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VIDA POLÍTICA

QUE DESAPAREZCA LA FISCALIA DEL ESTADO Y TAMBIÉN SU CONFLICTIVO TITULAR, URIEL CARMONA, RECLAMO POPULAR…

 

 

Detrás de las protestas por parte de los trabajadores de la Fiscalía General del Estado, descarada y cínicamente está su titular, Uriel Carmona Gándara, quien los azuza hacia la pugna contra el Ejecutivo y Legislativo, porque sabe que será quien gane dentro de un pleito del que ya no debe formar parte.

Sin duda alguna, al colocar las banderas rojinegras en las puertas de los edificios del ministerio público del fuero común es una violación al marco del derecho, sobre todo por parte de los servidores públicos que hicieron el juramento de respetar la ley.

Es cierto, los trabajadores de la Fiscalía General requieren de un aumento salarial, de mejores condiciones laborales y que haya mayores apoyos porque hay un severo rezago en la institución.

También es evidente que los empleados requieren de los materiales suficientes para proporcionar un mejor servicio hacia la sociedad, sin incurrir en actos de corrupción y realizar su labor con transparencia.

Sin embargo, como la corrupción viene desde quien hoy maneja la Fiscalia,hay en estos momentos, el sustento para que dicho fiscal de caricatura ya sea renunciado, porque como no tiene dignidad no lo hará de manera personal, al cargo.

Para que la Fiscalía General como la de Anticorrupción merezca un mayor presupuesto habrá que limpiarla desde la cabeza hasta los pies, tomándose en cuenta dentro de la misma hay un cáncer donde priva la corrupción.

Las demandas sociales sobre la limpia dentro del ministerio público del fuero común, van cada vez en aumento, sobre todo del fiscal que está escondido de la sociedad y como buen hombre de clase financiera alta solamente provee y observa hacia arriba.

Es Uriel Carmona Gándara de aquellas familias de Cuernavaca que todavía piensa que la aristocracia social es más importante, en donde mantener un cargo público es porque se lo ganaron por el apellido que tienen y no por trabajo serio y comprometido con la sociedad.

Y el mensaje va hacia los diputados José Casas y Marco Zapotitla Becerro, quienes dicen que todavía están por sacar del cargo a los fiscales Uriel Cármona Gándara y Juan Salazar Núñez.

Ambos fiscales usan los apellidos de sus abuelos y bisabuelos quienes realmente trabajaron por la sociedad de Morelos, aunque hoy Carmona Gándara como Salazar Núñez son un par de aristócratas y nada más.

Las omisiones, simulación y otras acciones fuera del marco legal con las que actúan Uriel Carmona Gándara y Juan Salazar Núñez son un gran motivo para que salgan y sean incluso llevados al juicio constitucional.

El actuar de ambos servidores públicos en mención crea más desconfianza hacia las fiscalías que utilizan para estirar la mano y cobrar, porque ahora para buscar la procuración de la justicia tanto la autoridad estatal, municipal y la sociedad, deben recurrir a la Fiscalía General de la República.

Esos son también motivos suficientes para iniciar la limpieza en la Fiscalia. Es momento de que desde el Ejecutivo sea enviada una terna y el Legislativo decida sobre la misma y devolver a los morelenses la certidumbre hacia las instituciones procuradoras de justicia.

La realidad es que Uriel Carmona Gándara como Jesús Salazar Núñez están de más en el cargo, no merecen un mayor presupuesto porque al momento siguen sin dar resultados al estado y en su pésimo actuar provocan también problemas hacia la base laboral.

Uriel Carmona Gándara no merece ni la Notaria Pública que le regaló su padrino Graco Ramírez, tiene un actuar obscuro y demuestra diariamente que utiliza a los trabajadores de la Fiscalía para beneficio personal.

Elementos jurídicos, sociales y hasta con una auditoría seria y profunda quedarían en evidencia que Uriel Carmona Gándara no es lo que presume en su presunta honorabilidad, lo mismos que Juan Salazar Núñez y éste lo demostró como Consejero Jurídico del Poder Ejecutivo.

Son tiempos de cambios en Morelos y de crear una nueva transformación, es ahora indispensable entonces terminar de tajo con la corrupción en la Fiscalía General en donde para iniciar una denuncia hay que pagar el desayuno de la secretaria, del ministerio público y darle para la gasolina al agente la Policía de Investigación Criminal.

Y si el asunto es mayor, también hay que entrarle con el fiscal General, sus asesores, su secretario particular y hasta con quien le limpia los zapatos, de ese tamañoes  la corrupción en el ministerio público local.

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