Fuego a discreción
La maquinaria de Morena abrió fuego contra el Tribunal Electoral.
El presidente de la República, el líder de los diputados, la dirigente nacional son los primeros que han puesto a los magistrados como lazo de cochino por su decisión sobre Puebla. Vendrán más.
Pensaron que ya en el gobierno lograrían inclinar la balanza a favor de su candidato, Miguel Barbosa, que abandonó el PRD a cambio de ser candidato de Morena.
No es que la suerte de Barbosa, advenedizo de último minuto, les interese, nada de eso.
Lo importante para Morena era que el PAN, en particular el grupo de Moreno Valle no tuviera un enclave de poder como Puebla.
AMLO dijo que se trata de un fallo equivocado y antidemocrático… pero que lo acatará. Menos mal.
Golpe a madrugadores
Al que madruga, le da sueño al mediodía.
Al menos eso sostiene Silvano Aureoles, gobernador de Michoacán, quien dijo que dar conferencias de prensa a las siete de la mañana no es una estrategia de seguridad.
Tampoco lo que es que haya grupos en los estados que se reúnen a los ocho de la mañana a llenar formatos.
A lo mejor sirve para poner temas en la agenda mediática, pero no como estrategia de seguridad, dijo el perredista, único gobernador del sol azteca en la pradera.
El mandatario fue más lejos: sostuvo que hace pocos días llegaron a la entidad 550 policías militares y el hecho se presentó como un despliegue de la Guardia Nacional, cuando esta corporación todavía no existe.
“Nos estamos haciendo pelotas”, describió el mandatario.
Aeropuerto en el Zócalo
Todos distraídos con el debate sobre la sede definitiva del nuevo aeropuerto, que si en Texcoco o Santa Lucía, cuando en realidad los aviadores aterrizaron en el Palacio del Ayuntamiento, justo en el Zócalo.
Y es que, en una primera revisión, el equipo de Claudia Sheinbaum en la jefatura de Gobierno dio con 58 aviadores la mayoría parientes del jefe de personal que fueron contratados en el segundo semestre del año para hacer realidad la leyenda del Año de Hidalgo.
Los contrataron, no trabajaron, cobraron y volaron desde distintas pistas de despegue. La jefa de Gobierno dijo que no buscará chivos expiatorios.
Lo más seguro es que pronto esos aviadores encuentren otra chamba, pues la fiebre de los aeropuertos está desatada, aunque nadie sepa bien a bien en que terminará su relajito.
¿Día de los inocentes?
Corrió como reguero de pólvora la versión de que el nuevo gobierno, el de la Cuarta Transformación, está dispuesto a recontratar a funcionarios que trabajaron con la “mafia del poder”.
Tal como lo oye. No es una broma cruel.
Les cayó el veinte de que el servicio público no es una feria de improvisaciones, y que la experiencia y el profesionalismo no se dan en maceta.
Hay una sola condición. Los servidores públicos que antes de ser despedidos recibieron una liquidación la tendrían que reintegrar.
Además de abrirles la puerta esos funcionarios se merecen una disculpa. Les llovió y los obligaron a renunciar sin deberla ni temerla.