LOS ENEMIGOS DE CUAUHTÉMOC
Pedro Martínez Serrano
Lo que hoy pasa en Morelos; la convulsión que se vive en el tema de la seguridad, el bloqueo que se opera desde el Congreso, para paralizar a la administración estatal, tiene muchos responsables y surge desde diferentes frentes, lo mismo del que patrocina la senadora Lucía Meza Guzmán; uno más el que se mueve de acuerdo a los dictados de Rabindranath Salazar; también el que centavean Graco Ramírez y Rodrigo Gayosso, bueno hasta aquel que se atribuye al chiapaneco Zoe Robledo, el mismo que cobijó al desflemado y oportunista Miguel Enrique Lucía Espejoy al ex presidente del PES, José Luis Gómez Borbolla, en posiciones segundonas.
Y que los anteriores se junten para ensuciar la imagen del Estado y de quien lo gobierna, Cuauhtémoc Blanco Bravo, podría verse hasta normal, son sus adversarios políticos, lo grave del asunto es que dentro de su equipo, el gobernador tenga a gente que le causa más daño que todos aquellos juntos.
Veámos:
En la secretaría de gobierno, se encuentra un sujeto que ni conoce el Estado, ni lo conocen los morelenses, menos lo respetan, se trata de un tal Pablo Héctor Ojeda Cárdenas, cuyas referencias que se tienen de él, es que fue operador financiero del ladrón que desgobernó Veracruz, Javier Duarte de Ochoa.
Ese sujeto que todavía despacha como secretario de gobierno, ha sido indiferente ante la problemática que registra la entidad y que tiene que ver, con la operación de la política interna a su cargo. Y cómo intervenir, si es incapaz de llegar a la Catedral caminando porque se pierde. Él está en lo suyo, cobrando y guardando dinero que va “cascareando” de los recursos que le son asignados a la dependencia a su cargo.
En el mismo apartado se encuentra el comisionado de seguridad pública, un tal José Antonio Ortiz Guarneros, quien no sólo desconoce la geografía estatal, además es responsable directo de que Morelos, se encuentre bañado en sangre y que sus calles se conviertan en cementerios a cielo abierto, en las que a diario aparecen cuerpos asesinados y desmembrados.
El vicealmirante, es un sujeto que fue impuesto en Morelos por el Secretario de Seguridad Pública federal, Alfonso Durazo, como impuso también a Jesús Alberto Capella Ibarra en Quintana Roo, a pesar de los negros antecedentes que posee, lo que me hace pensar, que Guarneros es otro pájaro de cuenta que viene a hacer lo que hacen los policías, saquear, acordar con criminales y colocar en el banquillo de los acusados al gobernador Cuauhtémoc Blanco, que, al final es el responsable político de lo que pase o no en Morelos.
Más:
La Comisión Estatal de Seguridad Pública, fue asaltada por un grupo de fuereños que fueron colocados en mandos y posiciones clave, para convertirse en los “enlaces confiables” de criminales, con el tal Guarneros que, igual que Ojeda Cárdenas, si lo sueltan en el Calvario y les piden llegar al puente del Porfirio Díaz… ¡Se pierden!
Lo peor de todo, es que ninguno de ambos sujetos que llegaron a Morelos, para “hacer lo suyo”, se han visto con voluntad de ayudar a resolver la problemática que registra en los temas de seguridad.
Me ha tocado ver a manifestantes bloquear las puertas de Palacio de Gobierno, sin que haya un solo pendejo, que se acerque cuando menos para saber de qué se trata. Esa responsabilidad de dialogo y acercamiento social, es del exquisito y delicado Pablo Ojeda.
Y aunque al igual que los dos anteriores, hay muchos que se conducen como enemigos del gobernador Cuauhtémoc Blanco, creo que son los que mayor daño causan al Estado, por tanto, si se quiere re direccionar y, cuando menos intentar devolver la seguridad a los morelenses, es hora de que ese par de advenedizos se vayan de Morelos y en su lugar se coloque a personas que saben del tema, que son morelenses y que, con los ojos cerrados, pueden reportar los resultados deseados.
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