¿Concesión pactada?
Los expertos convocados por el Congreso para opinar sobre el proyecto de Guardia Nacional coincidieron en la urgencia de que tenga un mando civil, no militar.
Veinticuatro horas después, el presidente López Obrador pidió al Congreso realizar los cambios en el proyecto para que, en efecto, la Guardia tenga un mando civil, el titular de la Secretaría de Seguridad.
Un minuto después de conocerse la solicitud presidencial el diputado Mario Delgado, líder de la mayoría en San Lázaro, dijo que “ya no hay pretexto” para dilatar la creación de la Guardia, lo que puede ocurrir la semana próxima.
La rápida reacción conduce a pensar en la posibilidad de que desmilitarizar el mando de la Guardia Nacional era, desde el principio, una concesión pactada.
Llama la atención que los legisladores de Morena no se movieran ni un centímetro de su posición inicial hasta que llegó la línea desde Palacio Nacional, justo como en los viejos tiempos.
Tropezón constitucional
Al mejor cazador se le va la liebre.
Acaso por su larga estancia en el extranjero, el canciller Marcelo Ebrard olvidó que la Constitución prohíbe que una dependencia haga propaganda usando el nombre de un servidor público en funciones.
Resulta que con las ansias de mostrar su respaldo a su jefe por la política contra el robo de combustible, la SRE usó el nombre de López Obrador.
Esa fue una equivocación formal, pero también tropezó al pretender equiparar la nacionalización de la industria petrolera con las acciones en contra del huachicoleo.
La idea de poner ya al mismo nivel a Lázaro Cárdenas y AMLO resulta ligeramente prematura y exagerada.
Cerrar los ductos y hacerle la vida de cuadritos a los automovilistas no es una segunda expropiación petrolera. Serenos morenos.
El turno de Romero Deschamps
Los reflectores de los medios se dirigen de manera inexorable a Carlos Romero Deschamps.
El añejo líder del sindicato petrolero está llamado a ser protagonista central de la lucha del gobierno federal en contra de las bandas de huachicoleros y sus cómplices en la estructura de la paraestatal.
Ha quedado claro que este delito, por sus características técnicas, sería imposible realizar sin la complacencia o franca complicidad de funcionarios y trabajadores de Pemex.
Ahí es donde aparece la presunta responsabilidad del líder sindical en los latrocinios de combustible al interior de la empresa.
No se adelantan juicios, aunque trascendió que el mismo líder promovió un amparo para evitar cualquier orden de aprehensión en su contra.
Un fantasma se arrastra por las gasolinerías del país cerradas por desabasto de combustible, el fantasma tamaulipeco de Joaquín Hernández, la Quina.
Crispación al alza
El nivel de crispación social ocasionado por la crisis de la gasolina encierra peligros reales de violencia.
Algunos brotes se han registrado en las últimas horas, todavía aislados y menores, pero que no auguran nada bueno.
Hay condiciones para que las noticias falsas caigan en terreno fértil y circulen de manera veloz por las redes sociales, aumentando la confusión, alimentando el desconcierto.
Potenciar el encono conduce a la sociedad a un callejón sin salida. Hay que bajarle.