A los 8 consorcios que construyan el Tren Maya se les otorgarán concesiones para explotar por 40 o 60 años el tramo de obra a su cargo.
Ocho consorcios tendrán a su cargo la construcción del Tren Maya, mismos a los que se otorgarán concesiones para explotarlo por 40 o 60 años, anticipó Rogelio Jiménez Pons, titular del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur).
Por la longitud se promoverá que se integren consorcios para realizar las obras.
Tres tramos se ubican en el Golfo, dos en la selva y dos en el Caribe, a ello se suma la licitación del material rodante, que se adjudicará a un octavo consorcio.
“Yo pongo la concesión y ellos tienen que poner su dinero”, explicó el funcionario en entrevista.
Agregó que, como incentivo, el Gobierno les dará una subvención del 10 por ciento por cada tramo de obra terminado.
Con ese esquema, 80 por ciento de la inversión será privada y 20 por ciento pública, y éstos últimos recursos se obtendrán del impuesto de Derecho de No Residente (DNR).
Los consorcios estarán obligados a subcontratar a empresas locales para tramos de obra y suministros y ninguno podrá construir más de un tramo.
Además, cada grupo de empresas tendrá la concesión del tramo que construyó para recuperar su inversión y obtener ganancias por el cobro de transporte de carga y de turistas, dijo Jiménez Pons.
En los próximos dos meses serán licitados los dos primeros tramos Palenque-Escárcega y Escárcega-Uxmal, donde ya hay vía férrea existente.
Tanto el proyecto ejecutivo de obra como los estudios técnicos y de impacto ambiental estarán terminados en diciembre de 2019 para poder iniciar con la obra en 2020.
Gerardo Ceballos, presidente de la “Alianza Nacional para la Conservación del Jaguar”, quien participará como parte de un consejo técnico que asesorará al Gobierno federal en materia ambiental, detalló que el proyecto ejecutivo y el estudio de impacto ambiental se harán de forma paralela.
“Para que el proyecto ejecutivo ya venga muy aterrizado”, mencionó.