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EL ASALTO A LA RAZÓN

Arriba las manos, soy de la CNTE

 
 

Desde hace dos semanas, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación en Michoacán mantiene bloqueadas las vías ferroviarias que parten del puerto de Lázaro Cárdenas. El sabotaje lo realiza con activistas plantados en los durmientes de siete puntos clave, en reclamo de una fortuna que no puede pagar el gobierno de Silvano Aureoles.

Pese a que la Federación respalda ya con anticipos millonarios de las participaciones estatales, los voceros magisteriales advierten que no se moverán.

El coordinador regional de la sección 18, Isidoro Castañeda, considera insuficientes los mil 200 millones de pesos que les ofrece el estado porque, afirma, lo que se les debe suma 6 mil millones.

Además de dinero, los paristas quieren se les tome en cuenta en la contrarreforma educativa en marcha porque, dice el vocero, "la parte política y la reforma de ley de Andrés Manuel López Obrador no es suficiente para darle carácter social al artículo tercero. La propuesta es que una comisión de la CNTE haga planteamientos al Congreso y hacer las adecuaciones que se solicitan...”.

Pese a que los aproximadamente nueve mil paristas figuran en la nómina de la enseñanza pública, no representan a todo el magisterio michoacano (que es de alrededor de 51 mil docentes) y son, con sus contlapaches de Guerrero, Chiapas y Oaxaca, los pioneros de la echada para atrás de la reforma educativa que se alcanzó en el peñanietismo.

Se trata de maistros más bien deficientes y pancheros que mal educan a los alumnos a su cargo, dizque "trabajan" 200 días al año porque suspenden clases a contentillo de su dirigencia; que son renuentes a las evaluaciones a su desempeño, rechazan la permanente actualización de conocimientos y dejan a los niños y jóvenes con los peores índices de aprovechamiento escolar.

Y ni entre ellos se ponen de acuerdo en el monto del chantaje para liberar las vías, ya que para el secretario general de la facción, Víctor Manuel Zavala Hurtado, el adeudo supera 8 mil millones de pesos y puede alcanzar hasta 10 mil.

Las empresas ferroviarias y acereras, entre tanto, reportan algo más de 7 mil 600 millones de pesos en pérdidas por la paralización de los convoyes. En el puerto de Lázaro Cárdenas quedaron inmovilizados 162 trenes con un millón 377 mil toneladas de mercancías y dos de 96 carros-tanque cargados con hidrocarburos cuyo destino es la refinería de Tula, en el estado de Hidalgo. Suman 5 mil 400 los contenedores que no han podido salir, y otros 3 mil 200 están varados en Manzanillo porque en Las Truchas no hay cómo encarrilarlos debido al congestionamiento.

Pésimos para educar, buenos para sacar dinero, los profes que acampan en los durmientes, habituados a la impunidad de que gozan, parecen ahora más confiados que nunca, seguros de que el gobierno de la República no los desalojará.

El dilema es que las vías férreas son... propiedad federal.

cmarin@milenio.com

Ámbito: 
Nacional