En campaña los partidos prometen muchas cosas. Cuando buscan el voto los políticos se comprometen a todo. Cuando son gobierno o ganan las elecciones la historia cambia: los acuerdos son de poder y los compromisos se hacen sólo entre ellos. Nada hay más importante para un político y su partido que mantener las canonjías.
Por muchas razones la política, a pesar de su esencia noble, está muy desprestigiada. La simulación, los excesos, los abusos y la falta de resultados ofenden a una sociedad cada vez más lastimada por quienes detentan el poder. De unos años a la fecha el estilo de hacer política cambió: ya no se trata de trascender en la vida pública, sino de enriquecerse de inmediato; hoy el respaldo social se simula con cuentas falsas en redes sociales, la popularidad se logra con anuncios y el voto se compra con dinero. Pero el ciudadano ha madurado y se da cuenta de lo que pasa. Ya no es tan sencillo engañar a la gente.
Morelos vive momentos difíciles, como nunca antes en su historia. Los imparables embates de la delincuencia se mezclan con los abusos de la policía y los constantes hechos delictivos en donde se ven involucrados servidores públicos y representantes populares. Paralelamente vivimos un problema económico muy fuerte, casi una recesión, con una baja sustantiva en el nivel de empleo y una economía tambaleante que lucha contra la ofensiva delictiva y las presiones de los gobiernos; por un lado está el cobro de piso y por el otro el terrorismo fiscal.
Ya no es claro que lastima hoy más a la gente, si el fenómeno delictivo o la corrupción oficial. Lo primero afecta a ciudadanos en las calles y en las casas, en los negocios y en los comercios, se ve en forma de asaltos en el transporte público y también a manera de extorsiones; lo segundo surge desde los gobiernos. Los delitos de alto impacto se siguen presentando en la entidad y se registran en hechos de violencia que pegan a trabajadores, estudiantes, amas de casa, profesionistas y empresarios. La gran mayoría de estos acontecimientos no se denuncian porque la gente ya no confía en las autoridades.
Frente a esta realidad hay un discurso de negación y una actitud de complicidad. Casi todos los titulares de los poderes ejecutivos (empezando por el estatal) rechazan los problemas que la gente denuncia, afirman que las cosas van bien e insisten que los que se quejan son personas vinculadas a la delincuencia o resentida con la autoridad. Muchos actores de poder callan, justifican su silencio y con su actitud y mutis solapan la impunidad y la violencia que ha cambiado los hábitos de toda una sociedad. Lo que hoy hace Graco Ramírez es un claro ejemplo de excesos y complicidades.
Pasada la mitad de su sexenio y con 66 años acuestas es imposible que el gobernador de Morelos cambie. No hay motivos para pensar que su actitud se modificará en lo subsecuente o su modo de hacer política será distinta en los años siguientes. La terquedad es una característica del perredista, el estilo bélico le ha dado resultados y la complicidad con los grupos de poder le ha permitido trascender ¿Por qué cambiar? La única diferencia entre lo que ha sido Graco en más de 30 años como político y los 3 que lleva al frente de un gobierno es que ahora no se trata de criticar y de reclamar, sino de administrar y dar resultados.
No es claro si el perredista concluirá su mandato al frente de Morelos. Las señales que manda son confusas para algunos, pero muestran que el tabasqueño está buscando una salida digna. Su aspiración presidencial no cuajó, su figura no creció lo que esperaba y sus acuerdos políticos no rindieron los frutos que quería. Buscó presidir la Conago, pero sus aspiraciones se cayeron el día que rompió los cánones de los gobernadores y se lanzó directo contra su homólogo de Veracruz. Hoy busca otra opción.
Graco está en campaña, aprovecha cualquier oportunidad para salir del estado y dedica mucho tiempo a la política nacional. Aunque insiste en que quiere ser el candidato presidencial de un frente de izquierda (ello implica que dejará el cargo antes de tiempo), su nueva opción para salir de Morelos es la dirigencia nacional de su partido.
La presidencia de un partido no es tan interesante como una candidatura presidencial, pero es un manjar político muy apetitoso porque le coloca en el plano político nacional, le daría juego en el proceso presidencial y lo pondría en una condición envidiable en la definición de las próximas candidaturas. Si Graco llegara a la dirigencia nacional del PRD, entonces sí Rodrigo Gayosso podría ser legislador (local o federal) y Elena Cepeda podría ver cristalizado su sueño de ser senadora de la república.
Este tipo de cuestiones son las que al ciudadano le hacen rechazar la política y a sus actores: los acuerdos de poder se han colocado cíclicamente por encima de las necesidades de la gente, la clase política negocia entre si, llega a acuerdos cupulares, toma decisiones de estado y define rumbos sin tomar en cuenta a la población. Por grande que sea el pecado de un político, sus yerros o sus abusos se perdonan entre grupos de poder. Entre políticos es común el intercambio de favores y el perdón mutuo de abusos.
Hasta ahora los políticos han ganado casi todas las batallas contra los ciudadanos. En los grandes temas del estado siguen siendo ellos, los actores de poder, los que marcan el rumbo del estado y del país a pesar de lo que piense y opine la población. En las calles, en las casas y en los negocios la gente habla de la crisis económica, comparte historias terroríficas de inseguridad y cuestiona el actuar de los políticos; en los centros de poder se hacen oídos sordos, se desecha la opinión popular y se actúa en base a intereses políticos o partidistas.
A pesar de ello el votante ha comenzado a ganar batallas importantes. En Morelos el desprecio popular aniquiló la aspiración política del candidato de Graco (Jorge Messeguer) y anuló todo el esfuerzo económico del gobierno de nueva visión para ganar la capital. Cuernavaca nunca ha sido gobernada por el PRD, dijo a manera de justificación el tabasqueño, pero no mencionó que el PRD nunca había sido cuarto lugar en las elecciones capitalinas.
La carrera electoral del 2018 tendrá que irse ganando desde ahora. Aunque el desprestigio del PRD por la conducción gubernamental de Graco es enorme, tampoco hay enfrente una oposición firme que presente algo distinto o mejor para la entidad. Cada día que transcurre con Ramírez Garrido al frente del gobierno estatal es un elemento más de desgaste para el partido del Sol Azteca y será utilizado por sus rivales (como con Carrillo en el año 2 mil) para minar las aspiraciones políticas de los candidatos perredistas.
El desgaste de la clase política local es enorme. El descrédito de los partidos es notorio, por ello la necesidad de ir diseñando desde ahora una estrategia que les permita recuperar la confianza de la gente y les conceda rentabilidad electoral.
Quien quiera ganar las próximas elecciones debe hacer lo opuesto a lo que hoy están haciendo los políticos y sus gobiernos. Los que quieran obtener el voto de la gente tendrán que buscar una figura diferente (Cuauhtémoc Blanco fue un caso en el 2015) y no reciclar a los mismos políticos de siempre.
La meta en el 2018 es reconciliar a Morelos.
· posdata
Cuentan que en los próximos días la UAEM y su rector serán de nuevo foco de atención, otra vez por temas financieros y de nueva cuenta con tinte político.
Afirman que la información llegará desde la ciudad de México, impulsada desde el congreso de la unión y apoyada por el PRD.
Comentan que el tema se viene cocinando desde hace algunos días, se ha tocado en el recinto de San Lázaro y es del conocimiento del ejecutivo de Morelos.
“No le perdonan al rector su plantón, ni mucho menos que exhibiera al gobernador… ahora viene la revancha” narran a quien esto escribe.
El tiempo dirá si lo expresado era cierto o se queda en simple rumor.
· nota
Poco a poco los diputados preparan el terreno para desechar la solicitud de juicio político contra el gobernador Graco Ramírez. La operación interna es fuerte y la carne es débil: los beneficios por ser institucionales son muy interesantes y la justificación a es cómoda: nos presionan las dirigencias nacionales.
A nadie tendría que extrañar que en breve el congreso deseche la petición de la CMMC. La coordinadora cometió un error de primaria al soportar su petición en los resultados de una auditoría inconclusa que, además, realizaría un ente controlado por el gobernador. El auditor ha liberado al ejecutivo de culpa y consecuentemente (Jaime Álvarez dixit) no hay Litis para dar cauce a la petición ciudadana.
Al desechar la solicitud de juicio político los legisladores se echarán a cuestas el desgaste del gobernador y se asumirán como los defensores de sus fechorías. Ítem más: al anular el juicio los diputados empoderarán al tabasqueño y perderán el único elemento que les garantizaba respeto de parte del ejecutivo.
No hay mucho que hacer en esta historia, el control del congreso lo tiene el gobernador y no hay manera de que los pocos (muy pocos) diputados que se oponen logren dar la batalla numérica.
En poco más de un año comenzará de nueva cuenta la euforia electoral y será entonces cuando los ciudadanos deberán recordar lo bueno y lo malo que han hecho nuestros representantes populares.
Un dato más: con Graco al frente de esta administración, el PRD tiene perdida la elección del 2018.
· post it
Hace algún tiempo en un programa de televisión español un comediante muy ingenioso leyó un texto que refleja la realidad de los partidos y los políticos. Si se lee de arriba hacia abajo dice una cosa, pero si lees los renglones de abajo hacia arriba encontraras otro mensaje.
Los políticos:
1. En nuestro partido político cumplimos con lo que prometemos
2. -Solo los imbéciles pueden creer que
3. no lucharemos contra la corrupción
4. -Porque si hay algo seguro para nosotros es que
5. la honestidad y la transparencia son fundamentales
6. para alcanzar nuestros ideales
7. -Demostraremos que es una gran estupidez creer que
8. las mafias seguirán formando parte del gobierno
9. como en otros tiempos
10. -Aseguramos sin resquicio de duda que
11. la justicia social será el fin principal de nuestro mandato
12. -Pese a eso todavía hay gente estúpida que piensa que
13. se puede seguir gobernando con las artimañas de la vieja política
14. -Cuando asumamos el poder haremos lo imposible para que
15. se acaben las situaciones privilegiadas y el trafico de influencias
16. -No permitiremos de ningún modo que
17. nuestros niños tengan una formación insuficiente
18. -Cumpliremos nuestros propósitos aunque
19. los recursos económicos se hayan agotado
20. Ejerceremos el poder hasta que
21. -comprendan desde ahora que
22. -somos la nueva política.
· redes sociales
La anécdota la cuenta un buen amigo:
“Me toco verlo una vez en campaña, hablaba mucho de honestidad e insistía que él no era un político. “Me conocen, soy periodista, no soy político y como ustedes estoy cansado de los abusos de quienes están en el poder. Vamos a cambiar juntos las cosas, a hacer algo diferente en bienestar de la gente. ¡Les juro por Dios que yo no voy a robar!”
Ahora veo que es igual de corrupto que los otros, que se convirtió en lo mismo que criticaba y hasta se hace acompañar de sus padres para cometer fechorías. ¡Es una vergüenza!”
Escucho y recuerdo a Omar Guerra.
· es viernes
La vida es tolerancia y alegría, es inteligencia y pasión, es prudencia y amor. Andar enojado por la vida es un desperdicio de tiempo y una postura sumamente incómoda, porque quienes anda así nomás no se hallan en ningún lado.
Cada quien decide libremente lo que hace en la hora del recreo, la única limitante es no despreciar a los que hacen algo distinto.
Decide, observa, tolera y ama. Haz lo tuyo y respeta a los demás. Cuando lo logres serás feliz y harás felices a los tuyos.
Un motivo: hoy toca.