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SERPIENTES Y ESCALERAS

2019, reto político y económico

04/ene/2019
 

No es sencillo el panorama que enfrenta la administración estatal, hay muchos que apuestan contra Cuauhtémoc Blanco y otros más que se benefician del caos. Al gobierno de Morelos le faltan operadores políticos.

 

Poco a poco las cosas se le han ido complicando al gobernador Cuauhtémoc Blanco; la suerte que le acompañó durante toda la campaña estuvo directamente relacionada con el fracaso del gobierno del PRD y la debacle de Graco Ramírez, pero esas circunstancias ya no están en el escenario. Durante casi cien días el discurso oficial ha sido de echar culpas al pasado y prometer que el futuro será mejor; los desencuentros políticos y la crisis económica estatal aceleran el desgaste de la nueva administración y pronto pueden dar pie a problemas mayores. El gobierno estatal necesita urgentemente definir una estrategia y comenzar a dar resultados.

La próxima semana se cumplirán los primeros cien días de la nueva administración estatal, este periodo ha servido en otros tiempos como un primer punto de evaluación del trabajo del gobierno, de revisión de estrategia y eventualmente de ajuste en los planes y las decisiones. En esta ocasión probablemente no será así, quizá los primeros cien días se dejen pasar sin la menor importancia; sería lógico: en estos primeros tres meses ha prevalecido la violencia, los muertos, las manifestaciones, los conflictos políticos y la falta de dinero.

Cuauhtémoc Blanco y su equipo están confiando demasiado en dos elementos: el carisma del gobernador y la simpatía que le profesa el presidente de la república; ambos factores son importantes, pero el abuso de ellos puede ser el punto que provoque un deterioro acelerado de la novel administración morelense. Explico: la simpatía hacia Blanco es como deportista, como leyenda del fútbol, no como figura política ni como jefe de gobierno… y el aprecio de López Obrador puede tener fecha de caducidad.

En estos tres primeros meses hemos sido testigos de múltiples conflictos en el estado, muchos de ellos relacionados con hechos de violencia y otros atribuibles a la herencia que dejó el gobierno de Graco Ramírez; a pesar de que no son factores por los que pueda culparse al ex seleccionado nacional, el desgaste de su figura es evidente. La gente comienza a mostrar desesperación por el baño de sangre, los conflictos políticos y la recesión económica; pronto elevarán el tono de reclamo al gobernador sin importar que su origen esté en otro lugar o venga del pasado.

Gobernar no es un asunto sencillo y no se puede gobernar sólo con fama; hasta ahora el jefe del ejecutivo ha sorteado los vendavales a base de promesas, con justificaciones y apelando a su fama como ídolo del balompié; estamos iniciando un nuevo año, uno más complejo, con enormes demandas y un ambiente crispado que no tardará en poner contra la pared a la nueva administración. Los primeros tres meses de gobierno se fueron sin que el gabinete mostrara consistencia, ni el gobierno presentara una estrategia y un plan de estado.

En lugar de trabajar en la manera como se afrontarán los retos y en la definición de prioridades, el ejecutivo desperdició tiempo en combatir a otros actores de poder. En el gobernador existe la voluntad de hacer las cosas, pero en su equipo no ha habido el talento para pasar del discurso al hecho y en algunos casos desde ahí se avivan las pugnas, se apuesta por la confrontación y se multiplican los frentes a combatir. Eso último fue el primer y principal error de la administración de Graco Ramírez.

En el equipo de gobierno hace falta alguien que haga política, que entienda los pasillos de poder, que conozca a los actores de la vida pública y tienda puentes de diálogo. El desgaste de un gobierno es natural, pero en este caso hay un mayor deterioro porque no hay alguien que oriente políticamente a quien gobierna.

A nadie conviene que la administración estatal fracase, Morelos lleva varios años en el ostracismo como resultado de malos gobiernos y conflictos entre actores de poder. Cuauhtémoc Blanco puede ser el punto que de inicio a una nueva época para el estado, el gobernante que sin ser político demuestre a la clase política que se pueden hacer bien las cosas. El problema es que para que eso suceda se necesita de mucho más que la buena voluntad que ha expresado el gobernador y su equipo: requieren hacer un alto en el camino, tienen que hacer un análisis detallado de cómo están las cosas y deben tomar decisiones antes de que los conflictos lleguen.

Son nuevos tiempos y ahora la luna de miel de los gobiernos dura mucho menos, la gente está más informada que antes: observa, lee, escucha, opina y se forma su propia opinión. La demanda ciudadana hacia los gobiernos es mayor y eso obliga a todas las autoridades a actuar con más eficiencia y rapidez, a ser sensibles y a tener una mayor capacidad de respuesta.

Cuauhtémoc Blanco puede ser un buen gobernador, pero necesita tener a su lado a un buen equipo de gobierno.

… Y tiene que dejar de pelearse.

·         posdata

El presupuesto es el primero de varios dolores de cabeza que tendrá el gobernador por culpa de los diputados; la falta de acuerdos al interior del poder legislativo es consecuencia directa del error que cometió el equipo de Cuauhtémoc Blanco al poner su confianza en quienes, como todo mundo lo sabía, lo iban a traicionar por dinero.

El ejecutivo estatal jugó mal sus cartas: apostó por personajes con intereses distintos a los suyos, sin conciencia ideológica, sin moral y sin valores más allá de lo económico; el ex seleccionado nacional erró y al hacerlo se metió en camisa de once varas. Hoy es evidente la división en el congreso y el distanciamiento con el ejecutivo; aunque todos hablen de respeto, la falta de presupuesto y los ataques constantes entre diputados exponen otra cosa.

En este como en otros temas es notoria la falta de oficio político del gobierno y la ausencia de alguien que entienda de política, que conozca a los actores de poder locales y lea escenarios. Blanco Bravo tenía todo para manejar el congreso, la coalición Juntos Haremos Historia en Morelos arrasó en las elecciones y debía tener el control absoluto del parlamento, pero alguien sugirió al gobernador y a José Manuel Sanz que se distanciaran de Morena, que los hicieran a un lado y los dejaran sin espacios en el congreso. Ahí están las consecuencias.

Una cosa llevó a la otra: al pelearse con Morena el gobierno apostó por el PT y ahí comenzó la debacle: con el control del parlamento Tania Valentina y Pepe Casas armaron un bloque de legisladores que se construyó a partir de acuerdos económicos y enfados políticos; todos los que quieren dinero o están enojados con Cuauhtémoc Blanco se unieron para hacerle la vida difícil al gobernador y son quienes han detenido al presupuesto.

Era previsible, muchos se lo hicieron saber al gobernador, le contaron de Valentina y de Casas, de su historia, sus relaciones, sus intereses y sus ambiciones; Cuauhtémoc y Sanz hicieron caso omiso y como sucedió con Antonio Villalobos, tomaron la peor decisión y se complicaron la vida solos.

Al no tener operadores políticos y mantener su disputa con Morena es previsible que las cosas se seguirán descomponiendo en lo político y que cada tema que pase por el poder legislativo se verá envuelto en polémica.

Cuauhtémoc Blanco ya está enemistado con Morena, con el Congreso y con Cuernavaca; el ejecutivo estatal tiene que dejar de abrir frentes de conflicto.  Lm,los odios unen.

·         nota

Flanqueado por Cuauhtémoc Blanco y Yeidckol Polevnsky, Rafael Reyes protestó como Presidente Municipal de Jiutepec. Su toma de posesión fue llamativa desde varios ángulos, representa la esperanza de miles de ciudadanos en un hombre que puede hacer mejor las cosas, que se ha conducido con prudencia, que ha dado resultados en los lugares en donde ha estado y a quien no se le conocen actos de corrupción.

También llamó la atención que en su evento coincidieran la dirigente nacional de Morena y el gobernador de Morelos, ambos distanciados desde hace tiempo y con discrepancias que fueron notorias a lo largo de todo el acto. Ella a la derecha del nuevo alcalde y él a su izquierda, los dos invitados fueron afectuosos con el edil entrante, respetuosos, pero fríos en su trato entre ellos. Al final cada quien se fue por su lado y antes de irse, la dama lanzó una declaración con dedicatoria al gobernador: “Son falsas las acusaciones, no hay ninguna controversia jurídica, Toño (Villalobos) será un gran alcalde y tiene todo nuestro apoyo”

La expectativa que despierta Rafa Reyes entre sus paisanos es comprensible: igual que en el país y en el estado, la gente votó por un cambio, por justicia y aunque suene feo, por venganza. López Obrador puede insistir en su llamado al perdón, pero incluso entre sus más férreos seguidores prevalece el ánimo de que se llame a cuentas a los pillos que saquearon al país, que se les procese y se les haga devolver lo que se robaron. No es aceptable un perdón.

Lo mismo ocurre en el plano estatal y municipal, las autoridades deben estar conscientes de que sin justicia no habrá confianza en su gobierno; es inaceptable que un perdón personal se convierta en una acción jurídica que permita a los ladrones evadir el brazo de la justicia.

En Jiutepec los excesos están a la vista y los abusos fueron reiteradamente señalados por Rafael Reyes; no hay forma de que la nueva administración municipal pase por alto las irregularidades o se quede cruzado de manos ante la enorme demanda ciudadana. Rafa ganó por su trabajo, por su trayectoria, por su cercanía, por la ola de Morena… pero también porque la gente vio en él la posibilidad de hacer justicia y meter a la cárcel a Manuel Agüero.

No habrá borrón y cuenta nueva, dijo en nuevo presidente municipal de Jiutepec. Ojalá.

·         post it

Sin la presencia de la síndico Marisol Becerra, el alcalde capitalino Antonio Villalobos ha comenzado a recorrer las oficinas del ayuntamiento y a trabajar con casi todos los integrantes del cabildo. Sin prisa pero sin pausa, el novel presidente municipal comienza a tomar las riendas del municipio y a armar el equipo con el que gobernará la capital de Morelos.

No es sencillo el reto que tiene Villalobos enfrente, gobernar Cuernavaca nunca ha sido fácil y no lo será ahora que el municipio arrastra deudas superiores a los 1 mil 800 millones de pesos, según lo declaró hace unos días el ex alcalde Limonchi.

El arranque de administración en Cuernavaca fue trompicado, con presiones, contratiempos políticos y un duelo de poder que por momentos puso en duda su llegada. La asistencia de Yeidckol Polevnsky a su toma de protesta fue fundamental, validó el acto y le blindó de nuevos ataques, cuando menos en el futuro inmediato.

Lo primordial para Villalobos debe ser demostrar que puede con el desafío, que es capaz de resolver los problemas de la ciudad y que su llegada, aunque circunstancial, es buena para la capital. Pelearse debe ser lo último en la mente del edil, la victoria política reciente es pasajera y no resuelve los retos que tendrá a lo largo de su periodo. Hay mucho que hacer por Cuernavaca como para dedicarse a pelear.

Igual que a Cuauhtémoc Blanco, a Rafa Reyes y a todos los demás alcaldes de Morelos, espero que al edil de Cuernavaca le vaya bien. Ya es tiempo de que los ciudadanos veamos algo más que duelos de poder y conflictos políticos derivado de ambiciones e intereses personales.

·         redes sociales

El diputado José Casas ha pintado su raya con el gobierno estatal y se ha convertido en el principal opositor de Cuauhtémoc Blanco desde la cámara de diputados; al hablar del presupuesto (que se supone podría quedar aprobado el día de hoy), el pequeño legislador destacó lo siguiente:

1. No estamos pidiendo moches.

2- Encontramos partidas secretas (¿?) que nos llaman mucho la atención porque podrían lesionar gravemente los intereses de la ciudadanía.

3- La diputada Rosalina Mazari intentó dar madruguete queriendo imponer dictámenes calificados como positivos.

4- Quieren (Cuauhtémoc Blanco) privatizar la basura por 30 años.

El Paquete Económico 2019 de Morelos no ha sido aprobado, según las declaraciones de José Casas, porque el Poder Ejecutivo envió una propuesta tramposa, corrupta, nociva para los ciudadanos, que incluye partidas secretas y negocios para Cuauhtémoc Blanco.

También lo dijo la legisladora Tania Valentina: “Habrá muchos cambios en la propuesta original porque nosotros sí queremos un presupuesto social, para el pueblo de Morelos”.

Así de claro. Sin Vaselina.

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