¿De quién sospecha?
El Presidente se metió a la elección extraordinaria para elegir gobernador en Puebla.
Se apersonó en la entidad con motivo del tema del momento, que es el huachicol.
Aprovechó el viaje para pedir a la Fiscalía General y a la Fepade que sigan de cerca el proceso para evitar que haya fraude.
Igual y no detectó que le dio un repasón a la cacareada autonomía de la Fiscalía General.
Surgen tres preguntas: ¿Incurrió en un acto anticipado de campaña? ¿Cree que hubo fraude en la elección pasada? ¿De quién sospecha para la elección extraordinaria?
Caja de pájaros
Sin presupuesto para realizar encuestas, el INEGI puede convertirse en una Caja de Pájaros, como la película en la que todos andan con los ojos cubiertos para no ver.
Es un ahorro que saldrá carísimo.
Sin datos ni mediciones confiables, el diseño de las políticas públicas es como un grupo de niños tratando de atinarle a la piñata.
Una política pública que no parte de datos duros y que no puede medir resultados se queda en ocurrencia.
Acaso ésa sea la idea.
Va lento
El presidente tiene muchas expectativas en el programa Jóvenes Construyendo el Futuro.
El mandatario imaginó que prendería de inmediato, pues se están ofreciendo 3 mil 600 pesos mensuales y atención médica del IMSS, que es atractivo.
No obstante, después un arranque prometedor las inscripciones no avanzan tan rápido como se imaginaba.
Algunos lo achacan a que el proceso de inscripción resulta engorroso y otros a que la respuesta de los empresarios, que serán los “padrinos” o “tutores” de los becarios, no ha sido entusiasta.
El hecho es que el Presidente reconoció que el programa va lento y pidió a los funcionarios responsables que se apliquen.
Ellos dicen en su defensa que aplicados están, pero el diseño del programa tiene variables que no controlan.
Arrogancia accidental
El diputado morenista Cipriano Charrez siente la lumbre en los aparejos.
Está por iniciar un proceso penal en su contra por un letal accidente automovilístico en octubre pasado, que dejó muerto a un taxista.
La estrategia elegida por su defensa es que él no es victimario sino víctima, y que se le imputa para golpear a Morena y afectar su liderazgo en el Valle del Mezquital.
Según esta línea, las autoridades de Hidalgo deberían pedirle una disculpa y sumarse a su causa.
“Pegarle a Charrez es pegarle a Morena”, dijo en un alarde de arrogancia que dejó a quienes lo escucharon, comenzando por sus correligionarios, con la boca abierta.