No es lo mismo contrapeso que oposición
Hoy se cumplen 13 años de esta
tercera y última época de En Privado.
Muchas gracias a todos.
Florestán
Desde que Andrés Manuel López Obrador arrasó en las elecciones del 1 de julio, empecé a escuchar voces que llamaban a construir contrapesos, sin que nadie se atreviera a dar el primer paso ni tuviera claridad, ni liderazgo, ni cómo actuar ni con quiénes integrarla.
–¿Qué vamos a hacer…? –se decían y ahora repiten. Y mientras la pregunta se escuchaba como eco, quedaba en el que lo hagan otros, de siempre.
En ese abandono activo, más que indiferencia, siguió creciendo de 53 por ciento de los votos hace nueve meses, a un reconocimiento que hoy raya en 85 por ciento, lo que ha impactado hasta al Índice de Confianza al Consumidor, en su nivel más alto desde que hay registro, reflejo de su popularidad.
Y así, veo que quienes se dicen, porque solo se dicen, contrarios al Presidente, tiene un común denominador con él: confunden contrapeso con oposición, los usan como sinónimo.
Y lo explico: el contrapeso es de la sociedad y de los organismos civiles y autónomos de Estado; la oposición siempre es política, de los partidos. Y en ninguno de los dos lados lo entienden.
Incluso, el Presidente los homologa como adversarios, mis adversarios, repite con frecuencia, para referirse a quienes disienten, sin diferenciar a unos, contrapesos, de otros, opositores, y los trata como iguales, adversarios.
En este plano, apunto lo que el viernes publicó Reforma como nota principal. “Van por contrapeso a gestión de AMLO”, con una foto del gobernador de Chihuahua, cuando en realidad no era ni uno, contrapeso, ni otro, oposición, sino un proyecto personal de poder.
Por eso nadie debe confundir uno, contrapeso, con otro, oposición: ni los contrapesos ni la oposición ni el Presidente de la República.
RETALES
1. TRAMPA. El PES, con apoyo del gobierno y de Morena, está doblando al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación para recuperar con chicanas lo que perdió en las urnas: su registro. Esta decisión, de ir en ese sentido, marcará para siempre no solo a ese tribunal, sino a todo el Poder Judicial;
2. AMENAZA. El senador por Morena Félix Salgado subió a tribuna el martes y advirtió que si los ministros no se reducen el salario, desaparecerán la Suprema Corte. ¿Se imagina usted tal locura? Incrédulos, consulten el Diario de Debates de ese día. Ningún otro compañero de bancada lo refutó; y
3. ESTADO. Tras la consulta de la termoeléctrica de Huexca, en Morelos, ahora el reto será abrirla, a lo que los que votaron en contra se oponen. El gran pendiente es el asesinato del dirigente social y promotor de su cierre, Samir Flores, del que la Fiscalía de Morelos solo ha dicho que no lo mataron por nada relacionado con su actividad. ¿Y luego…? ¿Con eso basta…? Ya le rebotará al gobierno federal y habrá sido el Estado. ¿Les suena?
Nos vemos mañana, pero en privado
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