Marrakech. El Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular de la Organización de Naciones Unidas (ONU) fue aprobado formalmente en la Conferencia Intergubernamental, la cual reunió a más de 160 países. Estados Unidos, Austria, Hungría, Australia, Italia, Israel no firmaron el acuerdo, que será ratificado el 19 de diciembre por la Asamblea General de la ONU; en total, 164 de los 193 estados afiliados avalaron el acuerdo.
Este es el primer tratado intergubernamental jamás negociado para cubrir todas las dimensiones de la migración internacional de manera completa y holística
, y aunque la mayoría de los países del mundo están firmemente comprometidos con el acuerdo, más de una docena decidió no firmarlo o bien analizan hacerlo.
Con el ejemplo de Estados Unidos, varios gobiernos se negaron a asistir a la cumbre y a adoptar el acuerdo: Austria, Hungría, Chile, República Dominicana, Polonia y Eslovaquia, por separado; Bulgaria, Estonia, Italia, Israel, Eslovenia y Suiza no especificaron si aceptarán el pacto global.
En su discurso de apertura, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, destacó los esfuerzos para el acuerdo al hacer un llamado a la comunidad internacional a no sucumbir al miedo
a la migración y tras subrayar que el pacto respeta la soberanía de los estados.
Guterres habló sobre las numerosas mentiras
que lanzaron los críticos nacionalistas y partidarios del cierre de fronteras en varios países: La migración no regulada tiene un costo humano terrible: vidas perdidas en peligrosas travesías por desiertos, océanos y ríos; un costo en vidas arruinadas por contrabandistas, empleadores inescrupulosos y otros depredadores. Más de 60 mil migrantes murieron desde el año 2000. Esto es una fuente de vergüenza colectiva
.
El debate sobre al pacto internacional es una prueba crucial para los esfuerzos encabezados por la ONU para detener los desplazamientos peligrosos e ilegales a través de las fronteras mundiales que hicieron del tráfico de personas una próspera industria.
La jurista canadiense Louise Arbour, ex comisionada de la ONU para derechos humanos, explicó que el tema está empantanado en los debates parlamentarios en Bélgica, Bulgaria, Eslovenia, Estonia, Italia, Israel y Suiza, aunque algunos de esos países sí participaron en la elaboración del acuerdo.
La canciller alemana, Angela Merkel, también favorable al texto, estaba presente en Marruecos, igual que los jefes de gobierno de España, Pedro Sánchez; Grecia, Alexis Tsipras o el belga Charles Michel.
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