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SERPIENTES Y ESCALERAS

Graco, la hora de la verdad
 
 

De los dichos se pasó a los hechos: ayer el gobernador Cuauhtémoc Blanco presentó ante la Fiscalía General de la República una denuncia de hechos contra su antecesor, su esposa, su hijastro y el notario Alberto Barona. La historia apenas comienza, pero el duelo ahora es legal. En principio, los graquistas tendrán que gastar tiempo y dinero en su defensa. Y ya perdieron la tranquilidad que se les notaba.

 

La batalla política más importante del gobierno de Cuauhtémoc Blanco ha comenzado: ayer el gobernador acudió a la PGR para presentar una denuncia de hechos en contra del ex gobernador Graco Ramírez, familiares y ex colaboradores por Delincuencia Organizada, Evasión Fiscal y operación con Recursos de Procedencia Ilícita para comprar inmuebles en Cuernavaca. Con esta actuación la administración blanquista inicia un pleito legal contra el régimen pasado en un momento clave de su mandato. Salir avante de esta cruzada es determinante para el futuro del ex seleccionado nacional.

Después de varios meses de advertirlo, finalmente ayer el gobernador acudió a la Seido a presentar una denuncia contra funcionarios de la administración anterior y familiares directos del ex gobernador Graco Ramírez; la medida asumida por el mandatario responde a la enorme presión social que exige justicia y al golpeteo político de los graquistas contra el ex futbolista.

El gobernador recurrió al gobierno federal porque sabe que en el estado Graco Ramírez controla a los fiscales General y Anticorrupción (Uriel Carmona y Juan Salazar), goza de la simpatía de varios diputados, empezando por Tania Valentina, José Casas, Ana Guevara, Naida Díaz y Javier García y lo protege la presidenta del TSJ Carmen Cuevas.

Los delitos que denuncia Cuauhtémoc Blanco son de corte federal, por eso acudió a la FGR; la demanda es contra personajes de su gobierno y familiares directos, como sus hijos y su esposa. Este primer golpe es duro, pero no es el único que asestará el deportista si su equipo logra armar de manera correcta los expedientes; su reto más importante en este momento es que las demandas estén bien fundamentadas y que tengan sustento legal para que los pillos vayan a la cárcel.

Al pedir al gobierno federal que actúe contra la pasada administración de Morelos Cuauhtémoc Blanco entra a otra cancha, una donde el perredista no controla a los fiscales, no tiene influencia en el Congreso y no recibe ayuda del Poder Judicial. En la PGR analizarán las demandas, pero para que procedan deberán cumplir con dos condiciones: tener soporte jurídico y el visto bueno del Presidente de México. Si cualquiera de estos dos supuestos no se cumple, el deportista puede quedar exhibido por la incapacidad técnica de sus abogados o la falta de apoyo político del presidente.

Para Cuauhtémoc Blanco era de suma importancia actuar pronto, porque ya había muchas voces hablando de omisión; la falta de actuación de su gobierno provocó que los acusados tomaran confianza, regresaran y comenzaran a realizar actos de desestabilización. En otras palabras: le estaban creciendo los enanos.

Obvio: el gobierno actual amenazó tanto con encarcelar a Graco que al no hacerlo la gente comenzó a especular que ya había arreglo; de parte de los acusados la falta de actitud en su contra les dio confianza para salir de la madriguera, reagruparse y comenzar a pensar en su regreso político.

Al gobernador Cuauhtémoc Blanco le viene bien esta jugada, pero le urge no volver a caer en el marasmo que mostró en las últimas semanas. Presentar la denuncia es sólo el primer paso, todavía falta que las autoridades judicialicen el tema, llamen a los inculpados e inicie un juicio que puede durar meses o años, si es que no es desechado de inmediato porque no se fundamentó de manera correcta.

Igual que en lo federal, en lo local el gobernador tienen que exigir a su equipo que actúe con inteligencia, que muestren capacidad y lo hagan de inmediato; es claro que los fiscales General y Anticorrupción están del lado de Graco Ramírez, pero también es cierto que ninguno de ellos está por encima de la ley, tienen que respetar los procedimientos y pueden ser sujetos de sanciones si no actúan conforme a derecho. La clave, insisto, es que los expedientes estén bien armados.

Con la denuncia de hechos presentada ayer por Cuauhtémoc Blanco en la Fiscalía General de la República inicia el verdadero pleito entre el gobierno pasado y el actual; hasta ahora habíamos visto acusaciones, señalamientos, declaraciones en medios de comunicación y algunos actos, pero ninguna acción formal que mostrara que el discurso iba en serio.

Una vez ingresada la queja por el propio gobernador, quien además es una figura pública nacional por su trayectoria deportiva, el escenario cambia, la atención se pondrá en esas denuncias y en el rumbo que tomen dentro de una institución que forma parte de un gobierno que se ha planteado como primera y más importante meta acabar con la corrupción.

Hasta hace unos días los graquistas se sentían seguros, confiados y hasta burlones de que Cuauhtémoc Blanco y su gente no habían probado ninguno de sus dichos “y ni siquiera tenían la capacidad de armar un expediente legal en su contra”; la denuncia en la FGR cayó como balde de agua fría en la espalda de los graquistas y en el seno de la familia. De un solo golpe Cuauhtémoc Blanco mostró que no hay arreglo, que no hay marcha atrás en las acusaciones y que va en serio la amenaza de llevarlos a la cárcel.

Los meses que vienen serán muy difíciles para los ex funcionarios; casi todos andan desempleados, varios han cambiado su residencia (algunos se han ido hasta del país) y muchos de ellos tendrán que contratar abogados para que los defiendan.

La amenaza de que serán privados de su libertad y de que los pueden obligar a reparar el daño económico que causaron no es poca cosa. Después de lo ocurrido ayer, más de uno ya perdió la tranquilidad… y el sueño.

·         posdata

Cuando se trata de una denuncia como la que presentó ayer el gobernador Cuauhtémoc Blanco en la Fiscalía General de la República, es necesario ir más allá de un buen trabajo jurídico. Intentar meter a la cárcel a un ex gobernador no es sencillo, sobre todo cuando se trata de uno tan pillo, mañoso y perverso como Graco Ramírez.

Hablando en castellano: el gobernador o su equipo debieron cabildear el tema en los pasillos de poder nacionales, en Segob, en la FGR y por supuesto en la Presidencia de México. Graco Ramírez ha hecho lo propio: ya se reunió con la secretaria de gobernación y opera a través de varios amigos que tiene en común con el presidente Andrés Manuel López Obrador. Graco Ramírez es un ladrón, pero no es tonto.

Para que las denuncias presentadas por el gobernador de Morelos prosperen se tienen que cumplir dos supuestos: que tengan fundamento jurídico e incluyan las pruebas de las acusaciones y que el tema haya sido cabildeado en lo político; si cualquiera de ambas condiciones no se cumple, es predecible que las denuncias serán desechadas.

Al acudir a la FGR el gobernador de Morelos puso en la cancha federal el procedimiento contra Graco Ramírez y ello tiene serias implicaciones políticas, de ahí lo importante del cabildeo. Si las denuncias avanzan sabremos que hay visto bueno del Gobierno de México y no existe protección política para Graco Ramírez, a pesar del “perdón a los corruptos” ofrecido por AMLO.

Pero si las querellas se caen por cualquier motivo, será un severo golpe para Cuauhtémoc Blanco, quedaría expuesto por la incapacidad jurídica de su equipo o por la falta de apoyo del gobierno federal. Si esto último ocurriera, el gobernador de Morelos tendría que apechugar totalmente con el golpe, porque no podría acusar a la Fiscalía General de la República, es decir, al Gobierno de México, de proteger a Graco Ramírez.

¿Ya pensaron en eso?

Un dato más: todas las demandas que presentó en el pasado reciente Gerardo Becerra contra Graco Ramírez fueron desechadas por inconsistentes.

Ojalá los abogados que redactaron estas demanda sean otros. Los de Pablo Ojeda, por ejemplo.

·         nota

Tras la presentación de la denuncia de hechos en la FGR el asesor anticorrupción del gobierno de Morelos habló con la prensa sobre el tema. Esto dijo Gerardo Becerra a los reporteros:

- Es una denuncia de hechos por posibles actos delictivos

- ¿Posibles…?

- Posibles, que pudiesen llevar a delitos como lo son delincuencia organizada, defraudación fiscal y operaciones con recursos de procedencia ilícita, como lo dijo el gobernador; las gentes que pudiesen estar imputadas en esta es una denuncia de hechos son el señor Graco Ramírez Garrido Abreu, la señora Elena Cepeda de León, el señor Manuel Rodrigo Gayosso Cepeda y el notario Alberto Javier Barona Lavín; esto en una primera instancia, esto es una denuncia de hechos y tendrá que ser la autoridad, como es el caso de esta Unidad en Delincuencia Organizada, la que determine que otras personas deben estar aquí y qué otros delitos pueden haberse cometido

- ¿Qué fue lo que inició esta investigación, esta denuncia? ¿Por qué tomar esta decisión, que fue realmente lo que pasó?

- Principalmente tiene que ver con actos de compraventa de bienes inmuebles en la Ciudad de Cuernavaca Morelos.

- ¿Por cuánto?

_ Les ruego, no puedo dar mayor información porque se tiene que respetar el debido proceso.

- ¿Cuántas propiedades? ¿De cuanto es el monto?

- Estamos hablando de cerca de… 2 propiedades en un inicio y estamos investigando algunas otras, por eso seremos coadyuvantes también en esta denuncia que acaba de firmar el señor consejero jurídico del Gobierno del Estado, para que finalmente se llegue a la verdad histórica de que fue lo que sucedió, porque también pudiese haber tráfico de influencias.

- ¿Estos 2 inmuebles están valorados en…?

- Yo le puedo garantizar que ahora que la autoridad empiece a investigar todo esto, como lo dijo el gobernador hace un minuto, van a salir muchas cosas que le han hecho mucho daño a los morelenses, no lo puedo decir en este momento yo esperaría a que la propia autoridad lo hiciera.

- ¿Cómo fue que lo detectaron entonces?

- Los detectamos mucho de ello con denuncias ciudadanas, recordará usted que yo soy el vocero de la CMMC.

·         post it

Rodrigo Gayosso ya regreso a México luego de su autoexilio en Estados Unidos, vive en un lujoso edificio de la colonia Polanco en la Ciudad de México y acude varias veces a Cuernavaca, donde se reúne con sus allegados en una fonda de la colonia Reforma, cuentan, para planear su desquite contra el gobierno estatal.

Dicen que el ex candidato perdedor mandó hacer una encuesta para medir cómo va el gobierno de Cuauhtémoc Blanco y que a partir de ahí ha diseñado una estrategia de ataque que incluye las ya conocidas y torpes estrategias de los hermanos Lelos.

Su plan es simple, como su cerebro: atacar, desestabilizar y provocar miedo para que la gente considere que Cuauhtémoc Blanco es torpe, no gobierna y los morelenses se equivocaron al votar por él. Es la lógica de: “Qué bien estábamos cuando estábamos mal”.

La estrategia es tan mala, como lo fue su manera de hacer política cuando era el hombre todopoderoso de Morelos. Su plan no funcionará porque, en principio, está mal diseñado, es mal operado y carece de sustento para ser aceptado por la gente. En castellano: Por muy mal que haga las cosas Cuauhtémoc Blanco, no hay manera que supere las infamias cometidas por Graco, sus hijos, su esposa y sus amigos.

Una figura tan desgastada como Rodrigo Gayosso no puede recurrir a ese camino para reposicionarse políticamente; es más, si al hijastro de Graco Ramírez le interesa retomar su carrera política, lo primero que tendría que hacer es analizar lo que hizo mal en el pasado para saber qué tiene que corregir en el presente.

Dos grandes problemas tiene el Gayo Gayosso: es soberbio y no acepta sus errores.

Un dato más: los planes de los graquistas se trastocaron con la demanda que interpuso Cuauhtémoc Blanco; nunca esperaron que el ex seleccionado nacional se atreviera a dar el paso.

·         redes sociales

Aunque no es el objetivo principal, la denuncia en la FGR era necesaria para dar un golpe de timón y mostrar que las cosas van en serio. En la agenda anti corrupción del gobierno estatal está muy claro las áreas que se deben investigar porque en ellas, cuentan, se cometieron un gran número de abusos. La mira está puesta en las secretarías de Obras, Salud, Cultura, Trabajo, Hacienda, Medio Ambiente, Agua, Agricultura, el Instituto de Crédito (cuya titular ya trabaja en el gobierno de la CDMX) y en varios fideicomisos.

Los ex titulares de esas dependencias deben prepararse para gastar tiempo y dinero en su defensa.

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