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VIDA POLÍTICA

ANTE EL FRACASO DE LA CES Y SU SIMULADOR TITULAR GUARNEROS, LA GUARDIA NACIONAL, TANQUE DE OXÍGENO PARA MORELOS….

 

 

La seguridad pública es uno de los puntos que la sociedad más exige al gobierno, en sus tres niveles, pero en muchas ocasiones por posiciones partidistas, personales y hasta de solapamiento siguen sin acuerdos.

Hoy, en el 106 Aniversario de la creación del Honorable Ejército Nacional, la sociedad quiere que esta noble institución creada para el apoyo hacia los pueblos sea quien encablezca las tareas de regresar la seguridad pública, nacional, estatal y en los municipios.

La Guardia Nacional es para que ante el incremento de los delitos de alto impacto ya opere, junto con el Mando Mixto en los estados y municipios porque los asesinatos de jóvenes, desaparición de personas y de adolescentes van en aumento.

Es necesario que los partidos políticos saquen las manos de los poderes Legislativos al nivel federal como en los estados, que los legisladores sean verdaderos representantes populares en todas sus tribunas.

Y ello porque en Morelos no solo matan y desaparecen a mujeres, también hombres, niños y adolescentes, al igual que en los asaltos, robos.

Los tres niveles del gobierno deben también transparentar cómo operaría la Guardia Nacional, el Mando Mixto y cuáles son los programas en materia de prevención del delito.

En Morelos, la realidad es que no hay un programa real en materia de seguridad y está visto porque tenemos al muerto de cada multiplicado por tres o más jóvenes, que lamentablemente son asesinados.

La prueba de que no hay un plan de seguridad desde hace varios años está visto, porque cuando hay una o más víctimas la respuesta inmediata del sector oficial es victimizar más al que perdió la vida tachándolo de haber estado preso o bien tener nexos con la delincuencia organizada, incluso la frase más recurrentes es que se trata de una guerra entre bandas delictivas.

Por ello hoy un 99.9 por ciento de los morelenses está de acuerdo con la Guardia Nacional, de que el Ejército Mexicano así como apoya después que ocurrieron  siniestros naturales quieren al soldado patrullando calles y proporcionar seguridad.

A 106 años de la creación de la honorable institución, al mantenerse un descrédito sobre los elementos policíacos la figura del militar es vista como una salvación, en momentos que la inseguridad priva hasta en el interior de los hogares.

De ahí que ya los partidos políticos y sus diputados deben dejar de tener discusiones bisantinas, saldar la gran deuda que hoy tienen con la sociedad y ser generadores de ambientes sociales con certidumbre.

Darle su real valor al soldado que defiende la autonomía nacional, que cuando sale a las calles lo hace con valor y regresa a sus cuarteles con la frente en alto y dignos por haber apoyado las comunidades.

Nadie puede negar que hoy en Morelos como en casi todo el país hay una emergencia nacional en materia de seguridad, los focos rojos están encendidos y desde las cúpulas del poder no quieren reconocer esta triste situación que viven los pueblos.

Guardia Nacional y Mando Mixto es urgente, porque no solo matan mujeres en las comunidades rurales y urbanas, también a los hombres y víctimas de estos sangrientos actos están l@s niñ@s.

Pero también en esta posición de la salida del Ejército Mexicano debe ser apoyada por las comisiones de Derechos Humanos, que no salgan con sus falsos y mediáticos discursos sobre que son violadas las garantías de los ciudadanos porque tenemos una institución dedicada a la represión y bla, bla, bla, bla.

Sobre el particular, recuerdo fehacientemente a Don Antonio Riva Palacio, al último gobernador poliítico-político que tuvo Morelos, exclamar muy molesto (y conste que a Don Antonio, poquisimas veces se le escuchaba decir una palabra altisonante) “y que chingados quiere Derechos humanos, que con un ramo de rosas le lleguemos a los delincuentes y digamos, déjate detener por favor”.

Más ahora que las comisiones de derechos humanos parece que están dedicadas a proteger más al delincuente que las víctimas, porque no les pidieron permiso para arrestarlos ni les leyeron sus derechos constitucionales.

Para regresar al Morelos de paz, concordia y armonía es necesario cambiar las formas de pensar, en las que la educación salga de casa y estar en el respeto hacia el marco del derecho, sobre todo las autoridades y representaciones populares que son quienes más las violentan.

Ni un@ menos, seguridad pública y Ejército en las calles es el clamor social, no lo dicen las encuestas sino todos los que han sido víctima de algún delito.

Y también es el momento que la Fiscalía General y el Tribunal Superior de Justicia dejen de ser una cueva de la corrupción y el coyotaje, sino que haya verdaderos profesionales al servicio del pueblo.

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