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OBSERVADOR POLÍTICO

Negocio y corrupción en los verificentros
 
 

 

Durante la pasada administración los negocios multimillonarios de los perredistas no fueron solo en las obras, donde siempre había “moches”, ni en los medicamentos que se compraban a precios exorbitantes, en razón de que se generó otro “bisne” que se convirtió en un negocio redondo que cada vez se fortalece con más ganancias, sin importar el daño, la afectación que le provocan a la ciudadanía como sucede con los verificentros que al año superan los 600 millones, de un padrón de 600 mil autos públicos y privados que cobran 500 pesos durante dos veces al año  que se dividen entre 10 empresarios que no son de Morelos.

EMPRESARIOS MORELENSES TRONADOS.- En su afán de construir y amarrar un negocio de grandes magnitudes financieras poco le importó al ex gobernador Graco Luis Ramírez Garrido Abreu, haber dejado en la calle a 42 empresarios que habían hecho esfuerzos extraordinarios como vender sus propiedades, autos y endeudarse para constituir un negocio como fueron los verificentros que se instalaron durante el periodo del panista Marco Antonio Adame Castillo, sin embargo, tiempo después de haber llegado la administración perredista, concretamente a mediados del año 2016, sin decirles agua va, el gobierno sin explicarles las cusas les suspendió a los concesionarios sus negocios por un periodo de seis meses que luego ser transformó en permanente para poder operar, por lo que tuvieron que unirse para promover amparos que al final, todos perdieron. Lo cierto, es que a partir de ahí, junto con sus amigos empresarios, Graco mantuvo el control de estos establecimientos, pero una vez que le dieron un golpe mortal a los 42 inversionistas a quienes ni tiempo les dieron de defenderse y por ello, lanzaron en automático las licitaciones que al final recayó en empresarios y dicen, sobre nombres para empezar con este redituable negocio.

Poco les importa al titular de la Secretaría de Desarrollo Sustentable del gobierno de Cuauhtémoc Blanco, ni a los diputados locales poner mano dura y orden en estas acciones, en razón de que la administración pasada les dio todas las facilidades para poner en marcha sus negocios sin embargo, fallaron en todo momento y nadie les dijo nada. Siempre contaron con la protección del gobernador perredista para que nadie los molestara y actuarán al margen de la Ley.

Al mismo tiempo de que Graco hacía de sus fechorías, estas siempre fueron respaldadas y apoyadas por su cómplice, el ex presidente de México, Enrique Peña Nieto, porque nunca procedieron todas las irregularidades y los actos de corrupción que se registraban en todas las áreas de estos negocios.

Por si fuera poco, la contaminación ambiental y problemas de estacionamiento así como molestias a los vecinos no significa nada para los empresarios fuereños que llegaron a sentar sus reales en Morelos a costa de la fuente de trabajo que representaban las empresas morelenses que fueron desbancadas con vividores que provienen de otras entidades y en Morelos nunca están.

Es tanto el daño y molestia ciudadana existente, que los dueños de los verificentros no han hecho hasta el momento nada para evitar el gravísimo tráfico que se genera por la aglomeración de los vehículos que obstruyen calles, casas, escuelas y otros negocios al estacionarse en los alrededores de estos establecimientos sin contar con los estudios de impacto ambiental, de vialidad, que forzosamente deben de tener para no seguir provocando e irritando a la población.

PERDIDAS MILLONARIAS.- Desde hace dos años y medio que un importante número de empleos se fueron a la basura por estas decisiones erróneas que al final fueron políticas y económicas para lograr el cierre de 42 negocios y afectar a mil 500 empleados.  "se debe a intereses políticos y económicos del Gobierno y no es con un fin ambiental; el trasfondo es que nos quieren desplazar y dejar fuera", ante esto, decidieron ampararse para derogar el decreto. Incluso, hasta golpes bajos se dieron durante su proceso y por el desplazamiento que hicieron de los empresarios locales.

El gran negocio se empezó a cocinar a fuego lento desde el inicio de su gestión pero que no fue sino hasta mediados del 2016, cuando tomó la decisión, por lo que no importó todas las inconsistencias que detectaron y el tráfico que provocan o quizá, los altos costos en razón de que anteriormente cobraban 200 pesos y al final cuesta cerca de 500 pesos. Estos negocios fueron redondos pese a que existe quejas por actos de corrupción.

 

Hasta la fecha los verificentros no han dado el ancho a los propietarios de vehículos en Morelos y por ello, las filas se ven varias calles donde están instalados y con un precio casi del 100 por ciento de aumento a diferencia de cómo cobraban, puesto que ahora es de 499 pesos por unidad, sin importar que los ex secretarios de Desarrollo Sustentable, Topiltzin Contreras MacBeath, haya asegurado que dicha decisión se tomó por la crisis de contaminación que se ha vivido en la ciudad más grande del planeta. Y es que, el gobierno estatal asumió compromisos como parte de la Comisión Ambiental de la Megalópolis para mejorar la calidad del aire y en consecuencia la salud de los ciudadanos, pero los establecimientos son insuficiente para la demanda por lo que el negocio ha sido todo un éxito en perjuicio de quienes anteriormente ofrecían el servicio

Otro planteamiento, es que intentarán quitar de la circulación a los vehículos que supuestamente contaminen y para lo cual, quieren involucrar a los ayuntamientos para que sean ellos los que vigilen el cumplimiento de la verificación y que son consideradas como "chimeneas rodantes".

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