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SERPIENTES Y ESCALERAS

La política es una actividad orientada en forma ideológica a la toma de decisiones de un grupo para alcanzar ciertos objetivos. También puede definirse como una manera de ejercer el poder con la intención de resolver o minimizar el choque entre los intereses encontrados que se producen dentro de una sociedad. Los actores de la vida pública en Morelos necesitan hacer política.

 

Retomar el diálogo con los diputados y destrabar el entuerto legislativo que armó el G15 fue el primer paso de la operación política del gobernador en la cámara, pero no puede ser lo único que hagan los cabilderos del ejecutivo. Cuauhtémoc Blanco necesita tener al congreso de su lado para sacar adelante la agenda de su administración y para cumplir la principal promesa que hizo en campaña. Los nuevos actores de poder en Morelos necesitan aprender a hacer política.

El panorama para el gabinete estatal se complicó muy pronto como resultado de la crisis económica y el gravísimo problema de inseguridad que le heredó el régimen de Graco Ramírez; Cuauhtémoc Blanco tomó las riendas del estado con un gobierno quebrado, una sociedad demandante de seguridad y un equipo de trabajo con poca experiencia gubernamental y limitadas habilidades para hacer política.

Para salir delante de los enormes retos que tiene enfrente el ex seleccionado nacional necesita toda la ayuda que sea posible; la cámara de diputados, el poder judicial y hasta los partidos políticos tienen que estar en la misma sintonía, pero para que eso ocurra se necesita operar políticamente.

El reto que tiene enfrente el nuevo gobierno no es sencillo desde ningún ángulo: justo después de que se conocieron los resultados de la elección los índices delictivos se dispararon y la violencia se recrudeció; a partir de que Cuauhtémoc Blanco tomó protesta del cargo las cosas se pusieron peor: los secuestros, las extorsiones, las ejecuciones y el cobro de piso aumentaron exponencialmente. Cuando el equipo jurídico del gobernador de Morelos comenzó a actuar contra Graco Ramírez y su gente, el proceder de la delincuencia organizada cambió, se radicalizó.

Para Cuauhtémoc Blanco es imperativo replantear su escenario y establecer una agenda de gobierno que se mueva a partir de la operación política, el diálogo y la suma de voluntades; el ejecutivo tiene que evitar que los problemas del estado se combinen con las diferencias políticas entre poderes y la formación de grupos dentro de su gabinete. Si la fuerza del estado se divide, la posibilidad de que la paz regrese y la entidad se desarrolle será muchísimo más complicada.

Destrabar el problema presupuestal fue un logro importante de los embajadores del gobernador en la cámara de diputados: la operación política con legisladores obtuvo buenos resultados más allá de que el paquete económico fuera aprobado. Lo de fondo es que el mandatario se dio cuenta que la política es efectiva y funciona, que con diálogo se consiguen acuerdos y que no todo se resuelve con fuerza o amenazas.

Este primer desencuentro entre ejecutivo y legislativo tiene que ser una lección para ambos poderes, porque ninguno salió victorioso: a Cuauhtémoc Blanco le costó muy caro entender de esa manera la importancia de hacer política y el rol de los legisladores; elegir mal a sus aliados parlamentarios y confiar en personas que no tienen valores morales ni confiabilidad tuvo terribles consecuencias.

Los diputados también pagaron caro haberse dejado conducir a una lucha que de antemano estaba perdida, que los evidenció ante la opinión pública y los equiparó a sus antecesores; en el congreso quedó un muy mal sabor de boca porque fueron a una pelea innecesaria y sin fundamentos. Pudieron obtener mucho más si el camino hubiese sido otro.

A la vuelta del tiempo todo lo ocurrido es historia y debe quedar como aprendizaje para ambas partes; para la sociedad esta escaramuza política expuso a una nueva clase gobernante con muy poca preparación, de experiencia limitada y muchas ambiciones. Mientras ambos poderes peleaban, frente a ellos los pillos del pasado reciente se reían y la delincuencia tomó por asalto la capital.

Lo que vemos hoy en Morelos es sumamente grave: vivimos quizá el peor momento de la historia reciente del estado, con una marcada recesión económica, niveles de violencia como nunca antes se habían registrado y una desesperación social latente en todos los sectores de la población. Hasta ahora ninguno de los tres poderes ha mostrado tener el tamaño para sacar adelante su encomienda y nadie, de ningún sector, partido o gobierno tiene el liderazgo para conducir a la entidad a un mejor destino.

Es urgente que el gobernador y los legisladores pasen del enfrentamiento personal a la suma de voluntades; frente a ellos se ha gestado un gravísimo problema de inseguridad y violencia que ha arrebatado la vida a cientos de personas, ha multiplicado los feminicidios, desaparecido personas y extorsiona alcaldes.

Cada día que los poderes del estado se mantengan en una lucha política es un día que favorece la causa de los grupos delictivos; mientras el gobernador dedique su tiempo a defenderse de los ataques de los diputados y enfoque sus baterías a buscar alternativas para remover a los fiscales, los cárteles de la droga que tienen presencia en el estado ganan terreno, multiplican su fuerza, crecen su territorio y fortalecen sus estructuras. En Morelos la delincuencia está organizada, pero las autoridades no.

Por el nivel de ataques que recibe Cuauhtémoc Blanco pareciera que el ex futbolista está en su quinto año de gobierno, cuando en realidad apenas supera el quinto mes de gestión. Las agresiones que recibe el americanista no son circunstanciales, son producto del enfado popular por la situación que prevalece en el estado. Hoy los ciudadanos están desesperados, temerosos, enojados y decepcionados de sus autoridades; quienes hace unos meses festejaban el triunfo de la coalición en Morelos, hoy despotrican del actuar de sus representantes populares y se recriminan por haberles otorgado su confianza.

El problema más importante no es ese, lo de fondo, lo verdaderamente trascendental es que en Morelos nos han arrebatado la paz y los viejos políticos nos han tomado como rehenes desde hace varios años, utilizan los problema sociales como bandera electoral y no tienen empacho en avivar la violencia para desgastar a la autoridad. Quienes hacen eso no tienen escrúpulos, ni valores, ni moral.

A Cuauhtémoc Blanco le urge comenzar a hacer política para encauzar su gobierno; los diputados necesitan hacer política para que su desempeño no sea tan desaseado. Y los ciudadanos necesitamos que los hombres y las mujeres de poder hagan política para que el estado salga de la situación en la que se encuentra.

Hacer política, buena política, es la solución para muchos de los problemas que hoy padecemos como estado y como sociedad.

·         posdata

Puede ser casualidad, pero después de que el gobierno de Cuauhtémoc Blanco formalizó las denuncias en contra del ex gobernador Graco Ramírez, su familia y sus funcionarios, los niveles de violencia en el estado se dispararon.

Hagan memoria: analicen los tiempos en los que fueron presentándose cada una de las demandas en contra del perredista y obsérvese lo que ocurrió posteriormente en el terreno de la seguridad. Cada demanda ha traído aparejada una reacción violenta de la delincuencia organizada.

¿Casualidad? Puede ser, aunque dicen que en política no hay casualidades.

·         nota

La alianza natural en el Congreso de Morelos es entre el Morena y el PES, los primeros son la primera fuerza electoral y los segundos representan al partido del gobernador. Ahora que el G15 se desintegró y el PT perdió a uno de sus cuatro integrantes, los diputados tendrían que replantear la permanencia de Tania Valentina en la Junta Política. Recordemos que la relación entre Morena y el ejecutivo comenzó a descomponerse antes, incluso, de que concluyeran las campañas y que la dirigente del PT abonó a que esta alianza se descompusiera.

Por muchas razones Morena debe tener una mejor posición dentro del congreso, tiene que encabezar uno de los órganos de gobierno y sus diputados tendrían que estar al frente de comisiones más importantes que las que les dejaron. Hacerlo, además, mandaría un buen mensaje a la sociedad y a la propia dirigencia nacional de ese partido, lo que dicho sea de paso, podría atemperar el enfado de Yeidckol Polevnsky con el gobernador Cuauhtémoc Blanco.

Morena es el único partido en el parlamento local que cumple con lo que marca el artículo 46/4 de la Ley Orgánica para el Congreso del Estado de Morelos que a la letra dice: “IV. La Presidencia de la Junta Política y de gobierno será́ rotativa y anual, el Pleno del Congreso, por el voto de las dos terceras partes de sus integrantes, designará al grupo parlamentario que deba presidirla, siempre y cuando el Grupo Parlamentario esté integrado por lo menos del veinte por ciento de los diputados integrantes de la Legislatura.”

Visto el desaseado desempeño de Tania Valentina en los meses que ha estado al frente de la cámara, los excesos y torpezas cometidas en la negociación presupuestal y las acusaciones de que fue objeto de parte de su ex aliado, el diputado José Casas, es legal y políticamente incorrecto que la dirigente del PT se mantenga en el cargo.

Penosamente no todos los diputados observan esto: el timorato presidente de la Mesa Directiva Alfonso de Jesús Sotelo no quiere abordar el tema porque considera que esa es “decisión de las coordinadoras parlamentarias”; Javier García de Morena, por su lado, extrañamente respalda la permanencia de Tania Valentina en la JP, dicen que por convencimiento ($) del operador político de la diputada, el panista Javier López Sánchez.

Habrá que ver lo que sucede en el Congreso de Morelos; por el momento, a unos meses de haber tomado el cargo, la legislatura luce desgastada, desprestigiada y severamente cuestionada.

·         post it

Poco a poco van surgiendo más acciones irregulares cometidas por el gobierno de Graco Ramírez; ahora se conoce que adjudicó de manera directa más de 1 mil 200 millones de pesos a tres empresas que construyeron diferentes obras, entre ellas el estadio Agustín Coruco Díaz de Zacatepec.

No es claro lo que va a suceder con el ex gobernador, su familia y sus funcionarios; la ley en México no aplica igual para todos y el perdón obradorista beneficia a muchos pillos, entre ellos podrían estar los que saquearon Morelos.

Pero en una de esas la amnistía no los incluye y la justicia los alcanza.

Por lo pronto tienen que contratar abogados y seguramente no duermen tranquilos.

·         redes sociales

El reemplacamiento está en la mente de muchas personas; la medida es impopular, ha generado polémica y se aviva desde muchos frentes. La disposición obedece a un ordenamiento federal y pretende regularizar el padrón vehicular del estado que, dicho por el titular de la SMyT, fue alterado por la administración pasada.

A pesar de todo lo que se diga, el tema se debe manejar con cuidado porque genera desgaste para el gobierno, para su titular y para el encargado de la oficina.

Comentarios para una columna optimista:

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