¿Y DÓNDE ESTÁN LOS CULPABLES DEL QUEBRANTO FINANCIERO DE LA UAEM?...
La falta de dinero y sobre todo del salario devengado por la base laboral académica y administrativa al interior de la Universidad Autónoma del Estado, tiene uno o varios culpables, que siguen libres mientras hay incertidumbre al interior de la máxima casa de estudios.
Es un asunto que nadie ha considerado y todos van porque venga el salvamento financiero del alma mater, sin hacer caso también a lo que mencionó en la última gira de trabajo del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Habrá que recordar las palabras del Mandatario Nacional en el municipio de Jojutla: “transparencia y auditoría a las universidades y que no salgan con el pretexto de que son autónomas, porque habrá recursos para éstas. Transparencia y chocolate espeso”.
En la UAEM es indispensable no sólo una, sino varias revisiones a fondo del uso de los recursos públicos que recibió, porque no puede jugarse con el futuro de los jóvenes universitarios por el beneficio de uno o unos cuantos personajes.
Por lo pronto habrá que recordar la racionalidad de los recursos suministrados durante el gobierno perredista de Graco Ramìrez hacia la universidad, porque ello también la llevó a su hoy crisis y quiebra financiera.
Mucho tiene que ver el exgobernador en la incertidumbre que hoy viven más de seis mil trabajadores y sus familias, que hay quienes ya carecen del sustento para adquirir la comida.
En la historia de la vida universitaria, nunca hubo un gobernador que bloqueara la máxima casa de estudios morelense, incluso había partidas extras para mejorar su calidad académica.
Hasta antes de Graco Ramírez, fue el gobierno de Marco Antonio Adame Castillo quien le otorgó a la UAEM tener una autonomía financiera, al conceder un 2.5 por ciento del total del presupuesto estatal.
Pero también hubo rectores cuya administración fue impecable y dejaron en la operatividad y en la Tesorería Universitaria recursos extras, incluso hasta el patronato funcionó y más que ser una pesada carga económica fue quien gestionaba recursos materiales y financieros a favor de la institución.
Transparencia, es la palabra de Andrés Manuel López Obrador porque es necesario saber hacia dónde fueron los recursos económicos de cuotas obrero-patronales, que debieron haberse otorgado al Instituto Mexicano del Seguro Social.
De igual manera, es indispensable saber qué pasó con los recursos descontados a los empleados universitarios, para continuar con sus pagos al Instituto Nacional de Fomento a la Vivienda de los Trabajadores.
Justo será conocer qué pasó con el Impuesto Sobre la Renta, que también puntualmente les era descontado al salario de la base docente y administrativa.
¿Hacia dónde han sido destinados?.
Habrá que saber cuál fue el salario real de Javier Sicilia y qué aportó a los universitarios, porque al momento no hay una respuesta sobre cuál fue su labor y para qué se le contrató.
Hoy el nombre de Javier Sicilia, es demasiado mencionado en la comunidad universitaria, porque para muchos forma parte del quebranto financiero de la UAEM, claro junto al exgobernador Graco Ramírez.
Así es que mediante la transparencia y el chocolate espeso para el próximo año podría haber culpables directos e indirectos del quebranto de la máxima casa de estudios.
Cada uno debe aceptar su culpabilidad, de ser juzgado por las leyes y la sociedad al haber causado un daño terrible a los jóvenes estudiantes universitarios, así como las familias de más de seis mil trabajadores que hoy ya no tienen para adquirir sus alimentos.
Pero también el actual rector Gustavo Urquiza Beltrán, deberá entrar a una administración austera, con una reingeniería que permita salir del bache económico. Debe resurarse al máximo la nómina, ya no otorgar tantisimos vales de despensa que en ningún otro lugar se otorgan, restringir y reducir en monto los altísimos préstamos que todo mundo y a toda hora pide, reducir los elevados salarios que perciben muchos y que en realidad, no se sabe qué hacen en la UAEM. No ponerse en práctica todo esto, jamás alcanzará dinero alguno para que nuestra universidad trabaje sin sobresaltos que hoy tienen en la desesperación a miles. Reflexiónenlo.