¿CUÁNDO LOS CAMBIOS EN LAS FISCALIAS DEL ESTADO?...
En uno de sus múltiples discursos dedicados hacia los jóvenes priístas de la década de los sententas y ochentas del siglo pasado, Don Jesús Reyes Heroles les decía que los hombres no son eternos en los cargos, cuando la sociedad pida su cambio lo mejor es renunciar y regresar al origen.
Quizá en estos tiempos muchos desconozcan del político en tiempos de ausencia de éstos personajes, pero era cuando la filosofía fue un antecedente para demostrarlo en el servicio público, hoy lamentablemente perdido.
Y esto va dirigido directamente a dos servidores públicos que por dignidad, si la tienen, es el momento preciso de entregar su renuncia e irse a su casa o notaria para ser célebres de apellido y aristocracia en cada uno de sus pueblos.
En estos momentos ya están de sobra en Morelos, el fiscal General, Uriel Carmona Gándara, como el de Anticorrupción, Juan Salazar Núñez, no por sus noveles del apellido que llevan, sino por su nulidad en su labor.
En serio que ya nadie los quiere y que tanto sus mamacitas como sus papacitos les digan cuál es el camino correcto que deben seguir ambos, por bien de ellos y ya no del pueblo de Morelos.
En sus enseñanzas dentro del Instituto de Capacitación Política del entonces Partido Revolucionario Institucional, como en otros discursos ante jóvenes, Jesús Reyes Heroles dejó una herencia en teoría y praxis política: momentos son momentos, como les llamó.
¿Cuál es tu momento? Lo mencionó en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ante estudiantes de la misma, cuya respuesta no la obtuvo ni de sus catedráticos de la época que eran grandes.
Con su sabiduría Jesús Reyes Heroles se contestó y dio un gran final en su discurso: Los momentos de un político son los del aplauso, cuando estos se pierde tiene que irse y quizá jamás regresar.
El mensaje es directo, en insistencia, para el Fiscal General, Uriel Carmona Gándara, y el de Anticorrupción, Juan Salazar Núñez, más que por su falta de idiosincrasia es de capacidad en el cargo.
Y nos es solo el mansaje de Don Jesús Reyes Heroles quien debe motivar a Uriel Carmona y Juan Salazar dejar sus cargos, es una sociedad morelense que ya no está dispuesta en pagar por ser figura.
En Uriel Carmona Gándara, es comprensible evitar dejar el cargo, porque su familia desde hace varias décadas vive de los impuestos de la sociedad y si les hacen falta reclaman. Son los aristócratas del barrio: truhanes, viles y tramposos.
Así quiere seguir el actual fiscal General Uriel Carmona Gándara, en aprovechar un apellido de un médico que abusó de la buena fe de los nativos de Cuernavaca, para hacer negocios.
En el caso de Juan Salazar Núñez proviene de un diputado de abolengo, quien fue un Constitucionalista creador de la primera ley del estado después de la revuelca de principios del siglo pasado.
De esa estirpe salen historiadores, escritores, políticos reales y Juan Salazar Núñez, la oveja negra de una sangre que tiene una buena posición social en el oriente del estado.
Pero hoy los juniors prefieren mantenerse en la ubre gubernamental aunque sean un lastre social para el pueblo, pero hay los elementos para que salgan del poder sin gloria ni buena fama.
¿Cuáles son los resultados de los fiscales general y anticorrupción en Morelos?
Es una pregunta que dentro del Poder Legislativo con base a sus comunidades tienen toda la facultad legal y hacer los cambios dentro de la institución procuradora de la justicia.