda salvar los intereses de la familia real, que por cierto huyó de la entidad al salir por la puerta trasera y a paso veloz.
En donde tiene que amenazar por “las malas condiciones en que trabajan” sus compañeros no es en el Palacio de Gobierno, como tampoco en la Secretaría de Salud y menos amenazar al pueblo de Morelos con su protesta de brazos caídos.
Lo debe hacer en la residencia de Polanco, haya en la Ciudad de México y en las múltiples propiedades que compraron los amos de Gil Magadán Salazar en todo el estado.
Lo debe hacer solo y sin la presencia de a quienes ya no representa con dignidad, porque esa palabra ya ni la conoce al pervertirse junto con la familia real a cambio de unas monedas.
Gil Magadán Salazar por respeto a sus compañeros del Sector Salud tiene que pedir perdón e irse del cargo, dejarlo a una persona que realmente píense en sus compañeros.
Y está el médico Magadán en la vista de los políticos y dirigentes sindicales corruptos, que están bajo investigación por parte del gobierno federal al causarle daños no sólo a quienes mantiene bajo su yugo, sino a todo un pueblo.
Es el momento que la base laboral de la Secretaría de Salud en Morelos también reaccione, que deje de tener dirigentes deshonestos y que solo los utilizan para el beneficio de ellos y solamente de ellos.