-En Jojutla, anunció el Plan Nacional de Reconstrucción; ahí, 1 de cada 10 viviendas, dañadas
-En la entidad resultaron afectadas 15 mil casas y más de mil escuelas, clínicas y hospitales
Jojutla, Mor.- La primera visita del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador a Morelos fue al municipio de Jojutla, la ciudad más afectada por el sismo del 19 de septiembre pasado, para anunciar el Plan Nacional de Reconstrucción para los damnificados por sismos.
La visita del presidente fue atípica, una mezcla entre la popularidad de una estrella de televisión, un actor o un cantante, a un líder nato, carismático y empático con la ciudadanía. Su llegada, su paso, su estancia y su salida fueron totalmente diferentes a la de gobernantes anteriores; en esta ocasión no hubo un operativo de seguridad apantallante, no hubo elementos de seguridad del Estado Mayor Presidencial, tampoco hubo la amenaza de "nadie puede tocar al presidente", al contrario, el presidente nativo del sureste mexicano "se dejó querer" por jóvenes, mujeres, niños y adultos.
Cientos de manos se alzaron alrededor de una sencilla valla metálica que serpenteó el paso del presidente hacia el lugar donde daría su discurso, las manos tenían carpetas y sobres con múltiples y variadas peticiones de situaciones y carencias que gobiernos anteriores dejaron de atender como la reconstrucción de escuelas, de viviendas, la falta de empleo, la falta de seguridad, los servicios públicos, así como abusos de autoridades; las manos también se abrieron para cortar el aire en intentos desesperados por llamar la atención, sosteniendo teléfonos para tomarse una foto, extendiendo presentes como flores y productos del campo.
Minutos después de las 13 horas, tras permanecer horas parados bajo un sol mediano, la gente gritó y se arremolinó ante la llegada del presidente a quien por 12 años habían visto como el candidato que contendió incansablemente para llegar a la presidencia de la República, "o gano o me voy a la chingada", había advertido en su campaña política al referirse a un rancho en su natal estado de Tabasco.
Para recorrer 100 metros tardó al menos 20 minutos porque la gente quería ser escuchada, los jóvenes con sus uniformes gritaban "peje, peje", y "me canso ganso", para llamar la atención del titular del Ejecutivo.
Su mensaje a la nación fue claro, habrá ayuda para las familias damnificadas -aunque no dijo cuánto-, y se entregarán de manera directa a los afectados, ya no más a través de un tercero, de otras entidades públicas ajenas al plan de reconstrucción o de cooperativas populares.
Para el presupuesto de egresos de la Federación de 2019 se asignaron aproximadamente 10 mil millones de pesos para la reconstrucción de viviendas, escuelas, instalaciones de salud e inmuebles patrimoniales.
En el caso específico de vivienda, será la Comisión Nacional de Vivienda la que coordine la entrega de apoyos que se darán de manera directa a las familias y estos incluirán de forma obligada un asesor técnico, se tomarán en cuenta las condiciones de cada lugar, clima, condiciones ambientales y que el lugar de reconstrucción sea en un lugar más seguro; habrá también apoyos adicionales como parte de otros programas como apoyos al campo, para cooperativas y pequeñas empresas, becas para estudiantes.
En Morelos resultaron afectadas 15 mil viviendas y más de mil escuelas, clínicas y hospitales, en Jojutla 1 de cada 10 casas registró daños por el sismo del 19 de septiembre.
Y para el mes de febrero se anunció la reconstrucción de Palacio municipal de Jojutla.
Lo anterior también fue detallado por Román Guillermo Meyer Falcón, titular de la Secretaría de Desarrollo Agrícola, Territorial y Urbano (Sedatu).
Las autoridades destacaron que en el proceso de entrega recepción se dieron cuenta que no se había dado una atención oportuna ni eficaz a la ciudadanía pues contra el discurso que decía que se había aplicado el 90 por ciento de los recursos había otra realidad de desatención.