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SERPIENTES Y ESCALERAS

El gabinete
 
 

Gobernar no es un asunto sencillo; gobernar dividido es sumamente complicado. Cuando el equipo se divide, los problemas se multiplican.

 

La estabilidad del gabinete es fundamental para que un gobierno funcione de manera correcta; la división en los equipos de trabajo es más común de lo que se cree y en todos los casos termina mal. En Morelos el staff que acompaña al gobernador Cuauhtémoc Blanco debe tener claridad del reto que enfrentan para no olvidar los objetivos, ni perder tiempo en conflictos domésticos que lo único que generan es inestabilidad y problemas. Si el gabinete se divide, todos pierden.

En la novel administración estatal hay visos de conflicto provocados por la formación de grupos al interior del gobierno; este tipo de situaciones no es nueva, de hecho es frecuente en las instituciones públicas y siempre causa problemas innecesarios. En los últimos cuatro sexenios este fenómeno ha estado presente derivado de la personalidad, los intereses, la visión, los objetivos y hasta los afectos de cada uno de los integrantes de los equipos.

Hoy Morelos enfrenta un momento sumamente complejo por varias crisis que coinciden en tiempo, espacio y circunstancia; el grave problema de inseguridad en el país no es ajeno a Morelos y la recesión económica que vive la entidad está directamente relacionada al multimillonario desfalco y las políticas públicas del gobierno anterior. De la misma manera tenemos una ciudadanía enfadada con la clase política y un mal humor social que hace difícil apreciar las cosas que se hagan, por muy buenas que estas sean.

El contexto que rodea al gobierno de Cuauhtémoc Blanco es inédito desde varios ángulos: se enmarca en un cambio nacional de régimen y un ajuste de fondo en la manera de hacer política en el país, pero se acompaña también de aspectos sumamente complicados que dificultan la tarea de gobernar. Hoy la gente es más exigente, juzga, critica y reclama, observa, se informa, analiza y forma su criterio más allá de la verdad oficial, actúa y moldea su opinión con diferentes factores.

A Cuauhtémoc Blanco y a las nuevas autoridades del país les toca gobernar con las redes sociales y la opinión pública, son figuras muy observadas desde muchos lados y actores de poder a los que se les exige más que a quienes ocuparon esos mismos espacios hace una década. Precisamente por estas circunstancias la forma de ejercer el gobierno y el interactuar en el equipo debe ser distinta.

La unidad entre quienes forman parte del gabinete no es cosa menor, representa la primera línea de trabajo de un gobierno y la parte más sensible de cualquier institución. En el caso de Morelos hablamos de un gabinete conformado por hombres y mujeres de origen distinto y cualidades diversas, pero todos designados por Cuauhtémoc Blanco por una razón: confianza. José Manuel Sanz, Pablo Ojeda, Alejandro Villarreal, Víctor Mercado, Mirna Zavala, José Antonio Ortiz Guarneros… todos son figuras valiosas que deben responder con actitud y resultados a esa confianza.

Quizá los problemas externos y la falta de recursos para operar de manera normal ha elevado la tensión al interior del staff y ello genera fricciones entre secretarios, pero la formación de equipos, grupos o bloques no es la solución a los problemas; ítem más: cuando un gabinete se divide, la fuerza institucional se merma y los conflictos aumentan. Lo peor que puede ocurrirle a un gobierno, sobre todo a uno que empieza, es dividirse.

Hay que observar con cuidado lo que pasa dentro y fuera del gobierno de Cuauhtémoc Blanco para tomar perspectiva y anticipar lo que viene. En el exterior la presión es fuerte de parte de una ciudadanía cansada de años y años de abusos, mentiras y excesos institucionales; en el interior es notoria la preocupación porque las cosas son mucho más difíciles de lo que se esperaba y los elementos para atender los conflictos son limitados en todos los aspectos.

La presión de la opinión pública ha metido a varios funcionarios a una dinámica de desgaste que provoca sentimientos diversos y a veces reacciones virulentas; algunos consideran que lo que enfrentan es un problema de manejo de medios y que si ese punto se resolviera las cosas avanzarían con más facilidad. Falso.

No hay forma de que una administración salga adelante sólo con manejo de medios; la prensa y la opinión pública (incluidas las redes sociales) son complemento de la actuación oficial, ayudan, pero de ninguna manera resuelven los problemas de fondo en un estado o en cualquier institución. Más claro: con operación de medios se pueden orientar o matizar algunas cosas por cierto tiempo, pero nunca se solucionarán aspectos como la inseguridad, el desempleo o tragedias naturales, por citar algunos ejemplos.

Es comprensible que la presión sobre el ejercicio de gobierno cause mella en algunos personajes del gabinete, sobre todo aquellos que son nuevos en el arte de gobernar; en cualquier caso lo que ninguno debe perder de vista es la importancia de que el gabinete se mantenga unido, que los objetivos no se pierdan y el gobernador cuente con su equipo completo y en una sola pieza, no con dos o más bloques dentro del gabinete.

Los grupos políticos dentro de un gobierno nunca han dado buenos resultados, por el contrario, generan inestabilidad, afectan el desempeño institucional y provocan problemas. Aún sin ser un hombre formado en el campo político, Cuauhtémoc Blanco tiene claro lo peligroso que puede ser que su gabinete se divida, por ello ha sido insistente en que no se formen grupos.

Igual que en el fútbol, en el gobierno los mejores resultados se dan en equipo.

·         posdata

Nacido el 8 de agosto de 1879 en Anenecuilco Morelos, Emiliano Zapata fue impulsor de luchas sociales y defensor de la propiedad comunal de tierras, así como de la justicia social, la libertad y la igualdad.

A la edad de nueve años, presenció un despojo de tierras a campesinos por parte de hacendados de la zona.

Veintiún años después se convirtió en dirigente agrario de Morelos; analizó documentos que acreditaban los derechos de propiedad de los pueblos sobre sus tierras, los cuales habían sido negados por las Leyes de Reforma y participó en reuniones en Villa de Ayala, que luego se convertirían en el Plan de Ayala.

En 1910 se incorporó a las fuerzas maderistas atraído por las propuestas agrarias del Plan de San Luis, como General en Jefe del Ejército Libertador del Sur y Centro; pero una vez que el movimiento triunfó la devolución de tierra no se cristalizó.

El 28 de noviembre de 1911 el llamado “Caudillo del Sur” proclamó el Plan de Ayala, con el que desconoció el gobierno del presidente Francisco I. Madero y estableció seguir la lucha por reivindicar los derechos de los campesinos.

Emiliano Zapata Salazar murió en una celada organizada por el general Jesús Guajardo en la hacienda de Chinameca, en los alrededores de Cuautla, Morelos.

El próximo 10 de abril se conmemorarán 100 años de la muerte del Caudillo del Sur, uno de los personajes mexicanos más conocidos en el mundo, uno más importantes de la historia de México y el más importante en la historia de Morelos. Los actos conmemorativos tendrían que llevarse a cabo en su estado natal, aunque no se ven condiciones sociales ni políticas para que eso suceda.

La cabalgata organizada en su honor ya se planea y va por buen camino, será con ejidatarios y campesinos y la operación la lleva el secretario de gobierno Pablo Ojeda. Respecto al aniversario luctuoso, en cambio, no se ha hecho nada todavía, quizá porque para el delegado federal la fecha no es importante o tal vez porque previendo nuevos abucheos, el acto se esté programando en la Ciudad de México.

Alguien tendría que enseñarle a Hugo Erick Flores a hacer política.

·         nota

Sabes que las cosas andan mal cuando un ex funcionario de seguridad acusado de corrupto y prepotente, que nunca pudo brindar paz al estado y salió en medio de acusaciones de incapacidad y corrupción te corrige la plana. Así sucede hoy con Alberto Capella, quien tomó los micrófonos nacionales y se refirió al caso #LordGrupoDeLos19.

Es cierto: Alberto Capella no tiene calidad moral para hablar, tiene cuentas pendientes en el estado y ha sido denunciado por desvío de recursos federales, pero eso no quiere decir que este equivocado en sus expresiones sobre este tema. Así lo dijo el actual comisionado de seguridad en Quintana Roo a Francisco Zea en Grupo Imagen:

“La semana pasada se quemó como pólvora un incidente en el estado de Morelos, cosa que lamento muchísimo porque conozco a la persona que está involucrada y los elementos estuvieron en algún momento bajo mi mando; reprocho totalmente la actitud, sé que todos los seres humanos tenemos derecho a equivocarnos pero este hecho va más allá de una conducta y una actitud, a mi mis padres me enseñaron que a una persona se le conoce por la actitud, la forma de tratar y el respeto que le tiene a los seres humanos menos favorecidos que uno; en ese tenor se puede encontrar la personalidad muy clara de cada ser humano. Yo puedo destacar varias cosas:

Primero hay una situación importante de crisis de violencia en el país, en Morelos se ha desatado una situación en los últimos meses más dramática de lo que había anteriormente,  hay evidente preocupación por parte de las autoridades y en ese tenor empiezan a utilizar una serie de acciones como en este caso, policías preventivos que detienen un vehículo que les pareció sospechoso; de ahí se da lo que una gran cantidad de mexicanos hemos conocido.

Yo puedo dar testimonio que son falsos los señalamientos en el sentido que “yo les he regalado vehículos y todo eso”; este personaje forma parte de un grupo de empresarios, como él lo señaló, que creo que ya no son 19 sino 18 … este grupo de empresarios hizo un acuerdo con nosotros hace algunos años para apoyar el día del policía con la rifa de un vehículo y algunas motocicletas; si son 18 o 19 y un vehículo de 110 mil o 120 mil pesos dividido entre 19, ya podrás determinar cuál es la cantidad que aportó cada uno.

… Yo creo que ese acto no da a los empresarios ningún derecho de tratar a los policías de esa manera, es una situación sumamente denostable; por otro lado sólo una unidad de tránsito puede detener un vehículo para generar una sanción de orden reglamentaria. En este caso no se da este escenario, el argumento de los policías que yo considero es válido, es simplemente para revisar si no hay una conducta ilícita por parte de ese vehículo.

Después de la interacción pudo haberse generado una situación de violencia por parte del particular, que tiene que ver con ultrajes a la autoridad o por resistencia de particulares, que pudo haber detonado en otras circunstancias y en otro nivel. Percibo una parálisis de acción por parte de los policías, las dudas de qué es lo que deben hacer, de cómo lo deben hacer, cómo deben actuar… si esto hubiese sucedido en algún otro lugar del mundo las circunstancias hubieran sido total y absolutamente distintas, créeme que no hubieran terminado así.

A mí me parece sumamente lamentable que al día siguiente los mandos policiales nuevamente vulneren la dignidad de los policías llevándolos a recibir una disculpa poco creíble y que tengan que aguantar nuevamente una situación de esta naturaleza; yo creo que no es lo correcto, me han tocado muchos asuntos de esa naturaleza como jefe policial, he perdido amistades por defender la dignidad de mis policías. Nadie tiene derecho a tratarlos de esa manera.

Si a alguien no le gusta la multa que le van a aplicar, puede ir con un juez cívico calificador para pelear la decisión policial, hay instrumentos legales para esos temas; ha quedado claro para todos los mexicanos que la corrupción es la enfermedad más grave de nuestro país y seguramente la causa de los males que estamos viviendo en este momento.

Ese hecho que dio la vuelta en el país se pudo haber evitado si el conductor que era aparentemente la escolta o el chofer del empresario hubiera iniciado las conversaciones, no había necesidad de esos actos de prepotencia y de excesos que manchan la imagen; a mí lo que más me preocupa es la situación de los policías… y del empresario: sus hijos lo ven actuar con una conducta que es sumamente reprobable”. Hasta aquí lo dicho por Capella.

Insisto: Alberto Capella puede ser lo peor para muchos y sus errores deben ser sancionados por una autoridad judicial, pero sus expresiones en este tema son correctas. Mucho más que las acciones del actual comisionado.

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Lo que mal empieza, mal acaba. En el congreso de Morelos se ahogan con sus propios jugos gástricos.

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Tuiteo, luego existo.

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