México lleva más de tres décadas tratando de construir un sistema de pesos y contrapesos que fomente la democracia en el país y evite que todo el poder se concentre en una sola persona, labor que hoy se está viendo amenazada por los constantes embates de Andrés Manuel López Obrador contra los organismos reguladores independientes
En su lucha por transformar a México, Andrés Manuel López Obrador ha abierto un nuevo frente de batalla.
El enemigo: toda aquella persona o institución con la capacidad de intervenir y regular sus decisiones.
Es por ello que desde hace más de una semana se ha dedicado a utilizar su conferencia mañanera para encabezar una embestida en contra de los organismos autónomos del país.
Desde el púlpito presidencial, el tabasqueño no sólo se ha pronunciado por la renovación de estas instituciones, sino que ha hecho uso de su figura al frente del Ejecutivo para lanzar desde acusaciones sin pruebas en contra de quienes los encabezan hasta una serie de adjetivos cuya finalidad es desacreditar y poner en duda frente a la ciudadanía la labor que realizan.
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se engañó al pueblo de México haciendo creer que se necesitaban instancias autónomas de expertos independientes porque el Gobierno no podía atender los asuntos relacionados con la Comisión Federal de Electricidad y con Petróleos Mexicanos, entonces se crearon todos esos organismos de personas, no generalizo, pero la mayoría de los casos subordinados a una manera de pensar, a la política de privatizaciones, lanzó el primer mandatario de México el lunes pasado” autor=”” puesto=””]
Las acciones emprendidas por el tres veces candidato a la presidencia del país y la forma de llevarlas a cabo le han valido una fuerte crítica tanto de la Oposición como de la clase empresarial y de una buena parte de la sociedad civil, quienes lo acusan de querer acabar con todo aquello que representa un contrapeso a su gobierno para finalmente centralizar el poder
“A López Obrador le estorba todo aquello que le quiera poner un alto. El es un político de acción y cree que las cosas se deben hacer con un chasquido de dedos; entonces los órganos autónomos le ponen trabas y eso le molesta.
“Lo que está haciendo desde su cargo es un abuso de poder y se está difamando a las personas. Se está usando el púlpito presidencial para sugerir corrupción y para iniciar procedimientos sin que haya ningún indicio de actos indebidos”, dice Luis Carlos Ugalde, director general de Integralia Consultores.
Por su parte, la diputada y presidenta de la Comisión de Radio y Televisión, Laura Rojas, quien salió a intervenir en defensa del Instituto Federal de Comunicaciones (IFT), comenta en entrevista para Reporte Indigo que no está mal que el presidente quiera mejorar el funcionamiento de los órganos autónomos, pero no es la manera de hacerlo.
“Una eventual reforma a las instituciones sería normal. Permanentemente se presentan iniciativas que buscan mejorar sus funciones, pero otra cosa es lo que estamos viendo por parte de Andrés Manuel.
“Lo que el presidente está haciendo es claramente una estrategia de debilitamiento y de descalificación moral de todos los órganos que le incomodan.
“Una cosa es presentar una iniciativa de ley para mejorar funciones y otra muy distinta es difamarlos desde la conferencia mañanera con un discurso que genera división”.
Por ahora, los ataques más directos han estado dirigidos principalmente hacia la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y su presidente, Guillermo García Alcocer, en contra de quien el Gobierno federal, junto con la Secretaría de la Función Pública (SFP) y la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), ya comenzó una investigación por presunto conflicto de interés y posibles delitos como lavado de dinero, fraude, evasión fiscal y envío de recursos a paraísos fiscales de algunos de sus familiares vinculados a empresas del sector energético
Incluso, Irma Eréndira Sandoval, quien encabeza la SFP, advirtió que podría ser inhabilitado y sugirió que debía separarse de su cargo mientras se realizan las indagatorias en su contra.
“Sería bueno que se separe”, lanzó la funcionaria durante la rueda de prensa en Palacio Nacional que se celebra cada mañana.
Otros organismos que se han visto golpeados de forma directa son el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) del cual dijo que ni los mismos que aplican los exámenes serían capaces de aprobarlos.
El Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) también estuvo en la línea de fuego cuando fue acusado de ser un organismo que sólo simula cumplir con su función por haber tomado decisiones como que se mantuvieran en secreto las condonaciones de impuestos a grandes empresas durante el sexenio de Vicente Fox o por la determinación de no dar a conocer las investigaciones del caso Odebretch.
En la misma sintonía arremetió contra el IFT al asegurar que había conflictos de interés en la deliberación sobre la fusión de Fox y Disney, dicho que Laura Rojas salió a desmentir explicando que los exfuncionarios que representan a las empresas ya cumplieron con el tiempo de prohibición que marca la ley para trabajar en temas relacionados con su anterior cargo público.
Por último, el día de ayer, también fue criticado duramente por asegurar que la sociedad civil sólo fomenta el conservadurismo y no es más que una bandera.
“Yo no conozco gente de la sociedad civil, de veras, muy pocos de izquierda, con todo respeto, todo lo que es sociedad civil tiene que ver con el conservadurismo, hasta los grandes consorcios promueven a la sociedad civil, es una bandera la sociedad civil”.
A lo que Alfredo Lecona le respondió que sus comentarios ya no son por ignorancia, sino por dolo.
“En sus generalizaciones, AMLO también se va contra madres buscando a sus hijos, organizaciones que defienden y acompañan a víctimas, organizaciones que defienden migrantes y contra muchas personas más. Más conservador que de izquierda”, escribió en su cuenta de Twitter.
Le responden a AMLO
Las acusaciones por parte del presidente de México en contra de los órganos autónomos del país no han pasado desapercibidas, tanto miembros de los partidos políticos que hoy en día conforman la Oposición como expertos, académicos e integrantes de las organizaciones de la sociedad civil han lanzado sus propias réplicas en contra de los ataques del morenista.
Militantes tanto del PAN como del PRI han llamado a la Oposición a mantenerse unida para defender la democracia y el sistema de pesos y contrapesos que tanto tiempo costó construir
Laura Rojas, diputada y militante de Acción Nacional, principal partido de Oposición al nuevo gobierno, no sólo ha hecho un llamado a sus homólogos para mantenerse unidos y así crear un frente común capaz de enfrentar este tipo de embates que vienen desde el Gobierno federal, también ha dicho que lo que busca López Obrador con el debilitamiento de las instituciones autónomas no se trata sólo de si el Estado tiene o no las capacidades para desempeñar las tareas de estos organismos, sino de respetar la idea de democracia que tanto trabajo ha costado construir.
“El asunto no se trata de si el gobierno tiene las capacidades para suplir a los órganos autónomos.
“La Secretaría de Gobernación podría volver a controlar las elecciones, el Gobierno federal ser el que entregue las concesiones de radiodifusores y televisoras, ser quien genere las estadísticas en el país en lugar del Inegi… Pero se trata de que se respete la construcción de pesos y contrapesos que ha tomado años construir porque creemos en la democracia y en esta fragmentación del poder que impide que haya uno solo que lo controle todo”.
Desde la misma trinchera blanquiazul, el exsenador Roberto Gil Zuarth, se unió a las protestas.
“El acoso contra autónomos y reguladores, con el aparato coactivo del Estado y en flagrante violación de la presunción de inocencia, es un síntoma ominoso y peligroso. Y, además, sugieren sin rubor renuncias. Esto no es de demócratas. Por más mayoría que sean”, criticó desde su cuenta de Twitter.
El diputado local del Congreso de la Ciudad de México, Guillermo Lerdo de Tejada, quien abandera al Partido Revolucionario Institucional, tampoco se mostró de acuerdo con las recientes actitudes en contra de los órganos reguladores por parte de López Obrador.
“El régimen va contra todo lo que le haga contrapeso: funcionarios, organismos autónomos y sociedad civil. O te alineas o te someten con toda la fuerza del Estado. No lo podemos permitir. Desde los medios y las redes; en las cortes y en las calles ¡tenemos que alzar la voz!”
Desde el ámbito académico, la periodista y escritora Denise Dresser se unió a la defensa de estos organismos, criticando principalmente la persecución realizada por parte de la titular de la SFP, Irma Eréndira Sandoval, en contra del presidente de la Comisión Reguladora de Energía, Guillermo García Alcocer, a quien incluso el presidente ya le aceptó su petición de tener una audiencia pública con él para hablar del tema.
“Habiendo tantos casos de corrupción pendientes por investigar y sancionar como la Estafa Maestra/Odebrecht/Casa Blanca la @SFP_mx elige hacer lo mismo que hacia el PRI: usar el aparato del Estado para perseguir enemigos por instrucción presidencial”.
De igual manera a esta lucha se han sumado otras figuras como Carlos Bravo Regidor, coordinador del programa de periodismo del CIDE y Luis Carlos Ugalde, director general de Integralia y en algo coinciden todos a pesar de los distintos argumentos que han presentado: López Obrador tiene una clara intención de centralizar el poder y sus ataques contra los organismos que son un contrapeso directo a su gobierno son un abuso de poder y de autoridad.
Políticos de los partidos de Oposición, académicos y expertos pertenecientes a organizaciones de la sociedad civil reprocharon y criticaron al tabasqueño por tratar de amedrentar a las instituciones que sirven de contrapeso al poder que ejerce el Estado mexicano
La presidencia como arma
Una de las cuestiones más graves sobre la manera en la que Andrés Manuel López Obrador ha decidido lanzarse en contra de las instituciones autónomas es que lo ha hecho utilizando su posición institucional como presidente de México.
La embestida del jefe del Ejecutivo contra los organismos encargados de vigilar las acciones del Estado durante sus conferencias mañaneras ha inquietado a propios y extraños, pues ha sido visto como un abuso de poder que el tabasqueño use el poder de su investidura para difamar y lanzar falsas acusaciones
A esto se suma otro tema que ha provocado mucha polémica. Los ataques suelen ser sin fundamentos y hechos que prueben sus dichos, llevándolo a cometer violaciones a la presunción de inocencia y dejando en claro que cuando algún organismo, institución o funcionario público no le gusta o cae bien, su estrategia es la misma de siempre: acusarlos de corrupción, de que salen muy caros o que fueron capturados por intereses privados.
“López Obrador trae una confusión de muchos temas, por una parte hay una obsesión por la austeridad, por otra dice que están capturados (órganos autónomos) por intereses privados y tercero los ve como un obstáculo a su poder de acción.
“Respecto a que son muy onerosos a muchos ya se les redujo el presupuesto y a sus integrantes se les bajó el salario. La cuestión es que estas actividades si no las hacen los órganos autónomos pues la tiene que llevar a cabo el gobierno, de tal forma que ese gasto se tiene que hacer.
Las dos principales excusas que ha usado el presidente para atacar a los órganos autónomos son que hay corrupción en el interior de los mismos y que cuestan mucho dinero
“En cuanto a la captura de intereses sí es cierto que algunos órganos autónomos, como el poder legislativo, o como el mismo gobierno son capturados por intereses privados; el mismo congreso mexicanos por muchas décadas ha legislado con base en presiones de grupos de interés”, comenta Luis Carlos Ugalde dejando en claro la ironía que estas acusaciones representan.
“Lo que está haciendo desde su cargo es un abuso de poder y se está difamando a las personas. Se está usando el púlpito presidencial para sugerir corrupción y para iniciar procedimientos sin que haya ningún indicio de actos indebidos”
Por su parte, la diputada Laura Rojas asegura que las acciones del morenista son muy graves y preocupantes.
“Lo que está haciendo es claramente una estrategia de debilitamiento y descalificación moral de todos los órganos que le molestan. Algo muy preocupante y una característica de los líderes populistas y autoritarios.
“Hay una enorme irresponsabilidad por parte del presidente de seguir fomentando esta visión en la sociedad enarbolando una narrativa de confrontación y odio al dividir a la sociedad entre fifís y pueblo.
“La forma es fondo en política y no creo que sea un error de comunicación, si algo hace bien el presidente es comunicar, y a quién le está hablando: a su base electoral en un lenguaje que entienden manejando símbolos muy poderosos para mantener su apoyo y popularidad”
Por último, a esta crítica también se suma Ugalde, quien comenta que en el caso de la CRE el jefe del Ejecutivo ha dado datos totalmente imprecisos mientras que su presidente declaró desde hace varios años sus posibles conflictos de interés y son públicos y no tiene ninguno.
Sin embargo, Ugalde cuestiona que AMLO y su secretaria de la función pública hayan deslizado ideas confusas de presunta información que no demuestra ningún conflicto de interés y que no es algo que hacen por primera vez
“La semana pasada, Manuel Bartlett, director General de la Comisión Federal de Electricidad, deslizó acusaciones totalmente infundadas contra exfuncionarios a los cuales señaló de corrupción y después se mostró que ninguno de ellos había violado la ley”, ejemplifica el director General de Integralia Consultores.
Nacidos de la izquierda
Los ataques a los órganos autónomos encabezados por el primer presidente emanado de un partido de izquierda podrían parecer una contradicción, pues Luis Carlos Ugalde explica que surgieron como parte de la lucha de estos grupos opositores.
“Estas instituciones nacieron en México desde hace 30 años para tratar de suplir deficiencias políticas, profesionales y de eficacia del Poder Ejecutivo y del Estado mexicano en general, y fue una manera de ir generando un contrapeso al gobierno que había politizado desde temas electorales hasta temas de emisión del dinero; o como los derechos humanos que los tenía olvidados.
Todo esto surgió como una lucha desde la izquierda, desde la sociedad civil, de los organismos de derechos humanos y muchos otros más que fueron arrancándole al Estado y en su momento a la hegemonía del PRI, la autoridad de la regulación de muchas esferas que impedían un proceso de mayor democratización y de mayor protección de derechos civiles” cuenta.
Por eso se creó el Instituto Federal Electoral -hoy INE- en 1990 o la Comisión de Derechos Humanos. Esa es la gestación de estos organismo y parte del legado de la lucha gradualista prodemocrática que se impulsó por exigencia de la izquierda en México, revela Ugalde.