Pros y contras del nuevo apoyo a Pemex
Uno de los anuncios más importantes que se dio en el marco de la 82 Convención Bancaria fue la propuesta que hará el gobierno para que los recursos del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestales (FEIP) se utilicen para capitalizar a Pemex en una parte y en otra, para desarrollar una estrategia contracíclica.
Y subrayo que es propuesta porque de acuerdo con la ley actual, los recursos de ese fondo no pueden ser empleados para ese propósito.
El artículo 21 Bis de la Ley de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria fija el objetivo del FEIP:
“La finalidad del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios es aminorar el efecto sobre las finanzas públicas y la economía nacional cuando ocurran disminuciones de los ingresos del gobierno federal, con respecto a los estimados en la Ley de Ingresos, para propiciar condiciones que permitan cubrir el gasto previsto en el Presupuesto de Egresos.”
Es decir, el diseño que actualmente tiene el FEIP está orientado a fortalecer los ingresos del gobierno federal en el caso de que los ingresos presupuestales se queden cortos respecto al calendario previsto por Hacienda, lo que no sucedió hasta las últimas cifras publicadas, correspondientes a enero. En esta semana conoceremos las de febrero.
El 3 de marzo le comenté en este espacio que los ingresos calendarizados en enero fueron de 442 mil 378 millones de pesos, mientras que los realmente obtenidos ascendieron a 447 mil 959 millones, lo que quiere decir que lo obtenido está incluso por arriba de lo presupuestado.
La propuesta que se haga para modificar el artículo 21 Bis de la Ley referida seguramente va a generar polémica al menos en lo que se refiere a la posibilidad de usar esos recursos para prepagar deuda de Pemex, ya que nos quedaremos sin la reserva más importante para contingencias presupuestales, cuya última cifra publicada asciende a 279 mil 800 millones de pesos.
Este fondo es el más importante de los manejados por Hacienda. El segundo en importancia es el Fondo de Estabilización de Ingresos de las Entidades Federativas, con 76 mil 348 millones como saldo.
De acuerdo con las declaraciones de funcionarios de Hacienda, de prosperar la modificación de la Ley, se transferirían a Pemex cerca de 7 mil millones de dólares con objeto de cubrir los vencimientos de deuda de la petrolera en este año.
Algunos expertos con los que pude hablar me señalaron que eso sería oxígeno para Pemex, pues no tendría que salir a los mercados a buscar refinanciamiento en el corto plazo y se daría certeza a las calificadoras del compromiso del gobierno para respaldar a Pemex, lo que bajaría la posibilidad de una degradación de su deuda en este año.
La esperanza es que en este lapso se pudiera confirmar que realmente se frenó la caída de la producción y que viene hacia delante una tendencia alcista.
Hay quienes dudan de que esto se consiga, pues perciben fallas estructurales en Pemex.
El peor escenario que ven los escépticos es un mal resultado en Pemex que habría costado alrededor de 140 mil millones de pesos que ya no se podrían usar para contingencias presupuestales.
Por lo pronto, de acuerdo con lo que se observa en el mercado pareciera que el escenario optimista es el que domina. Veremos por cuánto tiempo.