AMLO provocó tormenta al exigir a Felipe VI y Papa que pidan perdón a los pueblos originarios de México por agravios cometidos en conquista.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador abrió ayer un flanco con España y provocó una tormenta al exigir al Rey Felipe y al Papa Francisco que pidan perdón a los pueblos originarios de México por los agravios cometidos durante la época de la Conquista.
"Es mejor reconocer que hubieron abusos y que se cometieron errores, es mejor pedir perdón y, a partir de eso, buscar hermanarnos en la reconciliación histórica", dijo el Mandatario desde Centla, donde conmemoró los 500 años de la batalla entre españoles e indígenas mayas-chontales.
"No es el propósito resucitar diferendos, sino ponerlos al descubierto, porque todavía, aunque se niegue, hay heridas abiertas", explicó.
A dos horas de que trascendió la existencia de esas cartas, el Gobierno español respondió de manera contundente.
"El Gobierno de España lamenta profundamente que se haya hecho pública la carta que el Presidente de los Estados Unidos Mexicanos dirigió a S.M. el Rey el pasado 1 de marzo, cuyo contenido rechazamos con toda firmeza", sentenció.
No son queridos
El 30 de enero Beatriz Gutiérrez, esposa del Presidente, planteó a la Ministra de Justicia de España, Dolores Delgado, la necesidad de una disculpa de Madrid por los acontecimientos de la Conquista.
Ambas conversaban, junto con otros funcionarios, sobre la posibilidad de un "encuentro de dos mundos" similar al que en 1991 dio paso a las Cumbres Iberoamericanas.
Según fuentes diplomáticas consultadas por REFORMA, Gutiérrez dijo que ése sería el mejor momento para que España pidiera perdón y cambiar la percepción mexicana sobre los españoles, pues no son queridos por ello. Incluso son odiados, habría comentado.