-Morelos se sitúa en el tercer lugar en proclividad a corrupción, refiere
Morelos se sitúa en el tercer lugar en proclividad a corrupción, de acuerdo al INEGI, que agrega que, en los últimos años, nueve de cada 10 adultos en áreas urbanas, opinaron que la corrupción es una práctica común entre los servidores públicos.
Así, el organismo ofrece información sobre las experiencias de corrupción que han padecido personas y unidades económicas al intentar hacer algún trámite gubernamental.
Revela que, desde la perspectiva de los encuestados, los empleados burocráticos obtienen beneficios de carácter personal, como dinero, obsequios o favores a cambio de algún bien o servicio.
De igual forma, en los últimos años se incrementaron los porcentajes de personas víctimas de al menos un acto de corrupción, al pasar de 12.1 por ciento en 2013 a 14.6 por ciento en 2018. Esto significó que la tasa de incidencia de corrupción, de 25 mil 541 delitos por cada 100 mil habitantes, fuera incluso más alta que la tasa de incidencia delictiva de robo en calle o transporte público.
Respecto a las unidades económicas, 247 mil 267 establecimientos fueron víctimas de corrupción en 2017. Morelos ocupa el tercer lugar con mayor proporción de establecimientos víctimas de corrupción, con ocho por cada 100 establecimientos, y sólo por debajo de la Ciudad de México y Estado de México, en donde los ámbitos donde se presentaron actos de corrupción con mayor frecuencia fueron en la interacción con autoridades de seguridad pública y en los trámites relacionados con el acceso a la justicia.
A pesar de todo lo expuesto, la corrupción es un acto que en México no se denuncia y que le ha costado a los mexicanos más de 7.2 millones de pesos tan sólo en 2017.
Con base en el análisis: “Estadísticas a propósito del Día Internacional contra la Corrupción”, durante el 2015, en el país hubo 12 mil 590 personas involucradas en algún evento de corrupción, al solicitar cierto trámite o servicio público por cada 100 mil habitantes de 18 años y más, que tuvo contacto con algún servidor público.
En suma, la corrupción es una práctica que ocurre de manera frecuente o muy frecuentemente entre los servidores públicos o empleados del gobierno, quienes son percibidos de abusar de sus funciones para obtener beneficios personales, considera el 88.8 por ciento de la población mexicana.
A escala nacional, se llevaron a cabo 30 mil actos de corrupción por cada 100 mil habitantes de 18 años y más, lo que indica que en el país, cada víctima de corrupción experimentó alrededor de 2.4 actos de esta situación.