CIUDAD DE MÉXICO.
Luis María Aguilar, presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), destacó la importancia de la independencia judicial y convocó a los otros Poderes de la Unión a la armonía.
Ante el presidente Andrés Manuel López Obrador, el ministro emitió ayer un mensaje con motivo de su último informe de labores al frente de la Corte y del Consejo de la Judicatura, en el que recordó la frase de Benito Juárez: “Nada por la fuerza, todo por la razón y por el derecho”.
Sin referirse al pleito entre los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial por el salario de los impartidores de justicia, dijo que si un juez no goza de autonomía, se convierte en el mandadero de alguien.
Insistió en que la independencia de los jueces no es una prerrogativa o un privilegio, sino que es necesaria para ejercer su función de guardianes del Estado de derecho, los derechos humanos y las libertades fundamentales.
La independencia del Poder Judicial debería ser considerada por todos los ciudadanos como una garantía de verdad, libertad y el respeto de los derechos humanos”, indicó Aguilar.
“No hay juez sin autonomía”
Tras recordar la máxima de Juárez,“nada por la fuerza, todo por la razón y por el derecho”, el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Luis María Aguilar, destacó, ante el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, la importancia de la independencia judicial y convocó a los otros Poderes a la unidad y la armonía.
En medio del choque entre Poderes generado por la Ley de Remuneraciones, Aguilar expuso que la presencia de López Obrador en la Corte es expresión de la normalidad democrática “con la que estamos obligados a conducirnos quienes representamos a las instituciones del Estado mexicano”.
Durante su mensaje, con motivo de su cuarto informe de labores, el presidente de la Corte pidió fortalecer a las instituciones que imparten justicia, pues forman parte del entramado del Estado mexicano que deben estar articulados y en concordancia con el Ejecutivo y el Legislativo.
La independencia del Poder Judicial debería ser considerada por todos los ciudadanos como una garantía de verdad, libertad y el respeto de los derechos humanos, esta cualidad es un corolario del principio democrático de la separación de Poderes, en virtud del cual el Ejecutivo, Legislativo y Judicial constituyen tres ramas separadas e independientes del Estado”, señaló.
Incluso, el también presidente del Consejo de la Judicatura Federal reiteró que si un juez no goza de condiciones de independencia, deja de ser juez para convertirse en el mandadero de alguien, por lo que no puede tolerarse el menor acto de corrupción.
Queremos trabajar en conjunto por un México mejor, resolviendo las controversias conforme a las leyes que expide el Congreso de la Unión, acordes con la Constitución, protegiendo los derechos de todos. Queremos, en fin, como todo buen mexicano quiere, lograr, en la medida de nuestras competencias, un país más fuerte, más democrático, más libre, sin corrupción y sin simulación, y con la justicia que corresponde, como derecho inalienable, al pueblo de nuestra nación”, señaló.
Ante representantes de los Poderes Legislativo y Ejecutivo, Luis María Aguilar insistió en que todos los juzgadores del Poder Judicial de la Federación son personas a los que debe reconocerse su esfuerzo, vocación y disciplina por la impartición de justicia protectora de los derechos humanos.
Pidió también no perder de vista que la Constitución es la hoja de ruta de la nación, el pacto duradero de nuestra vida institucional y el soporte de la convivencia social; y, como norma suprema, a ella debe ajustarse y someterse todo acto que se genere dentro de su ámbito de aplicación.
Hagamos realidad, juntos, señor Presidente, señores legisladores, el anhelo de los próceres constitucionalistas de nuestra patria para ser grandes, justos y respetados entre los demás pueblos de la tierra. Nada ni nadie sobre la Constitución”, concluyó.
Imprevistos, protestas y mareos alborotan el protocolo
Entre manifestaciones, cambios de ruta, mareos, refresco, preocupaciones, cambios de protocolo y breves pláticas transcurrió el cuarto y último informe del ministro Luis María Aguilar como presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Con el retrato al óleo de Benito Juárez al fondo, el informe estuvo marcado por lo inédito. Primero, el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien acudió a la sede del Poder Judicial por asuntos de protocolo, tuvo que ingresar por una puerta lateral, sobre la calle de Corregidora, debido a que alrededor de 200 personas se manifestaban ante las puertas de bronce del máximo tribunal contra los “altos salarios” de los ministros.
López Obrador fue recibido por la ministra Norma Piña y por Eduardo Medina Mora, quienes lo escoltaron hasta el pleno de la SCJN.
Mientras el presidente de la Suprema Corte relataba los pormenores de su administración, y tras una breve pausa, comenzó a sentirse mal, parecía un ligero mareo.
Les pido unos minutos para sentarme un momento, por favor”, dijo.
Su médico personal se acercó para revisarlo, mientras el Presidente le preguntó sobre su situación y le tomó la mano. Aguilar fue rodeado por Martí Batres, Porfirio Muñoz Ledo y el ministro Arturo Zaldívar para verificar que todo estuviera bien.
Tras ser revisado, y luego de que la ministra Margarita Luna le pidiera que se sentara, el ministro presidente se colocó junto a López Obrador, tomó un refresco y, sentado, continuó con su discurso, tras recibir fuertes aplausos.
Al terminar la ceremonia, varios funcionarios salieron en sus vehículos y, al ser confundidos con ministros, fueron agredidos por los manifestantes que se encontraban afuera de la Corte.