Exige el Consejo Universitario la renuncia de Ricardo Santos Robledo Chávez y Gustavo Martínez González
Intentar corromper a consejeros y pretender desestabilizar a la institución con actos ilegales, las acusaciones
Por "intentar comprar consejeros universitarios" y pretender romper la unidad que se ha venido construyendo al interior de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) y tratar de desestabilizarse con actos ilegales a la máxima casa de estudios, las autoridades de la rectoría solicitaron a Graco Ramírez Garrido Abreu la renuncia inmediata de Ricardo Santos Robledo Chávez, subsecretario de Gobierno y Gustavo Martínez González, coordinador de Asesores del Gobierno del Estado.
Al respecto, se dio a conocer que la petición de renuncia es por intentar corromper a estudiantes, incluyendo menores de edad, y emprender una campaña de desprestigio en contra de la comunidad universitaria y pretender partidizar a la Universidad, así como por amenazar de muerte a uno de los comunicadores de la máxima casa de estudios.
Por ello, pidió que se respete de manera irrestricta la autonomía universitaria que se encuentra consagrada en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y en la Constitución del Estado Libre y Soberano de Morelos, al tiempo de señalar que el gobierno de la nueva visión cumpla incondicionalmente con las obligaciones presupuestales y los compromisos contraídos con la Universidad por parte del Congreso y del gobierno estatal.
A través de un comunicado que se emitió por parte de las autoridades de la rectoría se indica que es necesario que se asegure un lugar en la educación superior a los jóvenes del estado, en la institución y en el programa que elijan, para que continúen con sus estudios.
Todo ello, pese a la molestia de actores políticos ante la posición ético-política de la UAEM, se expresa en violentos y turbios embates como los siguientes: se vulnera su autonomía al presentar iniciativas de reforma a su Ley Orgánica sin tomar en cuenta a la comunidad universitaria.
Se incumplen y desconocen compromisos de infraestructura de programas federales; se busca afectar su presupuesto mediante la modificación de la Constitución local que actualmente le otorga el 2.5 por ciento del presupuesto del estado; se orquestan campañas mediáticas orientadas a denostarla y a deslegitimarla socialmente; se desvirtúa su vocación ético-política, al denigrar al Rector atribuyéndole la falsa pretensión de buscar un cargo de elección popular; en medio de la vergüenza y el horror descubierto en las fosas clandestinas de Tetelcingo, en lugar de investigar y castigar los crímenes develados y acompañar a las víctimas en su búsqueda de justicia, el Congreso del Estado ha ordenado una auditoría facciosa y no apegada a la legalidad.
Estas acciones, de cara a un estado devastado, en medio de un desierto en donde todas las certidumbres se han convertido en lápidas, la UAEM seguirá ejerciendo su autonomía y su capacidad crítica para visibilizar y denunciar la corrupción y la complicidad de autoridades con la delincuencia, así como la impunidad de aquellos que cometen, por acción u omisión, actos criminales contra la humanidad.