Incongruencia en el INE
El Instituto Nacional Electoral fue uno más de los órganos autónomos que para hacer frente a la austeridad de la cuarta transformación y a los recortes presupuestales tuvo que apretarse el cinturón y por ende prescindir de personal de diversas áreas. Pero al parecer aún no queda muy claro cuáles fueron los criterios para llevar a cabo los recortes. Nos comentan por ejemplo, que las personas que trabajan directamente como asesores o asistentes del Director Ejecutivo del Instituto Bogart Cristóbal Montiel y cuyo sueldo en algunos casos llega a casi 100 mil pesos mensuales no tuvieron que preocuparse por los despidos. Caso muy diferente a algunos hoy extrabajadores de la Dirección de Capacitación o de la Dirección de Educación Cívica, algunos con más de 20 años de experiencia y que fueron liquidados. Además, señalan, muchos de estos asesores ni siquiera están adscritos a la Dirección Ejecutiva, sino que forman parte del organigrama de otras áreas aunque únicamente responden a Montiel, quien al parecer no tiene que rendirle cuentas a nadie.
Abucheos ya son costumbre
Ninguno se escapa. Prácticamente en cada evento de Andrés Manuel López Obrador en el interior de la República los abucheos y rechiflas son ya constantes en contra de los gobernadores, estén o no presentes los mandatarios, aunque por supuesto es más evidente cuando asisten a los eventos. Tal parece que los colaboradores más cercanos de los mandatarios estatales ya tomaron nota y buscan que se les permitan ciertas consideraciones en la organización, e incluso que se les permita llevar a algunos simpatizantes para que además de las muestras de rechazo de vez en cuando puedan recibir un aplauso o una porra, muy espontáneos.
IMSS, lo ideal y lo real
¿Quiere vivir un verdadero vía crucis sin tener que esperar la llegada de Semana Santa? Visite uno de los hospitales de la red del Instituto Mexicano del Seguro Social. Nos comentan que uno de los más conflictivos y con mayor número de quejas es el Hospital General de Zona 27 en Tlatelolco, en la Ciudad de México. Solo por poner un ejemplo: obtener un documento de incapacidad para un familiar recientemente operado (y que por ende no puede hacer el trámite de forma personal) le tomará no menos de tres días de subir y bajar dos edificios de tres pisos para darle instrucciones al personal de cómo hacer su trabajo y buscando a la jefa de cirugía o a los médicos directamente responsables del paciente. Eso es para una incapacidad, mejor ya ni le contamos lo que le espera en caso de que requiera una cita para un estudio médico o un examen de laboratorio.