Derecho de admisión
Morena debería reservarse el derecho de admisión. Abrirle la puerta a cualquiera puede generarle más problemas que soluciones.
Un caso ejemplar es el de Mauricio Toledo, el inefable exdelegado en Coyoacán del PRD, que pasa de un escándalo de corrupción a otro como si nada. Es su rutina. Toledo hizo un cálculo político elemental.
Dejará la bancada perredista en la Cámara baja para sumarse a la de Morena, que como sabemos es la que parte el chicharrón, para obtener así un blindaje a cambio de votos para alcanzar la mayoría calificada.
Tiene pinta de buen negocio político, de no ser por el desprestigio del personaje del que muchos morenistas se han expresado pésimo, incluidos cuadros relevantes.
Morena no gana, pierde, pues el mensaje que envía es que puede cobijar a cualquier, incluso alguien cuya mala fama pública contaminará al partido.
Debajo de la mesa
El presidente López Obrador ratificó en la conferencia mañanera la versión que circuló por días por otros cauces: se acaba el dinero para organizaciones de la sociedad civil dedicadas a los derechos humanos y seguridad.
Es claro que se refiere a grupos como el que encabezan la señora Miranda de Wallace y Morera.
El gobierno considera que varias de ellas se han convertido en negocios personales. No habrá dinero, ni por arriba de la mesa, a los ojos de la gente; ni por debajo de la mesa, entre puros cuates.
Hace unos días, en un adelanto de la nota publicada en este espacio, la señora Wallace sostuvo que ella jamás ha recibido dinero del gobierno. Hasta se indignó.
Es magnífico que no le hayan dado dinero público. Las declaraciones del Presidente de la República no le incumben, se refieren a otro grupo y ella podrá seguir adelante con su labor altruista con sus propios recursos.
Muy verdes
Y las penas de Gabriel García, el conspicuo ejecutor de los censos de la IV Transformación (los que determinarán quién recibe apoyos directos del gobierno federal), no terminan en la dificultad que ha encontrado para levantar datos personales casa por casa.
Ahora también resulta que la dispersión a través de sistemas bancarios no está resultando tan fácil como se previó.
“Están verdes”, dicen que dijo un alto directivo bancario después de dar una asesoradita a los funcionarios amlistas que quieren saber con qué esquema pueden alcanzar a comunidades pequeñas.
Por unanimidad
Los senadores dejaron a un lado sus naturales diferencias y lograron un acuerdo por unanimidad, lo que es cada vez más raro.
El nombramiento del periodista Jenaro Villamil como titular del Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano consiguió todos los votos a favor.
Los senadores consideraron a Villamil la persona idónea para asumir el cargo y contribuir a la construcción de medios públicos fuertes y libres.
La larga carrera del periodista y su conocimiento del tema de los medios convencieron a los legisladores. Tocará ahora a Villamil cumplir con las grandes expectativas.