Desaparecidas: crimen de lesa humanidad
El sistema de prevención y procuración en México está tan corrompido que a pesar de los altos incrementos en los delitos considerados como crimen de lesa humanidad, pocos, muy pocos son esclarecidos y por consecuencia lógica, los delincuentes delinquen una y otra vez porque saben que difícilmente los detendrán. Y en muchos de los casos, cuando son aprehendidos, con argucias legaloides logran burlar la justicia y salen libres. Esta es una triste realidad que hoy tiene sumido al país en una crisis de inseguridad y rabia de impotencia de los padres de familia que buscan a sus seres queridos quiénes siguen desaparecidos.
CRIMEN DE LESA HUMANIDAD.- Es crimen de lesa humanidad -o contra la humanidad- todo aquel acto tipificado como asesinato, esclavitud, exterminio, esclavitud, deportación, traslado forzoso de población, encarcelación u otra privación grave de la libertad física en violación de normas fundamentales del derecho internacional, tortura, violación, esclavitud sexual, prostitución forzada, embarazo forzado, esterilización forzada u otros abusos sexuales de gravedad comparable, persecución de un grupo o colectividad con identidad propia fundada en motivos políticos, raciales, nacionales, étnicos, culturales, religiosos, de género, u otros motivos reconocidos en el mundo como inaceptables con arreglo al derecho internacional, la desaparición forzada de personas, el crimen de apartheid u otro acto inhumano de carácter similar que cause grandes sufrimientos intencionales o atenten de gravedad contra la integridad física o la salud mental cuando se cometa como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil y con conocimiento de dicho ataque, según la enciclopedia libre Wikipedia.
Lo triste, es que los asesinatos y particularmente las desapariciones de personas y en especial de mujeres, tristemente y para desgracia de la sociedad van en aumento, ante el desinterés –tal parece- de las autoridades de prevenir y procurar justicia. Hoy, es cada vez más frecuente saber, conocer y tener algún amiga, familiar o persona conocida que no sepan dónde está físicamente y por tanto, con reporte de desaparecida ante la Fiscalía General del Estado.
LA PSICOSIS.- Incluso, la psicosis ha llegado a diversos sectores de la población que hoy en día tiene temor ya de salir a caminar libre por las calles, incluso ya no solo en las noches sino en el día y en las tardes porque los delitos se registran en cualquier hora. Hoy, tristemente, se puede leer y escuchar en medios especializados de nota rota información que tiene que ver con personas desaparecidas, cuerpos desmembrados, mujeres torturadas, violadas y asesinadas. Y en el mayor número de los casos, esos delitos no son esclarecidos. La impunidad se mantiene casi en su totalidad ante la inconformidad y rabia social que hoy está más empeñada en hacerse justicia por su propia mano ante el temor de que a los delincuentes detenidos no se les castigue.
Los municipios más preocupantes en este tema ubica a Puebla, Tijuana, Ciudad Juárez, Monterrey, Hermosillo, Toluca, Culiacán, Matamoros, Ecatepec y Nezahualcóyotl. Y pese a que no aparece ninguno del Estado de Morelos, la sociedad esta cansada, temerosa y por esa razón, salió a las calles a hacerlas suyas y mostrar vestidas de negro su exigencia porque ya no haya ningún delito más contra una mujer. Ya no más víctimas de desaparición infantil o adolescente como se han presentado casos en la entidad.
El tema es delicado, controvertido, criminal, de lesa humanidad porque las desapariciones de jovencitas y niñas desaparecidas aumentan. Quizá algo igual de grave es la impunidad que impera en estos casos, evidenciando con ello una reprobación automática a los programas de política públicas que tendrían que reducir los índices pero que hasta el momento no lo han logrado.
LA PESADILLA.- La marcha de miles de mujeres que salieron a las calles en Cuernavaca puso el foco rojo a las autoridades federal, estatal y municipal porque mientras que para ellos todo está bien, para la gente es todo lo contrario, está cansada, inconforme con lo que hacen y lo que no hacen para erradicar estos delitos que laceran lo más sagrado que es la familia.
Hay nombres y apellidos de mujeres que han sido asesinadas y otras no han sido localizadas, que la siguen buscando y por consecuencia lógica continuarán en su búsqueda el tiempo que sea necesario hasta encontrarlas. Ante este tipo de tragedias lo único que queda es la unidad social como se demostró con la marcha del domingo de las mujeres que alzaron la voz por todas las desaparecidas ante el desinterés gubernamental. Lo que viven hoy en día cientos de familia es de pesadilla, porque vieron salir a sus mujeres pero nunca pensaron que ya no regresarían.
Morelos por desgracia no es la excepción y también se han registrado mujeres que son asesinadas y otras desaparecidas, por esa razón protestaron y condenaron estos actos criminales que evidencian lo frágil del sistema de justicia.
Ya no solo es el sur, el oriente, sino la zona metropolitana y en general todo el estado donde los delitos se presentan en razón de que todo se debe a una falta de seguridad y justicia, por lo que los reclamos cada día aumentan al exigirlas vivas, luego de los 940 casos de feminicidio que se tienen registrados a partir del año 2010 a la fecha. Peor aún, hay 66 asesinatos violentos registrados en solo cuatro meses, así como de 80 mujeres que han desaparecido en la misma fecha. Por eso están enojadas, cansadas, indignadas. Y por eso exigen las sobrevivientes, las huérfanas, las desesperadas un alto total a la violencia contra todo ser humano.
¿Acaso eso es mucho pedir?
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