La renovada junta de gobierno del Banco de México (BdeM) consideró que la debilidad económica se acentuará en el primer trimestre de este año, destacando una situación internacional compleja y en desaceleración, además de un entorno interno de persistente incertidumbre.
Algunos integrantes reconocieron que no existe suficiente información estadística que permita hacer una evaluación precisa de la actividad económica a principios de 2019. Sin embargo, subrayó que en el cuarto trimestre de 2018 se observó una desaceleración importante respecto del trimestre anterior.
Dentro de los riesgos destacan la fragilidad financiera y el futuro de Petróleos Mexicanos (Pemex) y, en particular, el riesgo de un deterioro adicional en su calificación crediticia, ya que ello podría impactar el costo financiero del gobierno federal y, en general, a las condiciones de acceso a financiamiento externo del país.
Un integrante de la junta subrayó que la estrategia de negocios que adoptará esta empresa jugará un papel clave en la determinación de las perspectivas a corto y mediano plazos sobre la economía nacional. Explicó, que lo anterior se debe no sólo a la escala de la empresa y su interconexión con múltiples compañías e instituciones financieras nacionales, sino también a que tiene un papel relevante en los mercados financieros nacionales e internacionales, destacando la deuda de Pemex en los portafolios de diversos inversionistas institucionales dedicados a economías emergentes.
Otro integrante mencionó que las acciones anunciadas recientemente para mejorar la situación financiera de Pemex representan un elemento positivo, pero sostuvo que se requieren esfuerzos adicionales para fortalecer la capacidad de producción de la compañía y sus perspectivas financieras, y por tanto, la credibilidad de las metas fiscales tanto a corto como a largo plazos.
Señaló, que la intención de las autoridades de anunciar en breve un paquete de medidas orientado a enfrentar estos desafíos es de gran relevancia, ya que un acrecentamiento de las dificultades de Pemex tendría consecuencias importantes para las finanzas públicas y, en general, para la economía del país.
La mayoría sostuvo que un potencial apoyo financiero a Pemex del gobierno federal o una reducción de su carga fiscal que atienda sus problemas estructurales podrían mitigar los riesgos, siempre y cuando dichas medidas sean compatibles con el cumplimiento de las metas fiscales ya establecidas.
En el texto de la minuta 65 de la reunión de la junta de gobierno, se precisa que las cifras oportunas al cuarto trimestre de 2018 implican un crecimiento de 2 por ciento para todo el año y muestran los efectos de algunos factores que han incidido adversamente sobre el crecimiento.
La mayoría de los miembros indicó que las expectativas de inflación general a mediano y largo plazos siguen ubicándose por encima de la meta de 3 por ciento, en niveles alrededor de 3.50 por ciento.
De manera unánime, Alejandro Díaz de León Carrillo, Irene Espinosa Cantellano, Gerardo Esquivel Hernández, Javier Eduardo Guzmán Calafell y Jonathan Ernest Heath Constable votaron en favor de mantener el objetivo para la tasa de interés interbancaria a un día en un nivel de 8.25 por ciento.