ADIVINA, adivinador: ¿qué tienen en común los senadores Jorge Luis Preciado y Héctor Larios?
PRIMERO que ambos son del PAN. Y los dos acudieron a la sesión en la que se discutía la Ley del Sistema Nacional Anticorrupción peeero... casualmente abandonaron el recinto cuando se votó la Ley 3 de 3.
LOS DOS legisladores también tienen en común que, en distintos momentos, fueron coordinadores de bancadas panistas: Larios de los diputados y Preciado de los senadores. Y ahí viene la otra coincidencia.
¿QUIÉN FUE su par en la respectiva bancada del PRI cuando fueron coordinadores? Pues, ni más ni menos, que Emilio Gamboa, el gran seductor de opositores que hacía sonar el pandero en la maratónica y decepcionante sesión del martes.
POR CIERTO que tan pronto como hoy mismo, el empresariado nacional lanzará su contraofensiva ante lo que considera la afrenta de los senadores.
CON UN mitin a los pies del Ángel de la Independencia por aquello del simbolismo, cientos de empresarios de todo el país agrupados en la Coparmex insistirán en que se amplíe el alcance del Sistema Nacional Anticorrupción y se respete el perfil ciudadano que tenía previsto.
DE ENTRADA, exigirán que se restablezca el carácter obligatorio de las declaraciones que deben presentar los servidores públicos, como señalaba el proyecto original de la Ley 3 de 3, a la cual el organismo aportó 120 mil firmas. Para esto buscarán ejercer presión ahora en San Lázaro que actuará como Cámara revisora.
ASIMISMO, pondrán el foco en el proceso para conformar el comité ciudadano dentro del SNA, pues dicen que existe el riesgo de que se repita el esquema de cuotas de partidos como en el INE.
SERÁ INTERESANTE ver a directivos y socios de empresas levantar la voz y la pancarta.
BUENO, y a todo esto, hay una pregunta inevitable, un pequeño elefante en la sala: cuando los legisladores asumen sus cargos, ¿dejan de ser ciudadanos?
PORQUE visto el desdén de los senadores hacia el reclamo de la sociedad civil en materia de corrupción, pareciera que se trata no de clases, sino de castas distintas y distantes.
ES DECIR, los senadores que llegaron a sus escaños con el voto de los ciudadanos, aprueban leyes que los protegen y benefician a ellos, ¡no a los ciudadanos!
A LO MEJOR es momento de eliminar la dichosa ce cuando se habla del "C. Senador", del "C. Diputado", del "C. Secretario"... o se la pueden dejar, pero ya con otro significado.