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Agenda social, no la de Graco

Hasta ahora, nuestros pésimos empleados, Graco Ramírez, desgobernador de Morelos, y los personajes en los que se inspiró Rius, “Los Agachados”, es decir, los diputados locales, han establecido la agenda de la entidad para despacharse con la cuchara grande y regocijarse en la impunidad. Toca hoy ocupar a los morelenses el poder de decisión e imponer a ambos poderes, Ejecutivo y Legislativo, una agenda social que vaya a fondo con nuestros graves problemas, so pena de paralizar la entidad y desconocerlos.

Es necesario construir, entre todos, una Agenda Social Morelos.

Una agenda que contemple un viraje radical en los mecanismos de combate a la delincuencia, una que establezca un sistema anticorrupción, una que defina claramente en qué se emplean los presupuestos, a fin de que no pare en los bolsillos de los empresarios importados, cuates y familia del Ejecutivo, una que privilegie la producción y el mercado interno, generando empleos, una que ponga a los morelenses en el centro de la toma de decisiones.

Hasta ahora, el desgobernador Graco Ramírez, sin más experiencia en un cargo Ejecutivo y sí en el antecedente de su avaricia, ambiciones y tratos oscuros, sobre todo con el régimen priista, se ha erigido en legislador, juez, fiscal y gorila con garrote a través del Mando Único y con ello incluso ha suplido las atribuciones y el poder de decisión de los alcaldes.

En toda democracia, al margen de las propuestas de campaña, todo gobernante se debe ceñir al mandato popular.

En este sentido, en Morelos tenemos un grave problema: los morelenses van peleando sus luchas aisladamente, desorganizados, sin focalizar estrategias y objetivos, sin unidad. Hay que corregirlo cuanto antes, sobre todo si Graco ya logró poner a todos en su contra.

Con o sin Consejo de Participación Ciudadana, nada impide a los distintos sectores de la sociedad unirse para:

1.- Imponer en la orden del día de los diputados la Agenda Social Morelos que, entre todos, hayamos construido, para que desechen la que les impuso su patrón, Graco, y atiendan su verdadera naturaleza de representantes populares.

2.- Desechar las iniciativas de Graco que sólo benefician a su grupo para evitar que el presupuesto morelense siga siendo empleado para negocios particulares.

3.- Congelar todo presupuesto a Graco, salvo para el gasto corriente y programas vitales, a fin de no paralizar la administración, previas revisiones de los salarios del Capo y la familia, así como evitar nuevos endeudamientos.

La fuerza de los morelenses, unidos, es mayor que la de cualquier aprendiz de dictador, alcanza para nombrar comisiones permanentes que presionen a los legisladores para poner en la orden del día la agenda social y no la que atenta contra los derechos y garantías de la sociedad.

Para ello, es indispensable que la sociedad entienda que si sólo se pelea por el esclarecimiento del caso de las fosas, es una nada más de las tragedias que enfrentamos con Graco en el Gobierno.

Mientras los maestros en activo y jubilados vayan solos defendiendo derechos adquiridos que quieren ser soterrados por un desgobernador que ya se gastó en negocios privados ese dinero, no se aporta nada a la solución integral de los problemas.

En tanto la Universidad y las organizaciones sociales caminen cada una por su lado, acaso la máxima casa de estudios reciba una limosna del dinero que le correspondía y que no tenía por qué pasar y mucho menos quedarse en las manos del avaricioso tirano, o defenderse de lo que le quieren arrebatar.

Si los abogados no abandonan sus bufetes para asesorar legalmente la lucha, sobre todo para conseguir una Fiscalía verdaderamente independiente y eficaz, seguirán viendo caer uno a uno a  sus compañeros inevitablemente.

¿Qué impide a cada líder de sector unirse para construir una Agenda Social Morelos?

Con la sociedad detrás del desgobernador y los agachados legisladores, por más que se escondan no tendrán manera de salirse con la suya.

 

 

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