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SERPIENTES Y ESCALERAS

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El tiempo corre en contra del gobierno estatal; el bono democrático se ha terminado y las justificaciones han dejado de ser convincentes. Frente a un escenario tan complejo como el que enfrenta Cuauhtémoc Blanco, es urgente actuar con firmeza y contundencia en temas que aún están al alcance de la administración estatal. La promesa de justicia ya no puede esperar.

 

Frente a un escenario estatal sumamente complejo por la inseguridad y la falta de solvencia económica, la actuación legal contra la administración de Graco Ramírez es prioritaria para Cuauhtémoc Blanco. La sumatoria de conflictos mantiene a raya al gabinete, ha provocado un enorme desgaste en la imagen del gobierno y de su titular y amenazan con provocar nuevos conflictos en varios frentes. Los argumentos de defensa del ex seleccionado nacional se están acabando: o comienza a dar resultados o las cosas se le van a complicar al extremo.

No hace falta analizar mucho para darse cuenta lo complejo que ha resultado el arranque de esta administración; los perredistas saquearon el estado, sembraron bombas sociales y políticas en varios municipios y liberaron a más de mil delincuentes para generar inestabilidad en el estado. El robo cometido por Graco Ramírez y los suyos es enorme, no tiene precedente y provocó el hundimiento de la entidad, pero la manera como se hizo complica mucho el actuar de las nuevas autoridades.

Explico: a Graco se le puede acusar de ladrón, pero no de tonto; el robo cometido en todas las áreas de la administración estatal es brutal, pero se cuidaron de amarrar las cosas en lo administrativo, desaparecer documentos, cambiar leyes y colocar fiscales para que los protejan.

En la administración de Cuauhtémoc Blanco se escuchan muchas voces que hablan de abusos, excesos y corrupción; lo ha dicho el secretario de Hacienda Alejandro Villarreal, el de Obras Fidel Giménez, la de Economía Ana Cecilia Rodríguez, la de Turismo Margarita Saravia, el de Desarrollo Sustentable Constantino Maldonado, el de Agricultura Guillermo López Ruvalcaba, el de Seguridad José Antonio Ortiz Guarneros, el de Transporte Víctor Mercado, la de Administración Mirna Zavala, el Jefe de la Gubernatura José Manuel Sanz… y el propio gobernador.

Pero a pesar de que los señalamientos han sido muchos, hasta ahora no se ha avanzado un solo paso en contra de los corruptos. El asesor anticorrupción del estado Gerardo Becerra se ha convertido en Pedro, el personaje de la fábula del Lobo; Becerra se regocija filtrando información sin sustento, reitera que habrá castigo para los ladrones y repite hasta el cansancio que tiene pruebas contra los ladrones, pero hasta ahora no ha hecho nada.

Todas estas acusaciones fueron buenas en campaña, sirvieron en el arranque de la administración, pero hoy son contraproducentes. Igual que Graco Ramírez se autoflageló cuando dijo que en 18 meses recuperaría la seguridad en Morelos, para la administración de Cuauhtémoc Blanco tantas acusaciones comienzan a ser negativas por la falta de actuación y la percepción de que no serán capaces de cumplirlas.

Resolver el problema de inseguridad no es sencillo, no será rápido ni está al alcance de la mano de este gobierno (de ningún gobierno); detonar la economía tampoco es algo fácil, porque la administración estatal está quebrada. ¿Qué le queda al deportista? Hacer justicia.

El gobernador Cuauhtémoc Blanco debe retomar el tema de la corrupción, pero no con la demagogia o la frivolidad como se ha manejado hasta ahora; el mandatario necesita actuar de fondo, tiene que resolver el problema de los fiscales y de manera paralela ordenar que se armen las carpetas sólidas que sustentarán las demandas que se presenten. Pruebas de la corrupción hay, lo que falta es talento humano para juntarlas y darles forma en un expediente.

El ex gobernador y sus ex colaboradores saben el tamaño del problema que pueden tener si Cuauhtémoc proceder y ya actuaron en consecuencia; varios de ellos han contratado despachos jurídicos, de control de crisis y hasta de manejo de medios para evitar que Blanco Bravo pueda actuar en su contra. Los corruptos saben que la mejor defensa es el ataque y en paralelo a su protección jurídica han comenzado a bombardear al futbolista desde varios frentes, para desgastarlo y mantenerlo ocupado.

Cuauhtémoc Blanco no ha dimensionado el tamaño del problema que se le viene encima si pierde la simpatía de la cual hoy goza: el incremento de los niveles de inseguridad, la falta de inversión y la descomposición del ambiente social y político han formado un caldo de cultivo que pronto va a explotar; su único camino es ir a fondo en el combate a la corrupción. El enfado de la gente contra Graco Ramírez y los suyos es muy grande, por ello proceder en su contra es la mejor y más rápida manera de equilibrar la balanza y calmar los ánimos.

Ya es tiempo de que el mandatario tome en serio este asunto. Actuar contra Graco Ramírez no sólo es importante para la gente, es prioritario para su gobierno. Si no lo hace pronto, los tiempos jurídicos le van a ganar; si eso ocurre todos los enconos que provocó el tabasqueño en los morelenses se van a cargar a la bolsa del ex seleccionado nacional.

·         posdata

Una y otra vez el diputado federal del PES Jorge Argüelles ha acusado al ex gobernador Graco Ramírez y a los ex diputados federales, les ha puesto apodos y ha dicho de manera pública que se irán a la cárcel. Haciendo gala de un histrionismo y una simpatía que no tiene, el ocurrente personaje se ha montado a una campaña mediática con miras a la elección intermedia.

Poco hay de rescatable en las declaraciones del legislador Arguelles: sus expresiones, su estilo y la forma de conducirse lo asemejan a una versión 4T del ex legislador Francisco Moreno Merino; afecto a las fotos, a la farándula y a la autocomplacencia, el militante del ya extinto Partido Encuentro Social es un Mirrey que aprovecha los actos del gobernador Cuauhtémoc Blanco para hacer campaña gratis.

La ausencia de otras figuras en el escenario político estatal y el distanciamiento del ejecutivo morelense con Morena ha permitido a Argüelles colocarse al lado de Cuauhtémoc Blanco para tratar de hacer ver que es él quien goza de la simpatía del ejecutivo y representa la línea institucional para las elecciones intermedias.

Mal haría el mandatario en apostar por un ex priísta vacío, sin contenido ideológico, político o neuronal, pero sobre todo sin presencia social ni trabajo político en el estado. Las ocurrencias de Argüelles Victorero, insisto, son muy parecidas a las que por años se le escucharon a Francisco Moreno Merino. Y su destino político será el mismo. 

Esta es una de las últimas declaraciones del pintoresco diputado:

“Hace tiempo platiqué con Andrés Manuel, allá en ese lugar que no puedo decir al aire, en su Rancho, y el lo que me decía es: “Mira Jorge, lo principal para cambiar este país es separar el poder económico del poder político”.

¿Recuerdan cuando Francisco Moreno Merino contaba sus charlas con “Enrique”?

·         nota

La suerte del Partido Encuentro Social fue echada por los magistrados del Tribunal Federal Electora cuando por votación unánime declararon la desaparición de dicho instituto político. La dirigencia del PES y cualquier otro interesado pueden patalear, ir a una corte internacional, pero en lo que respecta a las leyes mexicanas todo ha quedado escrito.

El presidente nacional de Encuentro Social es Hugo Erick Flores, también coordinador de delegados federales en Morelos, arremetió contra las autoridades electorales tras el conocerse el fallo del tribunal el funcionario federal:

“Esta era la gran oportunidad de interpretar la Constitución y de empezarle a dar movimiento al sistema electoral a través de una decisión que hubiera sido súper trascendente para el Tribunal y (los magistrados) fueron cobardes, porque teníamos mayoría en diciembre. Estaban convencidos de nuestros argumentos y muchos de ellos nos felicitaron, nos dijeron que nuestro recurso de apelación era impecable. Y ahora de repente, por presiones políticas, cambian… Ahora resulta que las contrapartes y nuestros iguales son los jueces. Los jueces son los jueces. Y esta amenaza que hicieron varios partidos políticos es ilegal: amenazan con juicio político a los magistrados… No ha habido injusticia más grande en contra de los partidos políticos que la que se cometió en contra del PES. No sólo el no recuento, sino luego viene todo el ataque político y mediático, como hace tres semanas con dos de ocho columnas del Reforma”

Hugo Erick Flores debe serenarse, la decisión se veía venir desde hace tiempo y las señales eran claras. La decisión del Tribunal Electoral fue legal y con ingredientes políticos, como siempre sucede en estos casos (recordemos cuando hace algunos años revivieron al PT); lo que tendrán que hacer los pesistas es ir nuevamente por el registro y aprender de sus errores.

El PES fue un partido orgánico que nació por obra y gracia del PRI, fue financiado por Miguel Ángel Osorio Chong y a últimas fechas se volvió afín a López Obrador. Sus triunfos electorales son resultado de la alianza con Morena.

El Presidente de México seguramente valoró lo caro que le costaría la alianza del PES en la elección intermedia y de ahí el resultado de la votación. Sin López Obrador el PES no es nada. Está claro que a AMLO no le interesó mantener vivo al PES.

·         post it

Graco Ramírez y sus compinches han contratado importantes despachos jurídicos y de manejo de medios para atender las demandas y las críticas en su contra. En la capital del país hay un nutrido grupo de personas especialistas en temas legales, cuartos de crisis y posicionamiento de ideas, metidos en el tema del ex mandatario morelense.

Desde la Ciudad de México se ha comenzado a armar una estrategia que contempla responder las demandas contra Graco y Elena Cepeda, pero incluye una serie de acciones para poner a Cuauhtémoc Blanco y a su gobierno contra la pared, atendiendo problemas y saliendo al paso de las acusaciones que le irán apareciendo.

Algunas de las empresas de asesoría que cobraron en el gobierno de Morelos durante el sexenio pasado han sido contratadas para defender a ex funcionarios de Morelos; hablamos de contratos millonarios que soportan estructuras muy grandes, las mismas que en otro momento defendieron o procuraron al gobierno estatal y a sus integrantes.

La lucha de Cuauhtémoc Blanco contra los pillos no es sencilla ni será sólo jurídica; el ex seleccionado nacional afronta a personajes que cometieron ilícitos, pero cuidaron sus espaldas, conocen el manejo de la administración pública estatal y en el caso del ex gobernador perredista, con múltiples relaciones de poder.

Blanco Bravo no debe perder de vista lo que hacen sus antecesores, ni suponer que va a una pelea de caballeros; Graco Ramírez es un personaje muy hábil, ha sostenido reuniones en varias dependencias del gobierno federal y aprovecha las animadversiones políticas que algunos miembros del gabinete de AMLO tienen hacia el futbolista para sacar beneficio en su tema.

Para ir a esta batalla Blanco Bravo necesitará de toda la ayuda interna que pueda conseguir y todo el respaldo externo que logre obtener.

Graco es corrupto, no pendejo.

·         redes sociales

… Y de repente el gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo se quedó sin partido político. Muy corta fue la militancia del novel ejecutivo morelense.

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