Los salarios y honorarios en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador "no los definirá el mercado", sino la ética pública, dijo en el Senado la secretaria de la Función Pública (SFP), Irma Eréndira Sandoval Ballesteros y, por ello, invitó a que el mercado se sume a generar pagos por el trabajo "no mediocres, no mermados, no reducidos".
Respecto a la polémica abierta por la Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos, Sandoval Ballesteros dijo en el Senado que "es el Estado y su nueva ética pública el que debe definir los criterios básicos de la justicia social, en este caso, de los salarios".
En reunión de trabajo con senadores, Beatriz Paredes Rangel (PRI) previno que funcionarios del Servicio Civil de Carrera podrían salir del servicio público por los ajustes en los montos de salarios y prestaciones, con riesgo de que pueda ocurrir una fuga de cuadros profesionales muy bien formados, que son especialistas en tareas fundamentales.
Xóchitl Gálvez Ruiz (PAN) propuso que se revise la ley y si el Presidente quiere ganar 60 mil pesos, que eso se le pague, pero que no se alimente el clima de violencia por las remuneraciones, y hay gente que cree que debe salir a linchar al ministro corrupto.
"Quizá el director de Laguna Verde tenga que tener un salario de tres veces el del Presidente, porque hay tres personajes en el mundo con ese perfil", ejemplificó la panista.
A ello, la titular de la SFP respondió que "es el Estado y su nueva ética pública que estamos construyendo entre todos, el Estado con sus poderes, el que debe definir los criterios básicos de la justicia social, en este caso de los salarios y los ingresos y los honorarios, que reflejarán la justicia social, no el mercado".
Dijo que "así como desde el poder Ejecutivo estamos invitando a los otros poderes a analizar y sumarse a una política de austeridad republicana, también tendríamos que invitar al mercado a sumarse a esos mismos salarios. Esto no quiere decir poner en riesgo, ni meternos en la discusión de las ganancias".
Planteó que "nadie dice que no haya derecho a que en un sistema de mercado, un sistema capitalista, las ganancias bajen o se mermen".
"Pero los salarios del mercado, los ingresos del mercado quizá sí se tendrían que ajustar. No tenemos por qué brincar desde el Estado, los funcionarios, senadores y los jueces y magistrados a llegar a los salarios del mercado", agregó.
Más bien, dijo, "los salarios, los honorarios y los ingresos del mercado tendrían que ajustarse a una nueva moralidad y a una nueva ética pública de salarios justos en todo sentido, no mediocres, no mermados, no reducidos, pero justos".
"Caminemos juntos para que, tanto los recursos públicos se entreguen al desarrollo y las ganancias privadas también se entreguen a las inversiones, al desarrollo", propuso.
“Estamos hablando de poner en el centro, la ética pública, de mejorar la democracia", apuntó.