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SERPIENTES Y ESCALERAS

4T, el primer muerto

 
 

La muerte de un opositor a la termoeléctrica de Huexca no desató el problema social en el oriente de Morelos, sólo lo enrareció. La resistencia al PIM viene desde hace varios años, suma a muchas personas y a comunidades de tres estados. El problema de fondo en esta historia es que nadie se ha ocupado de hacer política, ni de socializar la obra.

 

El asesinato de Samir Flores, un activista del oriente de Morelos que se había opuesto a la construcción de la termoeléctrica de Huexca marca el inicio del primer conflicto social del nuevo gobierno federal en un estado profundamente obradorista. La muerte de este hombre ocurre apenas unas horas antes de que inicie la consulta por la planta de energía, pero los hechos violentos no detienen los planes del Presidente de México porque, dijo,  “no sabemos con qué intención se cometió este horrendo crimen… A lo mejor entre las posibilidades era afectar la realización de la consulta”. Los problemas en el oriente apenas comienzan.

Hasta antes de esta ejecución pocos más allá de la comunidad de Amilcingo Morelos sabían quien era Samir Flores Soberanes; de 30 años de edad, el joven activista era un luchador social que también estaba al frente de una estación de radio comunitaria llamada “Amillzintko” y formaba parte del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua en Morelos, Puebla y Tlaxcala. En los últimos meses se había convertido en uno de los líderes opositores a la construcción de la planta termoeléctrica y hace unos días, por este motivo, se confrontó personalmente con el coordinador de los delegados federales en Morelos Hugo Erick Flores.

La lucha social por la edificación de esta planta de energía no es nueva, se arrastra desde hace varios años y en distintos momentos se han vivido espacios de crisis en los que, incluso, se suscitaron hechos violentos. El Proyecto Integral Morelos (PIM) puesto en marcha desde la administración federal pasada generó disgusto en varias comunidades del estado de Morelos, Puebla y Tlaxcala; el PIM incluye la construcción y operación de una central termoeléctrica, un gasoducto y un acueducto, situación que a decir de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, vulneró los derechos humanos de habitantes de los tres estados.

Los argumentos a favor de este proyecto se han presentado en distintos foros por parte de autoridades federales y estatales desde hace seis años; la viabilidad de la obra se sustenta en la riqueza que brindaría a la población, los beneficios directos a las comunidades aledañas y por supuesto en la generación de energía para el país, principalmente para esta región de México. La termoeléctrica de Huexca Morelos produciría electricidad a partir de un generador accionado por una turbina de gas, tomaría agua del Río Cuautla y de una planta tratadora de aguas negras y su funcionamiento no tendría impacto ambiental ni consecuencias en la salud de las personas, según han reiterado las autoridades.

Pero a pesar de las bondades que representa este proyecto (según el gobierno), a los pobladores de varias comunidades de los tres estados el plan no termina de convencerlos; en Morelos se ha gestado un movimiento de resistencia desde hace varios años entre quienes aseguran que la puesta en marcha de la termoeléctrica generaría serios daños a la salud de la gente, representa un peligro para la región (porque la central está edificada en una zona sísmica) y además quitaría el agua a las zonas de cultivo porque consumiría gran parte del afluente del Rio Cuautla. Unos y otros, autoridades y pobladores, han presentado estudios y especialistas que respaldan sus dichos.

Hace unos meses durante la campaña presidencial del 2018 Andrés Manuel López Obrador vino a Morelos y a pregunta expresa de ciudadanos y medios de comunicación habló de la termoeléctrica; el abanderado de Morena cuestionó el proyecto, lo consideró una imposición de la mafia del poder y una amenaza para la seguridad, estabilidad y forma de vida de miles de ciudadanos. López Obrador recordó que desde tiempo atrás había apoyado la lucha de los grupos opositores al PIM y prometió que de ganar las elecciones cancelaría el proyecto.

Hace unas semanas de visita otra vez por Morelos López Obrador enfrentó en un acto público a los opositores de la central termoeléctrica; ya como Presidente de México el tabasqueño habló diferente, defendió el PIM, resaltó sus bondades y la necesidad de que se ponga en marcha, pero siendo un hombre respetuoso de la gente ofreció a todos que la puesta en marcha dependería de lo que el pueblo sabio determinara en una consulta popular, similar a la que se llevó a cabo para el aeropuerto de Texcoco y el Tren Maya.

Este miércoles por la mañana el Presidente de México abordó el tema del asesinato de Samir Flores, lamentó el “horrendo crimen”, pero reiteró que la consulta se iba a llevar a cabo a pesar de todo porque era un proceso acordado en asamblea y no sabía si el homicidio se cometió para afectar la realización de la consulta. Pero hubo más.

En un evento público celebrado en Cuautla el mandatario se dirigió a los opositores de la termoeléctrica de Huexca Morelos:

“Escuchen radicales de izquierda, que para mi no son más que conservadores; escuchen: ¡Si no se utiliza la termoeléctrica tendríamos que seguir comprándole la luz a las empresas extranjeras! ¡Y aunque griten, aunque hayan gritos y sobrerazos, va a ser el pueblo el que va a decidir sobre este asunto. ¡Claro que el pueblo sabe lo que conviene y lo que no conviene; el pueblo es sabio y hay que tenerle respeto al pueblo!

Los problemas que derivarán del asesinato de Samir Flores son muchos y se combinarán con ya la conocida oposición social de grupos radicales de izquierda que en realidad son conservadores (AMLO dixit) a un plan que puede ser bueno, pero no ha sabido ser socializado con la población.

El gobierno federal anterior nunca se ocupó de sensibilizar a la gente sobre la obra, confió en la habilidad política del gobierno estatal para hacerlo y Graco Ramírez lo único que hizo fue meter fuerza pública para que la construcción se llevara a cabo.

En esta nueva época política se presentan circunstancias que enrarecen más las cosas: 1- El Presidente de México apoyó la oposición al proyecto cuando era candidato; 2- El encargado de socializar la puesta en marcha de la planta, el delegado Hugo Erick Flores, no conoce el estado, casi no viene a Morelos, es soberbio y no hizo nada para calmar los ánimos de la gente a pesar de las muchas señales de inconformidad; 3- Morelos es un estado históricamente obradorista que ahora observa un cambio de discurso y se mantiene a la expectativa de un proyecto que sin duda tiene muchas bondades, pero también ha sido pésimamente manejado en lo social y en lo político. 4- Con un muerto de por medio los grupos opositores se van a radicalizar y es previsible que la lucha tomará fuerza con la participación de más comunidades de los tres estados. 5- La consulta se llevará a cabo en un ambiente de tensión y aunque el resultado será por la puesta en marcha de la planta, los actos de resistencia aumentarán y ahora se acusará al gobierno federal de ser el represor de los grupos sociales. 6- Cancelar la obra no está en la mente del gobierno federal ni mucho menos en la del presidente López Obrador; hacerlo significaría un duro golpe a su gobierno y sin duda uno muy fuerte a un estado que se desangra entre la violencia, la corrupción y las deudas que dejó el pasado gobierno.

La falta de operación política del gobierno federal y de Hugo Erick Flores ya pasó su primera factura y puede costar muy caro a Andrés Manuel López Obrador. Que no se olvide que esa “izquierda radical” que en realidad son conservadores, son los mismos que durante muchos años respaldaron su lucha.

·         posdata

No hay manera de anticipar un asesinato, menos el de un activista que en este caso era opositor a la termoeléctrica de Huexca; lo ocurrido, sea cual fuera el motivo del homicidio, es condenable y representa un hecho más de violencia en una entidad que se ha teñido de sangre.

Lo que si se pudo anticipar es la problemática social de un asunto que desde hace años ha generado inconformidad, que ha movilizado a la gente y costó reclamos al presidente en su última visita a Morelos.

Pero a pesar de todas las señales que advierten la complejidad del tema, el delegado Hugo Erick Flores nunca se preocupó por atender el asunto, por hablar personalmente con la gente, por establecer canales de comunicación directos con los grupos inconformes y sensibilizar a la población de los beneficios que trae implícita la obra. El ex presidente del PES se siente conquistador y asumió que la voz a favor de López Obrador era suficiente para diluir la inconformidad. Se equivocó.

El asesinato de Samir Flores no generó el problema en la termoeléctrica de Huexca, simplemente radicalizará la posición de los grupos inconformes; el activista era una de las voces discordantes, pero uno más en un grupo que se ha mantenido firme en su lucha y unido en resistencia.

Los días y semanas que vienen serán muy tensas para todos los involucrados en el asunto, la consulta del próximo domingo va a dar como resultado que la gente está de acuerdo con la puesta en marcha de la planta de energía (así lo anticiparon ya López Obrador y los diputados de Morena) y entonces vendrá una reacción que dejará de ser pacífica, que unirá a las comunidades del oriente y podría generar una vez más actos de violencia y enfrentamientos entre autoridades y ciudadanos.

¿Ya se dio cuenta Hugo Erick Flores el nivel que puede alcanzar este problema? ¿Entiende las implicaciones que trae aparejada la muerte del activista y los pasos que darán los paisanos en defensa de su causa? ¿Tomaron en cuenta que hay otros grupos sociales, campesinos y partidistas que pueden montarse en este tema con fines eminentemente políticos?

Seguramente no.

·         nota

Han transcurrido casi dos meses del 2019 y aún no hay presupuesto; la negociación no concluye porque los diputados no han tenido tiempo de sentarse a dialogar los detalles del paquete económico.

La actitud de los legisladores es consecuencia de su enojo al no haber podido obtener el dinero que pidieron a cambio de su voto; diez millones de pesos, además de un aumento de 100 millones a su presupuesto y 300 millones para obra pública.

Apenas comenzó el segundo periodo ordinario del primer año y esta legislatura ya luce mal; sus integrantes son mediocres y corruptos, se pusieron bajo el mando de una obesa legisladora de negro historial y pésima reputación. Hoy el congreso de Morelos apesta.

La 54 se ha convertido rápidamente en una legislatura fracasada y sus excesos comienzan a ser comparados con los de sus antecesores. Obvio: ¿Qué cosa distinta podemos esperar de un congreso donde las figuras que llevan la voz cantante son Tania Valentina y José Casas?

·         post it

Los “radicales de izquierda que en realidad son conservadores” a quienes se refiere el presidente Andrés Manuel López Obrador, son los mismos ciudadanos que en las últimas tres campañas presidenciales han estado de su lado.

Esos hombres y mujeres que hoy alzan la voz (con o sin razón) en contra de una central de ciclo combinado cuya inversión supera los 20 mil millones de pesos y generará 122 mil megawats, son los mismos a quienes el propio Andrés Manuel apoyó hace unos meses, cuando andaba en campaña.

Esos grupos minoritarios que están en contra del desarrollo nacional, que no entienden la importancia de echar a andar la central eléctrica y no respetan la voluntad del “pueblo sabio”, son los mismos que ahora enfrentan la disyuntiva de escuchar y obedecer la voz de su líder histórico o continuar por el camino que trazaron desde hace cinco años.

El problema de Huexca no es menor, la gente ha comenzado a poner barricadas en las calles y no aceptará los resultados de la consulta. Puede ser que apoyado en la fuerza pública el gobierno federal ponga en marcha la planta, pero ello tendrá consecuencias en un gobierno que ha prometido no poner a la policía o al ejército en contra los ciudadanos.

No es lo mismo ser oposición que gobernar.

·         redes sociales

Nuevamente se complican las cosas entre el gobierno estatal y el de la capital; cuando parecía que el pleito bajaba de tono, otra vez comienzan los ataques y las descalificaciones.

Comentarios para una columna sonriente:

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