En México y Morelos se viven momentos difíciles y preocupantes en materia de seguridad. Las corporaciones policíacas, todas sin excepción están rebasadas. Se están tratando de hacer esfuerzos institucionales para implementar programas y alternativas donde participan el Ejército, la Marina y la Policía Federal para reducir de manera significativa la alta incidencia delictiva. Un voto de confianza se les tendrá que dar, lo cierto, es que hoy en día los delitos aumentan y la desaparición de personas –jóvenes- va en aumento sin que autoridad alguna salga a frenar esta triste realidad que nos lastima a todos.
DESAPARICIÓN DE PERSONAS EN MORELOS.- El año que recientemente concluyó, el 2017, fue uno de los más salvajes, quizá el más violento en cuanto a desaparición de personas y tristemente, el mayor número fue de mujeres jóvenes dado que se tiene un registro de que fueron 253 con edades que fluctúan entre los 13 y 29 años de edad las que ya no llegaron a sus hogares y provocaron una desintegración familiar por su ausencia forzada. En el año 2016 se tiene el dato que fueron 103 familias las que presentaron la denuncia por desaparición de sus respectivas hijas ante la Fiscalía General del Estado.
El tema es delicado, preocupante y lo peor es que la impunidad es lo que priva prácticamente todos estos casos, lo que está generando una psicosis social en los 33 municipios de Morelos. Hoy en día, cada vez es más frecuente la manifestación de las madres y padres de jovencitas que están desaparecidas y exigen su pronta localización ante el desinterés y falta de compromiso de las autoridades municipales, estatales y federales. Pareciera que no hay compromiso con la sociedad en estos temas que laceran y vulneran los derechos humanos de los afectados directa e indirectamente.
Susana Díaz Pineda, titular de la Comisión de Derechos Humanos “Digna Ochoa”, es una de las principales activistas en este tema y quien ha solicitado la intervención del Estado, que a final de cuentas es quien tiene la obligación de resolver estos casos y frenar los delitos en todas sus modalidades, sin embargo, la respuesta es mínima, en caso de que la haya. De ahí la impotencia entre la sociedad que no sabe qué hacer ante estos lamentables sucesos y por ello, en diversos puntos del estado, la población cansada de la impunidad y ante la impotencia de no poder localizar a sus familiares, han ido replicando el hacerse justicia por su propia mano como se ha visto de manera constante cuando detectan a delincuentes y sobre todo, en casos relacionados con secuestro aunque se han presentado tristemente que inocentes sean castigados sin deberla ni temerla. Un caso difícil, complicado que amenaza con consecuencias mayores si no hay una respuesta inmediata de la Fiscalía General del Estado y la Comisión de Seguridad Pública, áreas responsables directamente de ofrecer resultados en la materia.
INICIA MAL EL 2019.- La desaparición de personas, violenta y transgrede la dignidad no solo de los más vulnerables como son los menores de edad y las mujeres sino de la familia en general. Los padres, hermanos, hijos y en general lastima como puñales en el cerebro a la sociedad en general. El llevarse de manera forzada a un familiar sin importar quien sea, constituye una violación a los derechos humanos pero causar daños irreparables sobre todo a las víctimas. La familia se ahoga en un mar de sufrimiento porque ignora y viven con la incertidumbre del destino final que tendrán sus seres queridos.
Este tipo de actos provocan una afectación impresionante en lo económico pero peor aún en la salud física y mental. Y para esto no hay remedio alguna más que la localización de quien ha sido raptada.
Para el vocero de la Comisión Independiente de los Derechos Humanos, José Martínez Cruz, a la situación de delicada, preocupante y peor aún con incertidumbre por lo poco o nada que hacen al respecto las autoridades correspondientes. Y es que a pesar de que reconoce no tener hasta la fecha los casos de desaparición de personas en estos primeros 30 días del mes de enero y lo que va de febrero, tristemente se tiene información a través de las redes sociales de casos que se han registrado de la desaparición forzada de mujeres y hombres.
Y es qué, la corrupción, impunidad, violencia, inseguridad y colusión de diversas personas servidoras públicas con la delincuencia organizada, han sido en gran medida los motivos por los que se ha ido agudizando este fenómeno amparado con las condiciones de desigualdad y pobreza extrema que impiden un desarrollo social en el país y en el estado.
Estos delitos no han pasado desapercibidos para las organizaciones no gubernamentales quienes anuncian una marcha para el próximo 17 de febrero de Buena Vista al zócalo de Cuernavaca, en protesta por los sucesos y bajo el slogan de: “Vivas nos queremos”.
INOPSIS.- Lo que sucede en la escuela jardines de niños y primarias en lo referente a la alimentación de los menores es preocupante, y lo triste es que el director del Instituto de Educación Básica del Estado, Eliacin Salgado de la Paz, “trata de nadar de a muertito” desde que llegó a ocupar esa importante responsabilidad en el IEBEM. En días pasados se registró la intoxicación de 35 de infantes de la primaria “Vicente Guerrero” de la colonia Satélite en Cuernavaca. El argumento, fue por consumir los alimentos que suministra una empresa Jace S.A de C.V al plantel educativo. Las más de tres docenas de pequeños afectados tuvieron síntomas de diarrea y vómito.
Eliacin Salgado de la Paz, confirmó la intoxicación y anunció que se investigarían las causas de infección, sin embargo, lo que no dijo el “honestísimo” director del IEBEM, es que un día antes de registro otro suceso igual en el Jardín de Niños, Rey Jackie, que se encuentra en la colonia Acapantzingo, donde se también se registró la intoxicación de 37 niños de entre cinco a siete años con diarrea y vómito por supuestamente consumir Spaghetti a la Boloñesa. Sin embargo, hay padres de familia que aseguran que no fueron por los alimentos sino porque el agua está contaminada y hasta el momento, no han emitido ningún resultado de su supuesta investigación, lo que tiene preocupados tanto a maestros como a los papás ante la incertidumbre de que se vuelva a registrar otros casos de intoxicación con mayor severidad.
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