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FRENTES POLÍTICOS

I.  Lo que haga falta. Hay que aprovechar que los gobernadores están interesados en el proyecto de crear nuevas refinerías en el país. El presidente, Andrés Manuel López Obrador, arrancó su plan para rescatar a la industria petrolera mexicana, anunciando que Petróleos Mexicanos tendrá un presupuesto adicional de 75 mil millones de pesos para 2019 y convocando a los empresarios del país a ganar terreno en el sector a la inversión extranjera. Desde la Terminal Marítima Dos Bocas, presentó el Plan Nacional de Refinación y adelantó que la próxima semana presentará el Programa de Producción Petrolera. Punto neurálgico es bajar el costo de las gasolinas. Que no se pierda de vista.

II. ¿Delincuente? Antonio Paz García fue subsecretario de Capital Humano del Gobierno de la Ciudad de México en la anterior administración, con José Ramón  Amieva. A la llegada de la nueva administración, y tras un primer análisis, se encontró que tenía 58 plazas que eran ocupadas por sus familiares. Así que desaparecerán. No habrá más aviadores advirtió la jefa del Ejecutivo de la capital, Claudia Sheinbaum. Las plazas a las que se refiere, además, fueron creadas con alevosía y ventaja, en el último semestre. ¿Creyó que nadie se daría cuenta? Una buena condena por nepotismo no le caería nada mal. Se debe llegar a las últimas consecuencias.

III. El cinismo y signo de pesos. Fue el ministro Alberto Pérez Dayán quien otorgó una suspensión para que los salarios de los servidores públicos del próximo año no se fijen con la nueva Ley de Remuneraciones para Servidores Públicos y que trae entre dimes y diretes a dos de los poderes. Consideró que si se aplica puede haber afectaciones “irreparables”. Sobra decir que actuó con total parcialidad y en evidente conflicto de interés, ordenó la suspensión de la Ley de Remuneraciones, al aceptar a trámite la acción de inconstitucionalidad presentada por un grupo minoritario de la oposición en el Senado PRI, PAN, PRD Y MC. Su salario asciende a más de cuatro millones de pesos al año. He ahí el porqué.

IV. Barbarie. Ayer se realizarían las elecciones suspendidas el 1 de julio en que San Dionisio del Mar, en la región del Istmo de Tehuantepec, cuando el órgano electoral determinó no había condiciones para la celebración del proceso de renovación de la alcaldía debido a disturbios violentos, fue aún peor. Seis policías lesionados, cinco patrullas dañadas, un funcionario electoral encarcelado un par de horas, así como el robo de paquetería electoral, fueron algunas de las causas que llevaron a  la suspensión de las elecciones extraordinarias en esta zona de Oaxaca. La lucha entre los grupos antagónicos en uno de los 570 municipios de la entidad es muestra de la poca civilidad. Lástima porque se debe respetar la democracia.

V. Otra ocurrencia. Lejos de convertirse en un político serio, al gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, le gana el barrio. Ahora, amenazó que si el gobierno federal decide quitarle presupuesto a su entidad, hará un llamado a los habitantes para no pagar impuestos. “Yo llamaré a los neoleoneses a que no le paguemos impuestos a la Federación; se quedará el país sin dinero. No se trata de eso, no es eso”, declaró. Consideró que Nuevo León debe ser privilegiado porque aporta al país 9% del Producto Interno Bruto y si la entidad crece, el país también lo hará. Lo único que no crece es su calidad moral, señor gobernador.

Ámbito: 
Nacional